Capítulo 2

Todo el tiempo libre que tenía me la pase alistando la maleta, realmente esta vez no me podía olvidar de nada.

Celular, cámara, audífonos, cargadores.

Ropa, ropa de baño, ropa interior, vestidos, jeans y dos botas negras clásicas para combinar con todo.

Luego de un largo rato, no lo podía creer.

Me había alistado más rápido de lo que pensé me sobraban 4 horas antes de viajar, pero comprobar que todo estuviera listo no estaba de más; revise y no faltaba nada me demore casi nada en revisar todavía quedaban 3 horas no quedaba de otra más que esperar, ¿Así de lento pasa el tiempo cuando uno quiere que pase rápido?

Me tire un rato en mi cama, ¿Que mas podria hacer?

Di una vuelta por el pequeño apartamento y volví a mi punto de partida, tirada en la cama. Ya había revisado todo: el gas, el agua, las conexiones de luz, las ventanas cerradas. Pero entonces escuché bocinas tocando fuerte, así que me levanté lo más rápido que pude, me puse las botas y cuando estaba a punto de salir, escuché a la casera tocando la puerta.

—Nicole, te buscan en la puerta —gritó desde afuera de mi puerta. La señora siempre fue muy amable conmigo, decía que me consideraba como su hija.

Di una rápida revisada al apartamento para asegurarme de que todo estuviera en orden y finalmente decidí salir.

—Hola, señora, ¡cuánto tiempo! —me encontré con la dueña del edificio. La miré de pies a cabeza y noté que estaba en pijama y con una cara somnolienta.

—¿Cuánto tiempo, querida? Ayer nos vimos cuando fuiste por la fruta —suspiró—. Me haces sentir como una anciana.—puso su mano al pecho como señal de ofensa.

—Jajaja —siempre me agrada charlar con alguien que no fuera mi tarea.

—Bueno, querida, apúrate que te están esperando abajo —dijo mientras acariciaba mi espalda—. Déjame ayudarte con esas maletas.

—Gracias, muchas gracias.

Con su ayuda, logré bajar todas esas escaleras infernales y me encontré con Denisse.

—Hola, señora Denisse —salude a la progenitora de mis amigas.

—Hola querida ¿Qué tal te va?

—Bien, pero... —las mire un rato y —¿No se supone que nos encontraríamos en el aeropuerto? — a lo que su mamá me respondió.

—Jajajajaja bueno se podría decir que unas señoritas por equivocación colgaron la llamada antes de avisarte que te recogeremos y cuando te íbamos a volver a llamar vimos que no tenía batería ningún teléfono así que moraleja...—parecía que quería que termináramos aquella frase, pero nadie dijo nada de nada — en serio nada... bueno es "no cortes una llamada antes de".

—El lado positivo de todo esto se podría decir que es una sorpresa...—dijo Daphne intentando alegrar el momento.

Hubo un silencio incómodo ya que el "chiste" no tenía gracia.

—En fin, trae tus maletas y vamos al aeropuerto—acepté asintiendo la cabeza y me ayudaron a bajar las maletas; le di la llave de mi apartamento a la señora diciéndole que iba a viajar y me disculpé por las molestias, la recibió con una sonrisa somnolienta pero agradable, nos despedimos.

Llegamos al aeropuerto y Daphne me toco el hombro por atrás y me dijo.

—Oye Nicole nuestra mamá también va a viajar, espero no te moleste

No me sorprendí porque bueno era obvio que también visitaría a su familia, al final ellos eran una familia extensa.

—No hay problema—llegó la hora y subimos al avión que nos llevaría a nuestro destino.

Todas empezamos a escuchar música, ver películas y bueno la señora Denisse se la paso durmiendo en todo el viaje, es una señora de edad obviamente tenía que descansar.

El tiempo parecía corto pues ya habíamos llegado a nuestro destino; bajamos del avión y en el aeropuerto observamos que tenía una bella vista al mar era muy relajante ver aquella agua color azul marino, pero no nos íbamos a quedar ahí así que salimos y tomamos un taxi directo a la casa de Max y Matthew.

Al llegar lo primero que hicimos yo y mis amigas fue darle una colleja leve junto a una adorable sonrisa proveniente de las tres a cada uno.

—Hola par de tontos —dijimos al unísono, luego los abrazamos ellos no se quejaron por aquel golpe ya que sabían que era como un saludo especial, al final ninguna de nosotras pudimos hablar con ellos durante dos años debido a sus clases y las nuestras, ellos nos abrazaron de igual manera —en serio los extrañamos demasiado — volvimos a decir nosotras a la vez.

—No lo puedo creer es que ¿Ustedes nunca cambian verdad? — nos dijo Denisse.

—Sí y lo preferimos así —afirmamos los cinco.

Entramos y nos mostraron nuestros cuartos.

Bueno nosotros dormiremos en esta habitación juntos y ustedes en esta otra quedan una frente a la otra así que hay 0% de posibilidades de que pase algún problema o accidente, pero igual si necesitan algo solo nos tocan la puerta y ya —nos explicó Matthew al parecer íbamos a separarnos en dos dormitorios uno para las chicas y otro para los chicos.

Cuando entré en el dormitorio tenía camas separadas cada una con su respectiva mesita de noche me quedé sorprendida porque lo habían preparado todo, que amable de su parte.

Nos acomodamos lo mejor que pudimos y desayunamos

—Matthew, Max gracias por acomodar una habitación para nosotras—les agradecí y luego procedí a tomar un poco de jugo.

—De nada — me dijeron los dos al mismo tiempo, siempre me dejan sorprendida cuando dicen algo al mismo tiempo.

—Por cierto — Matthew y Max dijeron de una manera amable—que les parece ir a la playa?

—¡¿En serio podemos ir?! — dije entusiasmada, era un buen plan, los atardeceres son hermosos, me servirán para practicar, pero no pensé ir ni bien llegamos.

—Claro que si tontita — me respondió Matthew, yo estaba demasiado feliz, pero me contuve, asentí con la cabeza y empecé a comer más rápido de lo normal así podríamos ir más temprano. El se limito a acariciarme la cabeza como cuando éramos pequeños y me apresuraba en comer. Cuando termine el desayuno me fui a la habitación, aliste todo lo que necesitaba mientras los demás aún terminaban de desayunar.