El siempre relajando estando ahí y haciéndose en callado, cuando menos lo esperamos aparece y cuando más lo necesitamos se hace el loco y termina por marcharse y dejarnos ahí pensando en que será de la vida si no buscamos regular lo, el más que nadie sabe que no tiene tamaño, principio o fin, el sabe lo que hace y por eso nos deja acostumbrarnos tanto de él para que así lo extrañamos por medio de terceros, porque al final él no se presenta a mi mismo, frente a frente como un hombre, bueno es que el nunca dijo que fue hombre o mujer, tampoco nos dijo que pusiéramos nuestra esperanza en el.
Los segundo, las minutos las horas, los meses, los años, solo son parte de él, nunca se quiere relacionar con ellos, al final dice que son solo cosas de nosotros los humanos el ponerle nombre a todo, el incluso cree que nuestra ilusión con el principio y el final que según la mayoría sigue, es la razón por la que no lo podemos entender a el. El mas que nadie a de saber que así somos y que no nos importa lo que sea que tengamos que hacer, a él y a sus primos los vamos a usar, hasta que no sepamos la diferencia entre hoy y mañana, al final siempre será el mismo dia, solo que nuestra cabeza le dará otra forma, mientras tratamos de entenderlo a él.
Por momento creo que dejamos de pensar, quiero imaginar que es cuando dormimos, o cuando solo no queremos vivir más, al final es tan raro que morimos un día cualquiera, así como nacemos un día cualquiera, es como si la vida fuese un juego al azar, el cual te da y te deja saber que te va a quitar, y por mas que quieras luego de saber eso, pasa que ya no vas a dejar de pensar en ese que al final entiendo le da y le quita el sentido a la vida. El tiempo es tan bendito que logra envolverte en la idea de que podemos llegar a controlarlo, sabe bien que es imposible pero a él le importa poco, al final tanto esta aqui, como que no está, todo va a depender de quien viene o quién se va.