"Travesuras"

Capítulo 3

"Travesuras"

Mejor un enemigo honesto que un amigo falso.

-Proverbio alemán

Cara Rubio

Cuando a mi padre le avisaron que debía de ir a un interrogatorio sobre la muerte de Valeska todo se perdió.

Era un pueblo pequeño, todos a nuestro alrededor de una manera y otra se enterraban de los problemas y más cuando éstos se centraban en una mejor amiga muerta.

Así que si, ahí estaba yo, siendo interrogada por el detective Will por el asesinato de mi mejor amiga o tal vez como una posible culpable.

-Hola Cara. ¿Cómo estás? - preguntó muy amablemente

-Bien – fui cortante, estaba muy nerviosa

-Solo te haré algunas preguntas, así que puedes relajarte- asentí - ¿Cómo se conocieron Valeska y tú?

-Recuerdo muy poco y es que cuando tenía alrededor de 10 años mamá había llegado de un viaje de negocio y en una reunión con sus amigas estuve con Valeska.

Mentí, no sucedió sólo eso y tal vez él ya lo sabía.

- ¿entonces se podría decir que Valeska y tú se conocen desde hace mucho tiempo?

-Si

-Me podrías contar más a detalle cómo fue aquel encuentro?

-Claro.

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-Mami! - grite con alegría mientras me acercaba a toda velocidad

-Cara! - grito mi mamá desde varios metros de distancia en el aeropuerto.

Aquel día mi madre acababa de llegar de un viaje de negocio muy importante que semanas después cambiaría completamente nuestra posición económica.

Luego de nuestro abrazo su teléfono sonó y ella lo respondió con urgencia dejando nuestro abrazo a un lado.

-Si? ¡Carolina! - se escuchó sorprendida-Si, acabo de llegar... ¿Hoy?... Claro que sí, llevaré a Cara conmigo - dijo mientras me veía y regalaba una hermosa sonrisa, corto la llamada.

- ¿Quieres tener una amiga nueva, Cara? - preguntó con una amplia sonrisa y yo asentí repetitivas veces.

Varias horas después de desempacar e ir por un helado nos detuvimos en una casa muy grande y espaciosa de color blanco, luego nos guiaron al jardín en el que se encontraba una señora pelirroja, joven con vestido blanco recostada en una silla y varios metros a la derecha una niña de su mismo color de cabello solo un poco más opaco jugando con unas muñecas en el piso.

Mamá se sentó con aquella señora pelirroja y yo fui directo a la niña que se mantenía con una sonrisa al verme llegar, tenía un vestido de flores rojas y una coleta de caballo un poco desordenada.

-Hola, soy Cara- me presente tímidamente

-Yo soy Valeska y desde ahora seremos mejores amigas como nuestras madres - ordeno, y sin esperar una respuesta de mi parte me tomo la mano y me jalo al piso para que jugará con ella.

Luego de pasar toda la tarde con Valeska y su madre llegó la hora de volver a casa, mamá me tomó de la mano y fuimos directo a nuestra casa.

Al llegar a ella papá aún estaba trabajando así que en ella solo se encontraba Ana, mi nana, que aunque era un poco más joven que mamá era ella la persona que consideraba mi fiel confidente de travesuras.

- ¿Cómo te fue? - preguntó Ana a mi madre y a mí.

-Muy bien Ana, ¡tengo una nueva amiga! - respondí emocionada.

Le conté todo lo que había pasado en nuestra tarde a Ana o al menos lo que sabía y al llegar el momento de dormir mamá fue a arroparme.

-Dulce sueños mi angelito- Susurro en mi oído mientras me arropa a y besan la frente- te amaré por siempre- me dio la impresión de que quería un abrazo así que antes de cerrar los ojos se lo di

- Lo siento mi angelito- me pareció que había susurrado.

-Te quiero mamá

Ella no me respondió, solo salió de la habitación.

Recordaba ese día tan bien porque ese día, mamá me encerró en mi habitación y le disparo a Ana.

Si fuese sabido que ese día Ana, una persona que le tendría tanto afecto moriría por manos de mi madre, otra persona que consideraba importante para mí no fuera dormido.

Aún recordaba como si fuera algunas horas atrás como escuché aquel disparo que para mí fue un golpe y luego a mi padre llamar desesperadamente a mi puerta, también recuerdo como unos señores con trajes azules y placas doradas dañaban la cerradura de mi habitación.

Y, lo más importante, recuerdo el cuerpo de Ana tendido en el suelo con un charco de líquido rojo rodeándolo y a mi madre esposada y rodeada de hombres con trajes azules y placas doradas.

Luego a mi mente vino esa pequeña fracción de segundo en la casa de Valeska.

-El té engaña- susurro insistente su madre a mi madre- lo hace con la persona que menos lo esperas.

Luego de eso Valeska me tomo y arrastró por toda la casa hacia su habitación.

-es malo escuchar conversaciones de grandes! - corrigió y yo solo asentí

Nunca niego que Valeska fuera una persona fácil de tratar, era mandona, imprudente, narcisista y manipuladora, pero, de una forma extraña también era amable, gentil, siempre se preocupaba por nuestro bienestar y una de las mejores amigas que pude a ver tenido en toda mi vida.