Después de estarme carcomiendo la cabeza lo que resta de la semana al fin llegamos a viernes por la tarde y me obligo a parar, necesito tomar cartas en el asuntó y dejar de pensar. Alessandro se la ha pasado como garrapata pegada a mí por lo que me complica verlo a lo lejos para ver a que chica se le junta de más, los días restantes solo se ha acercado a tres personas su amigo, clara y yo, y clara jura y perjura que la chica en la que está enamorado es de mí, pero como saberlo.
-hoy saldremos heavy. – comenta Alessandro divertido.
- ¿a dónde iremos?
-Es una sorpresa.
Lo observo con el entrecejo fruncido a lo que el tuerce los ojos sonriendo- vamos a la feria.
- ¿la chica que te gusta trabaja en la feria?
Por más que quise no preguntar la pregunta salió por si sola de mi garganta, mi cuerpo temblaba por saber quién era esta chica, ¿era rubia? ¿Peli-roja? ¿Peli-negra?
No me di cuenta de la cara de confusión de Alessandro hasta que soltó la carcajada, presiento que se está burlando de mí, a lo que apenada sonrió un poco, esto me sobrepasa.
- ¿sigues pensando en eso? - me dice risueño y siento mi rostro caliente y puedo jurar que mi rosto se ha colorado, por lo que quito el cabello detrás de mis orejas, haciendo que caigan a mi rostro para cubrir este – no trabaja ahí - termina con una sonrisa para tomar un mechón de cabello y pasarlo por detrás de mi oído para acercare y susurrar, - pero estará.
…
Después de dar un par de vueltas en la feria y con la tenue luz de la luna decidimos tomar un descanso apartándonos de la gran multitud, los dos con nuestras botellas de agua a la mitad nos acostamos en las gradas detrás de los sanitarios movibles, el una más alta que yo y los dos viendo la luna y las estrellas con un poco de silencio y nuestras respiraciones.
-me encanta estar así.
- ¿así como? -Lo volteo a ver, sentándome para verlo mejor.
-tú y yo, la luna y las estrellas, solos.
Se para y baja un escalón para sentarse delante de mí. -heavy, hemos pasado mucho tiempo juntos- pone sus manos en mis muslos para dar unos suaves masajes a lo largo de estos. - me gusta estar contigo- siento como sus manos se suben cada vez más por debajo de la falda del vestido y se acerca cada vez más a mi rostro para rozar su boca por lo largo de mi cuello a lo que hecho mi cabeza hacia atrás para darle más espacio en esa zona- ¿quieres que te enseñe cuanto me gusta? - me pregunta lo que se me sale un suspiro en el que puedo notar mis pliegues humedeciéndose, empieza a succionar un poco mi piel, en mi garganta solo salen sonidos sonoros y siento como roza por encima ese nudo de nervios sale un gemido alto.
-necesito palabras. - y da unas palmadas más para parar.
-por favor. – y por más que quise no sonar tan desesperada, la sonrisa que se le formo en su rostro me hace pensar que no lo logre.
Pero desapareció cuando hizo a un lado esta última prenda que nos impedía estar piel con piel entre sus dedos y yo, a lo que sin pensarlo me lance a besarlo torpemente y el empezó a repartir besos desde mi boca hasta mi vientre para pasarse a los muslos y en un corto camino hacia aquella recompensa.
Para un poco para seguir con sus dedos para acercarse a mi rostro y susurrar - abre los ojos - se vuelve a acercar a mi rostro siento sus labios rozando con los míos cuando los abro y la luz de la recamara me hace volver a cerrarlos.
Escucho una voz a lo lejos, y solo quiero mantener mis ojos cerrados – abre los ojos despierta- habla clara mientras me da palmadas en el brazo- despierta solo te quedan treinta minutos para alistarte, logro sentarme en la cama- vamos apúrale, Alessandro me marco, tu teléfono no tiene batería esta apagado.
- ¿que? – logro decir después de unos minutos.
- no tenemos tiempo metete a bañar nos dormimos, puse a cargar tu celular- termina de decir para jalarme al baño de mi habitación – te buscare ropa.
Y en menos de cinco minutos estaba saliendo del baño para ponerme la ropa que me había buscado clara, era un vestido cómodo que nunca había usado pero que sabia como combinarlo. Clara tenia gustos muy diferentes a los míos y tenemos ropa con estilos y colores muy notablemente distintivos y estaba segura que había escarbado en mi closet, me había dejado hasta imágenes del maquillaje con los que podía quedar el oufit, y eso mi chica lo hizo en menos de cinco minutos.
Salió corriendo después de esto, gritando a todo pulmón que me lo pasara excelente, y que había regalitos en mi bolso, un bello nombre para los condones.
-cariño, Alessandro está en el salón.
-que!?- aún faltaban cinco minutos. - maldito puntual.
-vamos heavy, no necesitas tantas cosas para verte hermosa. - resuena por detrás de mi nana.
-ves hija te lo digo siempre, eres hermosa apúrense para que no se les haga tarde. - dice para marcharse a su habitación.
Y con Alessandro observándome recostado pacientemente en mi cama después de un maquillaje sencillo y rápido salimos ambos. - vámonos guapa.
-vámonos.
C.V.
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Editado: 07.10.2024