CAPITULO 26

—¡Hanae! Despierta, ¡Maldición despierta!

Hanae abrió sus ojos, estaba aún en la habitación blanca. Alguien gritaba su nombre, querían llegar a ella, pero no podía moverse.

—¡Hanae! Despierta —Sus ojos solo se pudieron enfocar hacia adelante, había un techo y había alguien corriendo.

—¿Qué pasa?

—Nos tenemos que ir. Nos tenemos que ir ahora –Cuando pudo enfocar su vista, vio que estaba en una habitación, sobre una cama y Naxos corriendo hacia ella. Quiso levantarse, pero un dolor terrible que cruzo su cuerpo evito que se pusiera de pie.

—Hanae ¡Vamos! Levántate.

—No puedo Naxos, mi abdomen –su mano fue hacia su vientre, estaba cubierto de sangre nuevamente.

—Dioses –sus ojos fueron hacia la herida, estaba sangrando abundantemente.

—Hanae levántate un poco –Ella solo pudo correrse unos centímetros antes de volver a caer sobre la cama. Naxos rápidamente se acercó hacia un paquete de vendas que tenía sobre la maleta y las coloco lo mejor que pudo alrededor de ella, el dolor era insoportable. Hanae solo podía apretar los dientes y los ojos.

—¿Qué pasa? –pregunto Hanae gimiendo de dolor.

—Nos encontraron Hanae, debemos huir ahora mismo.

—Pero…

—Sostente de mí.

—No voy a poder —le susurro con dolor

—¡Solo hazlo maldita sea!

Naxos poso sus brazos debajo de sus piernas y espalda, se dirigió con rapidez hacia la parte trasera de la casa, el auto estaba listo, la dejo en la parte de atrás del auto y volvió su mirada hacia la casa. pronuncio unas palabras que no pudo entender “Kathós ta sómata kai oi psychés exafanízontan chorís íchnos[1]. Seguido de esto, subió al auto y sin perder tiempo empezaron a recorrer la carretera.

—Dime como te hiciste eso –dijo señalando su abdomen.

—Deberías estar viendo al frente y no por el espejo, podemos tener un accidente.

—Un accidente seria la menor de las situaciones en este momento.

—¿Qué quieres decir?

—Quiero decir que, si no nos movemos hoy, no nos vamos a poder poner de pie de nuevo y tal vez por mucho… mucho tiempo.

—Deberías explicarte mejor.

—No lo creo, están detrás de nosotros.

—Así parece ¿Porque me sacaste en medio de la noche? Hubiera sido más útil que lo hubieras hecho antes.

—¿Qué quieres decir?

—Olvídalo.

—¡No lo voy a olvidar asi que explícate de una maldita vez!

—No es nada solo tuve un sueño —susurro entre el dolor. Hanae trataba de respirar lento. La herida le punzaba con cada aliento que tomaba. —O fue una pesadilla más bien… ya no lo sé —Naxos creía que las alucinaciones se debían a la vida antigua de Poseidón —Había otra igual a mí —Naxos quedo con la mano suspendida junto a la llave de contacto.

—¿De qué hablas?

—Juraría que ella fue la que me hizo esta herida, aunque un poco más arriba de esta —rio con sarcasmo —Aunque diciéndolo así suena en verdad absurdo ¿No es cierto? Parezco demente ¿No es así? –Naxos se mantuvo en silencio, Hanae hubiera deseado leerle sus pensamientos.

—¿Estas segura?

—¿De qué? ¿De que estoy demente? Si… creo que sí.

—De que viste a una mujer igual a ti.

—Sí. Fue bastante real de verdad.

—Dime algo… alcanzas a verme por el espejo retrovisor.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste.

—Eso…eso creo.

—Toma mi mano y veme a los ojos.

—Naxos…

—Solo hazlo –Hanae tomo su mano y vio a sus ojos. No podía creer lo que veía, eran de un color tan claro como el agua.

—Y ahora… —Tartamudeo al verlo

—Concéntrate, “Apokalýpste mou to broka brostá sta mátia sasu[2] –Naxos entro en su mente. Pudo ver cada segundo. Hanae apenas era una simple espectadora, o eso es lo que creyó hasta que ellos se acercaron. No entendía que era lo que estaba pensando. No tenía sentido ¿Cómo esto podría haber desencadenado de nuevo la herida en su cuerpo? –se preguntó Naxos.

—¿Tus ojos? –Naxos se dio cuenta que Hanae estaba hablándole y volvió en sí.

—¿Qué pasan con mis ojos? —se pusieron de un color extraño.

—No te creas…es por la luz del amanecer. Un simple juego de luces.

—si… tal vez.

—Vamos a salir de aquí —Naxos encendió el vehículo y acelero a fondo. Tenia que huir de inmediato. Estaba ensimismado. Definitivamente fue un sueño… ¿Puede ser una premonición? ¿Es posible que ella tenga algún don y no este desarrollado?

—¿Es la misma criatura? ¿Naxos?