Tritón podía oler la victoria en sus manos, ya tenían en sus manos a la última hija de Poseidón. A su muy querida hermanita. Una simple don nadie con su mayor secreto. Debía saber como su padre oculto el poder de esta chica. Si no fuera porque habían seguido por años a su padre nunca se hubiera enterado de la existencia de esta chica, pero iba a sacarle jugo. Era una mujer y una mujer era fácil de manipular. lo sabía de sobra. Adara estaba a su lado reposando. Era una buena distracción de momento. Ya se desharía de ella después. Ella ni nadie se imaginaba lo que les deparaba. Una sonrisa apareció en sus labios. Sería una lástima. Sabia satisfacerlo y daba mucho de sí. Era la mejor amante que había tenido en años. Sin embargo, el poder no era algo que iba a compartir.
Por fin había llegado la hora. Sentía la energía brotando de su cuerpo, así que decidió sacarlo de su sistema, Tomo a Adara y le dio coloco de espalda a él. No quería verla. Quería solo utilizarla. Ella ronroneo al sentir sus caricias. Tomo su trasero y lo elevo, su cabeza reposo en la almohada, el deseo rodeaba el ambiente, Adara anhelaba que la tocara. Tomo las sábanas en sus manos apretándolas.
—Evita gemir Adara. No quiero escuchar nada salvo tu culo golpeando contra mi —ella solo respondió con un gemido. Anticipaba su movimiento. Tritón la tomo y la penetro con fuerza. Adara mordió su boca, sintió el sabor del cobre en sus labios. No se escuchaba ningún otro sonido salvo el golpeteo constante de Tritón. Adara gimió y jalo su cabello llevándola hacia el — ¡Cállate! No hables —La rabia rodeo su cuerpo. La tomo del cuello y lo apretó en sus manos, esta semidiós solo era una perra, un eslabón perdido dentro de su magnífico plan. Y para ser la hija de la diosa de la sabiduría, era tan estúpida como cualquier mortal, claramente no había heredado la mente de su madre. Siguió penetrándola con rapidez, tomo su cuello mas fuerte. Adara elevo sus manos a su cuello, la estaba ahogando. Se estaba desesperando. Tritón no la soltaba. Empezó pellizcarlo a rayarlo con sus uñas, nada servía. Tritón aumentaba la velocidad, sin importarle el daño que le estaba haciendo a Adara. Ella sentía que estaba perdiendo el conocimiento hasta que sintió su orgasmo acercarse. Tritón la soltó y llego al orgasmo. Adara sintió que llegaba con él. No podía parar de moverse. Sentía su cuerpo sensible tras ese clímax.
—Tritón… —Adara se quedó reposando hasta quedarse dormida. Tritón la vio con asco. Deseaba deshacerse de ella pronto. Después de ese último pensamiento, se levantó desnudo de aquella cama y camino hacia el baño, una ducha es lo que le valdría ahora.
Asi que fue a tomar un baño. Una vez allí, sintiendo el agua correr por su piel, podría ver su futuro. El mundo cayendo, tantos monumentos caídos. Cada humano levantando obeliscos y estatuas con su imagen. El mundo lo iba adorar. Los dioses en el pedestal del cielo, iban a perecer en el fuego del Tártaro. Con una sonrisa en el rostro salió del baño. La luz de la luna bañaba la habitación. Era un buen augurio. Al día siguiente sería el próximo eclipsar, 13 de julio, si sería interesante, ya con dos de los herederos juntos, podemos ver hasta dónde llegan sus poderes. La luna estará en lo alto y podrán ver en realidad hasta donde van sus poderes. Ahora solo faltaban dos hijos más y localizar la tyflós que estuvo con Rinott, sería una buena pieza en el tablero a la hora de jugar al gato y al ratón.
—Pensé que te habías ido – Adara apareció a su lado.
—No te dije que podías acercarte a mi –le respondió Tritón.
—No pensé que necesitara permiso para hacerlo –le respondió Adara pegándose a su cuerpo.
—Vete de aquí Adara y de paso deberías llamar a tus hermanos, necesitan reunirse –Adara lo ignoro, empezando a acariciar su cuerpo.
—Deja a los demás por el momento fuera de esta ecuación –Adara tomo el rostro de Tritón y lo inclino hacia el de ella, tomando sus labios con voraz apetito, Tritón acariciaba su cuerpo con fuerza. Adara quería fundirse en su gran cuerpo, por lo que se entregó a la sensación que le ofreció Tritón, era como si no pudiera sentirse saciada de él, quería tomar absolutamente todo, su cuerpo era una belleza a la vista, sentía el poder que proyectaba, no podía realmente culpar a todas las mujeres que se quedaban viéndolo, era el sueño de cualquier mujer en la tierra. Tritón la tomo del brazo y la puso de frente contra la pared, Adara se estremeció al sentir el frio de la superficie contra su cuerpo, pero este fue reemplazado rápidamente por los dedos de Tritón, este bajo su cabeza dejándolo a un lado de su cuello, Adara sentía su aliento calentándola, una suave succión en su oído y una mordida la llevaban al límite de su cordura.
—Tritón…
—¿Qué quieres? –le susurro
—Quiero que me hagas gozar, que permitas que ver el paraíso de nuevo.
—Pides demasiado Adara.
—Pido lo que sé que me puedes brindar Tritón, no estoy jodiéndote, ni jodiendo tu camino, simplemente quiero placer —Tritón alzo su pierna y se hundió en Adara. Ella suspiro de placer, Tritón solo quería calmar el escozor que despertó Adara, asi que… ¿Por qué defraudarla? Tritón aumento su velocidad, su cuerpo chocaba contra su trasero. Ella tiro su cabeza hacia atrás, Tritón aprovecho y mordió su cuello, aumentando las sensaciones de placer, podía sentir el éxtasis expandiéndose hacia los límites de su cuerpo.
—Tritón, por favor —le rogo Adara.
—¿Por favor qué?