CAPITULO 51

—¡Vaya vaya! Eres una mocosa difícil de encontrar

—¿Quién está ahí?

Una risa sonó a su alrededor. estaba confusa. No podía levantarse. Sentía el cuerpo pesado. Mas risas se escuchaban. ¿De donde venían? No podía entenderlo. El suelo donde estaba era blanco. Impoluto. Sus brazos no la sostenían. Sus ojos se cerraban.

—No me digas… No sabes que pasa… es increíble ¿No es cierto?

—¿De qué demonios estás hablando?

—Mira a tu alrededor niña.

Hanae pudo levantar el rostro del piso. Ya no era blanco. Era un suelo viejo. La humedad se filtraba a través de las paredes. Su mente bailaba. Estaba totalmente mareada. Lo que veía a su alrededor eran ¿Camas? ¿Por qué tendrían camas?

—Enfoca bien tu vista niña…

No entendía. ¿Qué era lo que esa voz quería? Su vista se enfoco y vio… camillas. No eran camas. Y había personas luchando por salir. Y ¿Heridas?

¿Qué estaba pasando?

—Tienes preguntas. Lo puedes hacer.

—Ellos… ¿Quiénes son? —señalando a su alrededor.

—Ellos… son familia. Una familia que nunca tuvo que haber existido.

—¿De qué hablas?

—Fácil. Simples humanos con algo de sangre de dioses es un asco.

—¿No entiendo? ¿Qué dioses? —Hanae se tomaba la cabeza. El dolor estaba incrementando —No entiendo.

—Te estuve esperando. Desde que sentí tu presencia. Sabía que eras la mas fuerte de todas. Y lo comprobé. Al ver todo lo que huiste —No podía verle el rostro y le frustraba. Las palabras simplemente no les llegaban a sus labios. ¿Cómo era que el la conocía? Nada tenia sentido.

—¿Quieres decirme quién eres?

—Para que romper este hermoso encuentro.

—¿Qué estoy haciendo aquí? —Pregunto confusa. Aquel hombre la llevo al centro.

—Eres parte del plan. Tu espíritu es tan fuerte que nos dará el poder suficiente.

—¿Poder?

—Es un desperdicio de tiempo estar hablando contigo —Aquel hombre la acostó en el centro de la habitación. La amarro. Su mente estaba confusa.

—¿Por qué me trajiste aquí?

—Necesitas morir para que nosotros reinemos. Tendremos una nueva era. Donde los humanos conocerán el verdadero significado de la gratitud. Seremos invencibles.

—Y yo que tengo que ver…

—Aclara tu mente niña idiota. Hanae pudo ver la luna llegando a lo más alto, a cada minuto resplandecía más. Allí sintió el poder. Todos los que estaban en la habitación empezaron a brillar. El dolor que veía. Lo podía sentir recorrerla. Poco a poco se iba acercando a ella. Hanae empezó a mover los brazos. Debía salir de ese lugar. Ella iba con alguien… ¿Cómo era su nombre? El la estaba protegiendo.

—Si te preguntas por ese guardián que estaba contigo. Ya es alimento para nuestras bestias. Créeme se están disfrutando ese banquete.

—El no…

—Está muerto. Asi como lo estarás tu.

—La luna llego a su punto más alto. Su luz rodeo su pupila. La sangre en su cuerpo estaba hirviendo —su grito se escuchó en lo más alto.

—Es la hora hijos míos. Aliméntense finalmente llego nuestro momento.

Ω

—¡Hanae! ¡Hanae! ¡Hanae! ¡Hanae! ¡Despierta maldita sea! —Un grito de terror salió de ella. Naxos se sobresalto y cayo de espaldas sobre el piso —Mierda lo que me faltaba. Hanae respiraba con rapidez. Su vista se enfocaba alrededor.

—¿Dónde estoy? —Susurro.

—En alguna parte de Londres. Creo que en West Kingsdown.

—Estamos… estamos en Londres.

—Asi es.

—No puedo estar aquí. Yo…

—Créeme no tuve elección estaban tras nosotros.

—¿Quiénes están tras nosotros?

—Es una larga historia —respondió Naxos levantándose del piso —Siéntate por favor.

—Yo… no recuerdo absolutamente nada.

—Créeme es mejor asi.

—No me gusta tener la mente en blanco. Ni siquiera tomando pierdo el sentido. Asi que te agradecería que fueras honesto conmigo.

—Te lo dije antes de que lo olvidaras y te lo digo ahora. Para ti es mejor que sepas menos. Tengo que llevarte lo antes posible a Escocia.

—¿Qué hay allí?

—Tu hogar —Hanae soltó una risa seca.

—Yo no he tenido un hogar desde que tengo memoria.