—¡Buenos días Doctor! Qué bueno que despertó. Me gustaría saber cómo va con el antídoto que está desarrollando.
—Logré avanzar con la muestra de ADN de Evans, pero no fue fácil. Al principio no podía trabajar porque el antídoto que inyectamos en el cubrió las células para que el virus no continuara avanzando. Es por eso por lo que Evans solo se transformó hasta cierto punto.
El problema es que las células de Evans se defienden solas de cualquier otra cosa que las ataque y eso incluye a una nueva versión del antídoto.
Para lograr trabajar con una muestra de Evans tuve que aislar la protección de sus células y luego atacarlas con mi antídoto modificado. Funcionó en un 50% así que como dije antes, solo será 100% efectivo en aquellos que tengan menos de 24 o 30 horas de haberse transformado.
En casos como Evans o Kytilop no funcionara porque sus células se defienden del antídoto como si el antídoto fuera un virus.
—Entiendo —Dijo Joee— Si logramos salvar a unos cuantos por lo menos, eso sería un avance.
—En una hora tendré el antídoto en dardos que se podrán cargar en las armas de Mella, Tina y García.
Hace su entrada el teniente García junto a Mella, Sánchez y algunos compañeros del ejército. Va caminando erguido con su uniforme militar como todo héroe que pone su vida para salvar a su patria sabiendo que podría morir en el intento.
—Joee, ya conociste a García en la nave. Él es un viejo compañero de batalla. Era un novato cuando lo conocí, pero ya creció un poco. —Todos ríen— Es muy raro ver a Mella haciendo chistes, pero este fue bueno —Contestó García.
—¡Joee! es todo un placer para mi conocer una persona como tú. Sánchez y Mella me contaron tu historia y quiero que sepas que estoy dispuesto a combatir con ustedes. Vamos a acabar con la tiranía de Iroshavni.
—Excelente. Nos vendría muy bien su ayuda señor García. Necesitaremos toda la ayuda posible para evitar que los Canhell lleguen a la ciudad. —Mientras se daban un apretón de manos— Quiero que vean esta cápsula —Saco una de las cápsulas que vienen en su nave. Un cilindro alargado un poco más alto que un tarro grande de helado. Tenía luces y se veía muy sofisticado.
—Esta es la cápsula que utilizamos en mi planeta para capturar villanos y animales muy fuertes. —Abre la cápsula— En el caso de tipos tan fuertes como Iroshavni, hay que hacerlos pelear hasta el cansancio y cuando no se pueda levantar entonces activar la trampa apuntando hacia él.
Lo que esto hace es que lo apuntas a lo que quieres capturar y la activas, luego la cápsula escanea lo que tenga de frente, reduce su tamaño y lo teletransporta hasta dentro de la cápsula.
—¿Entonces el prisionero está dentro pero encogido? —Pregunto Duarte— ¡Interesante!
—Así es.
—Bien, pues vamos a preparar las armas y el helicóptero. —Dijo García— Nuevamente. Es todo un placer conocerte Joee —Volvió a apretar su mano— Hasta luego.
—Hasta luego teniente.
Unas horas después el asistente del doctor Duarte entró alarmado a la oficina del doctor.
—¡¡¡Doctor, doctor, dese prisa!!! Debe ver lo que está pasando ahora mismo. —Encendió una pantalla para ver las noticias.
—"Cientos de animales extraños han aparecido en este pequeño pueblo de la Vega. Lo que vemos parece una película de terror". Fin de la noticia y apagan el televisor.
—Ya empezó la invasión. ¿Como vas con las armas?
—Están cargadas señor.
—Pues ¡Vamos por ellos!
Llegó el momento crucial para todos donde por fin verán de frente al oponente más fuerte que jamás hayan visto. La vida del mundo entero está en sus manos y no pueden fallar.
Todos se alistan con sus nuevas armas y sus nuevos trajes mientras disimula los nervios y la preocupación.
El doctor Duarte en un esfuerzo por animarlos, se paró sobre un camión de combate y gritó: —¡Escuchen! Se que tienen miedo, pero hoy les digo, que no importa lo fuerte que sea el enemigo podremos contra él, porque somos una tierra indómita y brava que se enfrenta a cualquiera que quiera esclavizarla y si fuéramos mil veces esclavos, pues mil veces volveremos a ser libres.
Siguió exclamando con la fuerza de su corazón —¡Hoy! nuestra Tierra ha de ser libre e independiente de toda Potencia extranjera o hundiremos la isla. —Levantó su rifle y gritó tan fuerte que los cielos se emocionaron y tronaron las nubes— ¡¡¡VAMOS POR ELLOS!!!
Tres helicópteros con soldados del ejército aliados de García y nuestros héroes salen para detener la invasión que ya comenzó.
Alex, el hijo de Tina, los ve alejarse de lejos y perderse en la distancia lleno de orgullo por saber que su madre y su tío hoy serán héroes.
—No lo olviden. El primer paso debe ser inyectar el antídoto a todos los que se pueda y evitar que lleguen a la ciudad y que infecten a otros. Cuando veamos a Kytilop y a Iroshavni iremos por ellos. —Dijo Mella con tono militar— ¿Alguna duda?
—Estamos llegando al área. —Grito García.
—Hay un olor extraño en el aire. Huele a sangre y algo más. Creo que es el miedo de las personas.
Llegan al pueblo y está desolado. No se ve a nadie y hay desorden en las calles.
—Hay muchos olores aquí. Me vuelven loco. —Sacude la cabeza como un perro y Tina se le acerca —Creo que es porque nunca habías salido a un pueblo desde tu transformación.
El Dr. Duarte (Habla por los comunicadores): — Debes mantenerte alerta y en control Evans. No sabemos si Kytilop te puede controlar y te conviertas en parte de su manada.
—Estoy tranquilo. No se preocupen.
Evans empezó a caminar lentamente explorando el área en busca de alguna pista.
—No se preocupe Doctor. Estoy confundido por tantos olores en el aire, pero eso es todo. Huelo sangre, sudor, miedo y otros olores muy fuertes. Creo que provienen de los Canhell. —Olfatea el aire— Se que están aquí en algún lado.
Evans sigue olfateando y caminando en la calle hasta una esquina.