El acertijo de tu rostro - by Muv

✽Capítulo 1✽

.....

Corría y corría.

Sentía mis pulmones quemar por el sobresfuerzo.

Mi cabeza quería colapsar por la poca oxigenación que corría por ella al no poder respirar con normalidad.

Sentía el sudor bajar por mi columna, al igual que bajaba asquerosamente por los costados de mi rostro. La sensación de estar sudado, para mí, era la peor de todas.

El calor extenuante, me sofocaba. No había ninguna corriente de aire, solo los molestos rayos de sol impactar directamente en mi cara.

Jamás en mi vida me había esforzado en ser rápido, o al menos en llevar a mi cuerpo a una situación que necesitara demasiado desgaste físico, si podía evitarlo... Era muy flojo para ese tipo de cosas. Además, que el deporte y yo no nos llevábamos del todo bien, por no decir que nada.

Había dos factores por los cuales me encontraba en esta ridícula situación:

1) Por primera vez veía las consecuencias de contradecir a mi manager, escapando del lujoso hotel.

2) Estúpidamente había pasado por alto que las personas me conocían y que me perseguirían como una manada de búfalos locos.

El mayor problema para mí al querer pasar desapercibido era que no podía usar máscaras o sombreros que me cubrieran o largos sacos de vestir, pues eran mis atuendos normales, y mi popularidad había hecho en las personas reconocerme de cualquier forma como fuera vestido. Llevaba puesto un cubrebocas, una gorra que llegaba a obstruir un poco mi vista por la gran visera y un gran chaleco negro que me llegaba a las rodillas. Todo esto en cualquier persona distinta hubiera bastado para pasar desapercibida, o incluso hubiera lucido lo suficiente peligroso para advertirle a la gente que no se acercara.... pero no, no había usado bien mi cabeza, comenzaba a cuestionarme mi inteligencia mientras pasaba por una de las calles de Nueva York.

Me encontraba perdido, no conocía esa ciudad de nada. Y el haber dejado mi teléfono en el hotel no ayudaba mucho si quería usar Google map, aunque dudaba que contara con el tiempo para por lo menos ingresar a la app, ya que escuchaba el bullicio de las personas tras mío seguirme los pasos, gritando y llamándome.

¿No podía ser normal por una vez en la vida? ¿No podían dejarme en paz por una vez siquiera?

Las personas que voy dejando atrás al pasar corriendo se sorprende al ver la multitud, pero al escuchar que gritan el nombre Dylan Thompson se unen a la persecución.

¿Qué no se cansan? Parecen inhumanos y yo siento que desfallezco.

Doblo una calle que parece desolada y me escabullo rápidamente en un callejón angosto lleno de botes grandes y bolsas de basura regada por todos lados.

Cualquiera que viera la escena diría que es una muy cliché, pues veo como la gente que iba detrás mío pasa frente al callejón sin percatarse de que estoy a unos metros de ellos.

-Uff...-saco todo el aire de mis pulmones, encontrando al fin un poco de paz. Me adentro más al oscuro y pequeño camino, y no puedo evitar fruncir la nariz por el asqueroso olor que llega a penetrar la barrera frente a mi boca y nariz.

Me siento en una parte del piso que no me desagrada por completo, apoyando la espalda en la pared tratando de oxigenar todo mi cuerpo que se encuentra exhausto. Viro el rostro al lado dónde aun puedo ver a las personas caminar sin que me noten y decido bajarme el cubrebocas y el sombrero que comienzan a asfixiarme.

Unas gotas caen sobre mi cabeza y levanto mi vista al cielo...

Perfecto.

Lo que faltaba... lluvia.

Que día tan... hermoso.

Me lamentaba sarcásticamente.

Me levanté a duras penas del frío suelo y me sacudí la tierra del trasero y manos. Se habían ensuciado, pero no le di más vueltas, pues sabía que no podría quitar las manchas de suciedad que tenía la fina tela.

En ese momento me di cuenta que en la vida existen casualidades... Tal vez algunos las llamen oportunidades, pero yo, al escuchar los sollozos de una hermosa chica a unos metros de mi, decidí que esta casualidad sería mi bendición. En esos momentos no sabía quién era, tampoco podía llegar a concebir que esa linda joven se convertiría en la persona más importante de mi vida...

No era el primer pensamiento que tienes cuando ves a alguien llorando... Lo primero que se pasó por la cabeza fue acercarme a socorrerla de lo que fuera que la angustiara.

Parecía que había aparecido de la nada, pues no la había visto al pasar por el pequeño callejón.

Mis pasos inseguros iban acortando los pocos pasos que nos separaban. Cuando estuve al frente, aun no me había notado, pues sus manos tapaban su rostro amortiguando su llanto y seguía sentada en el piso con sus rodillas al pecho. Sentí una gran pena recorrerme al escuchar sus lamentos que rayaba lo histérico. Me acuclillé dejándome a su altura y puse delicadamente una mano en su rodilla.

Juro que el grito que pegó me dejó sordo por unos segundos tapando mis oídos.

Juro que el grito que pegó me dejó sordo por unos segundos, tapando mis oídos.

Por suerte nadie pareció notarlo, y no hubo curiosos queriendo pasar por el callejón a ver de dónde provenía el grito.

-Shh.-traté de calmarla mientras ella se encogía más en su lugar con miedo. Uno que me llevó a preguntarme qué le habrán hecho para haber terminado de esa forma.- Todo estará bien, no te haré daño.-prometí en un susurro para no asustarla más de lo que ya estaba.

Alzó la mirada lentamente alerta de cualquier movimiento de parte mía. Cuando alcancé a ver sus ojos, algo en mi se estremeció completamente, encontrando en esos iris de color verde claro una paz y belleza que no había visto en ningún lado. No parpadeó en ningún momento, y eso me maravillo al no perder el contacto con esos luceros tan hermosos.

Su rostro estaba cubierto por una pequeña capa de sudor y suciedad, pero eso no quitaba que la belleza de la chica no fuera detectada cuando la mirabas, a pesar de no demostrarla completamente.



#29030 en Novela romántica

En el texto hay: musica, romance, drama amor

Editado: 23.12.2021

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