-enserio amor, jamas me voy a ir de tu lado- decía el de piel palida sentado a horcadas en su novio- jamas me atreveria a dejarte- susurro mientras dejaba pequeños besos en sus labios.
Harry se levanto asutado de su cama gracias a ese maldito recuerdo que habia vuelto a su mente para torturarlo, porque esas palabras que le habia dicho él, nunca fueron verdad.
Ryan, la unica persona a la que se habia entregado en cuerpo y alma, lo habia abandonado un año despues de haber dicho aquellas palabras.
Eran mas de las tres de la mañana y Harry seguía sin poder conciliar el sueño gracias a aquel recuerdo. Él seguia pensando en el motivo del porque Ryan lo había dejado. Él siempre quiso que su novio fuera feliz, siempre busco las mejores formas de hacerlo feliz.
Él recuerda que siempre salía de trabajar con el propósito de verlo a él cocinando o simplemente verlo esperándolo en el sillón con una enorme sonrisa, pero un día Harry llego a su departamento despues del trabajo y Ryan, el amor de su vida... Ya no estaba, se había ido, lo habia abandonado, sin decir adiós sin despedirse justamente como habia entrado en su vida sin un hola, como si fuera nada, como el polvo, asi se esfumó.