Capítulo 12. Recuerdos...

Como lo había prometido, Harry pasó por Ryan a las 8:30 a su hotel.

Siempre tan puntual, fue lo que pensó Ryan al escuchar como tocaban la puerta de su habitación mientras se terminaba de poner el pantalón.

-¿Cómo puedes ser tan lindo sin esforzarte? - pregunto Harry con cara de adoración y asombro al verlo abrir la puerta. Sigue igual de hermoso, justo como lo recordaba se dijo así mismo cuando entraba a la habitación.

Ryan solo ignoro la pregunta que le habían hecho hace unos segundos tratando de ocultar su sonrisa y un leve sonrojo. Terminó de arreglarse y ambos se dirigieron al restaurante

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En estos momentos los dos se encontraban en el restaurante que le habían recomendado a Ryan.

Era un restaurante ruso muy lindo y elegante, aunque no superaba al restaurante en donde habían celebrado su primer y único aniversario, aquel restaurante llamado Души (Alma), un hermoso y acogedor lugar en el cual tenía tanto buenos como malos recuerdos, aunque solo haya ido una vez.

-La comida es deliciosa ¿No lo crees, Harry? - preguntó el güero al momento que tomaba la copa de su vino para darle un trago con nostalgia recordando el día de su aniversario con tanto sentimiento.

- Demasiado diría yo - dijo mientras lo veía directos a los ojos y con una gran sonrisa.

- Aunque no sabe tan bien como la comida del restaurante de tu amiga Sky.

- No creí que recordarás su nombre - comentó Harry al momento de agarrar su copa de agua para beber de ella.

- Claro que lo recuerdo, estuvimos parte de la noche de nuestro aniversario platicando con ella y su
esposo, aún recuerdo que te pusiste celoso cuando lo vi por primera vez - comento Ryan tapándose la cara tratando de esconder su notable sonrisa.

-Ay, ni me lo recuerdes, casi se te cae la baba al verlo, por un momento pensé que le tomarías una foto para que pudieras violarlo bien, sin interrupciones - dijo rodando los ojos mientras a su mente venía ese recuerdo, pues a su novio se le dio por casi violar con la mirada al esposo de su amiga, sin descaro alguno.

- Ja ja, gracioso - respondió con un evidente sarcasmo Ryan por su último comentario - No, pero ya enserio, ún recuerdo como te pusiste esa noche.

- ¿Así? ¿Cómo me puse según tú? 

-Esa noche fuiste un salvaje, parecías un adolescente celoso, pero creeme se muy bien que lo recuerdas, porque para mí pareciera que fue ayer -habló Ryan con un poco de perversión en su voz.

Pues si sigues tentandome, no solo lo recordaremos, sino que tambien lo reviviremos esta misma noche, fue lo que pensó el mayor, pero no logro decirlo porque en ese momento se acercó el mesero que los estaba atendiendo a preguntar si necesitaban algo más.

- Solo necesitamos la cuenta, por favor y gracias - se apresuró a decir Ryan, pues ya los dos habían terminado de cenar.

- ¿Vas a pagar tú? - pregunto al momento de ver como sacaba su billetera el menor.

- Yo te pedí la cita, lo correcto es que yo pague la comida. - respondió con obviedad mientras veía sorprendido la cuenta que había traído hace unos segundos el mesero, tenía varios ceros, aunque valía la pena pues el dinero va y viene, pero un momento con Harry se quedará para siempre en su memoria.

- Dejare que pagues con la condición de que después vayamos a tomar algo a mi habitación. - dijo mientras tomaba el último trago de su copa de vino.

-Aceptó. - dijo al momento que ponía el dinero en la mesa.

-Entonces, andando - habló al momento que se levantaban de la mesa.

-Vamos - respondió Ryan al momento que caminaban a la salida del restaurante.

Decidieron ir caminando al hotel pues no quedaba tan lejos del restaurante en donde habían cenado o al menos eso decía Google Maps y así de igual forma poder pasar un tiempo juntos charlando de cualquier cosa, pues a Ryan no le importaba de que tema hablaran mientras pudiera estar con Harry, él estaba feliz.

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Al llegar al hotel se pusieron de lo más cómodo o por lo menos eso hacía Ryan, mientras Harry buscaba una de las botellas de vino que tenía en el mini bar que estaba en la habitación, para después abrirla y servirlo en dos copas.

Treinta minutos después los dos estaban de lo más feliz ya con una botella vacía de vino en la alfombra de la sala que tenia la habitación mientras que Harry se disponía a abrir la segunda.

Después de abrirla, le sirvió otra copa a Ryan, siguieron hablando de su pasado, de sus recuerdos y de todo lo que habían vivido juntos, de sus pelas absurdas, entre otras cosas.

Esto se esta saliendo de control pensó Harry mientras besaba con desesperación los labios de Ryan.