Ese mismo día temprano.
Estaba profundamente dormida cuando comencé a sentir una mano cálida rozando mis mejillas, abrí los ojos lentamente solo para encontrarme con la mirada de mi madre jimena y una hermosa sonrisa dibujada en su rostro al sentarme en la cama pude notar el pequeño pastel que traía en sus manos.
- ¿mamá para que es el pastel? Dije un poco adormilada pues aún no captaba que dia era hoy y porque motivo ella me traía pastel.
- ¡tu siempre tan despistada! Hoy es tu cumpleaños hija, hoy es el día tan esperado.
Las palabras de mi madre fueron como un balde de agua fría para mi, incluso el sueño se fue por completo y me sentía muy sobria y mi descontento hablo por mi pues no estaba nada feliz.
- ¡mamá no se que tiene de especial este dia! Para mi solo es el dia que se arruinara mi futuro por culpa de este dia tengo que dejar la escuela tengo que someterme a un raro entrenamiento que no quiero pues las personas como nosotros son tratadas horrible y odio eso.
- ¡hija, es normal que los lobos de rango más alto sean prepotentes! Debes ser fuerte y demostrar tu valentía y te respetarán, tus estudios no son tan importantes como esta manada todos somos una familia.
- ¡mamá! ¿una familia que se trata desigual? Yo no quiero una familia así quiero ser normal no quiero ser un lobo, solo deseo esperar que mi transformación no llegue.
- ¡hija no digas eso! La manada te necesita desde hace 25 años que el alfa busca a su mate y no la encuentra mientras eso no pase la manada es débil.
- ¡mamá esto no es justo! Mis lagrimas calleron en vez de ser un dia especial para mi realmente era un martirio pero tenía que hacerlo pues el castigo sería la muerte o el exilió si decidía no ser parte de la manada y eso conlleva a no ver a mis padres nunca más.
- ¡hija se que no es justo! Si las cosas fueran diferentes otra cosa seria, esperemos que el alfa encuentre pronto a su mate y ella sea alguien buena que ponga las cosas en orden y se acaben todas estas reglas abusadoras.
- ¡Han pasado 25 años! El antiguo alfa espero 200 años por su mate, no esperare tanto para ser libre, prefiero perder toda esperanza en este momento ¿al menos puedo disfrutar este último día?
- ¡Está bien hija! Sal a donde tú quieras.
La plática concluyó aqui, se que mi madre me dejaría elegir si fuera posible solo tiene miedo que yo escoja algo malo y el alfa termine matandome por mi desinterés ya que matan o destierran también a los débiles para eso son los entrenamientos rigurosos para ver el desempeño de cada uno y su alguien no pone de su parte se deshacen de ellos pues el alfa cree que no necesita lobos débiles.
Sali a caminar un poco queria distraer mi mente no pensaba en nada cuando choque con alguien incluso llege a pensar que era un poste pues estaba tan duro como piedra y no se movio nada por el golpe solo yo caí, al voltear hacia arriba pude verlo media aproximadamente un metro ochenta su piel era morena y cabello negro sus rasgos bien definidos pero tenia un par de marcas de guerra en los brazos por esas marcas pude darme cuenta que contaba con mas de 40 años.
- ¡disculpe señor no lo vi! Me puse un poco apenada ya que por su aura pude darme cuenta que era un beta.
- ¡una humana tan débil no debería de estar aquí! O podría ser aplastada.
Su tono era arrogante odiaba que se comportan de esta manera solo por ser más fuertes.
- ¡con todo respeto eso no es de su incumbencia! Dije para después darme la vuelta no quería saber qué contestaría o diría ya que no me interesaba.
- ¿Qué dijiste? Eres una maldita insolente, el me tapo el paso yo solo media 1.50 eso le hacía más fácil para él interponerse en mi camino y cuando se interpuso en mi camino algo dentro de mi quería asesinarlo pero en esta circunstancia el me asesinaría a mi.
- Trate de evitarlo pero no me deja en paz, ¡deja de molestarme! Acaso no ves que no me interesa hablarte.
- ¿acaso huyes porque tienes miedo? Dijo él en tono burlón.
- ¿a quién? ¿a ti? Solo eres un viejo ¿acaso crees que das miedo? Estas equivocado para mi solo eres una persona mayor que busca atención.
Pude ver como mis palabras lo habían hecho enojado con éxito.
- ¡Te mataré maldita! Dijo y su cuerpo comenzó a emanar humo pude darme cuenta que estaba por transformarse y eso no conlleva a nada bueno.
Al pensar que hacer escuche una voz en mi cabeza, ¡grita lo más alto que puedas y se detendrá!
No sabia si lo que estaba pensando era real o solo seria mentira pero en ese momento no me quedaba de otra.
- ¡Para! Dije gritando, aunque estaba apenada porque mucha gente nos había rodeado grite muy enojada a pesar de todo, los presentes comenzaron a reír por mi patético intento pero algo sorprendente paso el se detuvo al igual que su transformación.
Al volver a la normalidad me miró como un cachorro regañado.
- ¡Lo siento! Ahora veo que no es una humana normal.
El dijo esto para después marcharse y esas palabras solo confundieron mucho mi mente pero no le tome importancia solo creí que eso lo había leído en algún libro y que por esa razón había resultado.
Preferí regresar a casa ya que no me interesaba seguir paseando no después de este acontecimiento, cuando llegue a casa mis padres no se encontraban supuse que estaban haciendo algunos de los trabajos que el alfa le encomendó y ese estupido entrenamiento.
Me acosté un rato en mi cama y pude escuchar mi celular sonar.
- Por favor mañana presentarse en el lugar de entrenamiento para novatos.
Era un mensaje del encargado de los entrenamientos, no sabia como habia conseguido mi número pero supuse que era obra de mis padres asi que no le tome mucha importancia.
Odiaba todas esas reglas y todo lo que conllevaba ser un lobo, yo solo deseaba encontrar a mi mate y que esté fuera de otra manada porque si era asi podria tener almenos un futuro mejor y lleno de felicidad, pues cuando tu mate es de otra manada eres transferida a ella o al menos en el caso de las mujeres.