Las heridas de Jonathan
Jonathan y Val siguen su camino hacia la casa del rubio, era de noche los amigos hablan de cosas triviales cuando divisan luces de incendio, Jonathan detiene el andar, bajan de la camioneta, los dos se tienen que llevar las manos a los oídos por el sonido silente, ambos se retuercen de dolor como acto desesperado Jonathan se clava sus dedos meñiques reventando sus oídos provocando su propia sordera, Val lo imita, al no escuchar nada salen corriendo lo más rápido que sus piernas les permite dejando en el camino pedazos de sus zapatos, al llegar Jonathan ve a sus hermanos y amigos pelear, los establos incendiados, busca con la mirada a sus padres para su fortuna no los ve y eso lo toma como buena señal, ve caer a unos de sus amigos, ve como todos se encuentran defendiendo, no pierde más el tiempo y cambia a bípedo, un lobo color beige, ojos azules corre para integrarse a la filas, su lugar pedazos de su piel, blanca así como su cabello rubio y su dentadura humana.
Un zarpazo va a golpear a una chica que a una de sus “hermanas” y es él quien detiene el golpe con su garra izquierda, cierra el puño de la derecha y lo clava en el pecho, el atacante cae de espalda, con un movimiento de cabeza ordena a la chica huir, aúlla, ese aullido detiene las peleas por unos instantes, gruñe, con movimientos de ambos brazos y manos da indicaciones para alinear todo e iniciar el contra ataque, a lo lejos una mujer ve la pelea y ve como el recién llegado va tomando el control de la situación gira sobre su propio eje, la piel de lobo que lleva como chal cobra vida colocándose como “capa” quedando la cabeza del lobo en su propia cabeza y el resto de piel es su espalda, la piel se estira hasta cubrir por completo su cuerpo humano, al estar completamente cubierta, dibuja símbolos en el aire, al inicio son invisibles después rojo para pasar a color plateados, al quedar estables en ese color como si fuera pitcher lanza los cada uno de los diez símbolos, el primero golpea al rubio en su pierna derecha haciéndolo sangrar mas no lo detiene, enojada hace que dos disparos más se claven en la pierna, enojada un cuarto disparo va directo al corazón del rubio, pero gracias a su habilidad logra capturar el disparo con ambas garras, aúlla del dolor al sentir como ese forma redonda se materializa y lo quema, plata pura, el quinto disparo que iba a su cabeza lo esquiva de suerte ya que el dolor lo hace agacharse y el disparo pasa de largo, suelta el objeto de plata y justo cuando se pone de pie diez certeros disparos le dan en la espalda, el aullido que emite hace que todos los presentes dejen de pelear... una que otra de las mujeres se llevan sus manos a la boca de asombro, uno que otro hombre al verlo caer al piso y verlo cambiar a hombre reinicia el combate.
_¡Ha caído Jonathan! - gritan unos-
_¡Cayo el alfa! - gritan otros-
Esas afirmaciones recorren todo el campo de batalla, Val ayudado por los arqueros logra echar en huida los atacantes, una de las hermanas de Jonathan logra dar con la mujer, con su poco conocimiento de sus tradiciones y magia la chica logra golpear a la mujer y causar daño, gracias a sus protecciones con sus manos desnudas logra arrancar la piel de lobo, la mujer no se queda atrás aruñando el rostro de la chica, lesionándola del lado izquierdo del rostro incluso apagando la vida su almendrado ojo, pero gracias al daño que le hicieron debe pedir ayuda para huir del lugar, los guerreros van detrás de los que huyen, otros tantos se quedan a ayudar con los heridos, los jóvenes avisan a los ancianos que todo ha terminado, salen de su refugio, y son ellos los que atienden a los heridos, los canticos se escuchan por toda la comunidad, los heridos que necesitan cirugía son trasladados a los hospitales de las reservas, un par de hombres llegan con el rubio, lo dejan en una cama boca abajo y es su padre adoptivo el que llega a ayudarlo, ve las heridas, la plata aún se encuentra incrustada en su cuerpo, su madre, enojada, pasa una especia de sonaja por la espalda haciendo brillar la plata, frunce el entrecejo, se amarra cuero en su mano derecha formando una protección, sigue moviendo la “sonaja” al tiempo que canta y con la derecha arranca el primer símbolo, símbolo que al quedar en su mano cambia a serpiente, animal que intenta dañar a la asiana, las trenzas grises de la matriarca atrapan a el animal y lo estrangulan, uno a uno retira los símbolos de la espalda de su hijo, finaliza y ve las heridas, con sus manos cansadas hace una mezcla de miel, flor de manzanilla, aole vera, de un huari saca varias bolsistas con polvos, mezcla varios de esos polvos, las coloca en las heridas que al hacer contacto con la piel, la piel emite sonidos como si hiciera contacto con aceite hirviendo y en ella se ve como si hubiera una pequeña pelea en la herida, la mujer pasa su sonaja por las heridas, luchando para sanar a su hijo. Varias horas pasan sin que ella deje de “pelear” por la vida de Jonathan, por fin finaliza y lo deja reposar y ella se va a ganar.
Para medio día llega Innik, poco le importó dejar su encomienda, es recibido por sus ancianos padres, en el acto fue reprendido por desobedecer a Jonathan, calla ante el regaño, cuando finaliza va con su hermano, pasa su mirada por la cama donde el rubio sigue inconsciente, acostado de lado para que el calor del sol le dé en la espalda y le ayuda a sanar.
_Madre ¿él morirá?
_Lo dejaron muy mal herido. No sé por qué regreso.
_ Espero y no. Sus heridas son demasiado difíciles de sanar.
_- Camina hasta quedar viendo la espalda del rubio – _ Están como si estuvieran recién hechas, tu magia no está funcionando.
_Hice todo lo que mis conocimientos me permitieron.
_Si Jonathan muere por fin tendrás lo que quieres hijo mío, ser el alfa de nuestra nación - madre e hijo voltean a ver al patriarca-
_Eso es verdad, siempre has querido ser el alfa – la anciana palmea el hombro izquierdo, ambos ancianos dejan solos a los muchachos-
Editado: 11.12.2024