Pasaron cinco días, Darío se presenta ante su hermano mayor.
_ Jon-Jon a estado cumpliendo con su palabra, sin embargo y con respecto al tema de las chicas tenemos otro problema.
_- Sentado en la silla principal del despacho con los codos en el escritorio dedos entrelazado y ceño fruncido Elián espera las palabras de menor- _ Creo saber cuál es, pero dime.
_ Ciertos lobeznos de aquí...
_¡Jajaja! - Ciro se levanta de su lugar con una manzana en mano - _ ¡Viva la vida! Por eso peleamos ¿Cierto? Por el futuro de los cachorros.
_ -Elián niega con la cabeza, Darío asiente- _ Si, pero estamos en guerra y estamos hablando de mis hijas.
_Gracias a los dioses mis hijos ya están todos casados. - Ciro muerde su manzana-
_Y los míos son niños. - Darío le arrebata la manzana a Ciro- _ algo debemos hacer para que dejen en paz a las chicas.
_- Elián se pone de pie-_ Son mis hijas, son mi problema. Hablaré con Elena, en cuanto Emilia, me guste o no sé qué Jonathan la va a proteger voy a apoyarme en eso, aunque ellos no lo sepan.
_Entonces su alteza real - Darío ríe por el sarcasmo de su hermano Ciro- _ ¿Continuamos con la organización?
_ Cual debe ser.
El mayor sale del despacho escuchando las risas burlonas de sus hermanos menores su expresión seria cambia a una más relajada de alguna manera le agrada la idea de que las chicas tenga una vida “normal” a pesar de las severas circunstancias, llega a sala y para su mala suerte va llegando Jonathan, de pantalón de mezclilla negro, botas vaqueras negras, camisa roja, tejana gris, cinto a juego con las botas, el mayor puede notar que a Emilia se le van los ojos al ver al rubio.
_No puedo negar que el niño tiene estilo.
El recién llegado se retira la texana y saluda a las chicas, el timbre vuele a sonar, Elena abre la puerta siendo los chicos de Navojoa, eso hace que el instinto paterno se ponga en alerta a él mayor.
Los lobos recién llegados no pasan los cien años y la a paraciencia de la mayoría es de menores de veinte años haciendo que Jonathan se sienta incomodo entre ellos, Elián le toca el hombro izquierdo al rubio y lo invita a ir con él a una distancia considerable, pero sin dejar de ver a las chicas.
Cuando uno de los chicos toca el cabello de Emilia, Jonathan se levanta de su lugar enojado, pero lo detiene el agarre de Elián, se vuelve a sentar y gruñe por lo bajo.
_Eso es la parte de mala de cuando uno se empareja con un humano. Darío me tuvo que detener varias veces para no matar a Fernando.
_ ¿Nunca se quitar este sentir de enojo y celos?
_No hasta que ella o él te habla o te toca.
_¿En verdad?
_Ajá, ya que te calma.
_¡Oh! Interesante.
_¡Papá! - Emilia se le echa encima al mayor- _Nos están invitando a salir los chamacos ¿nos das permiso? - Suelta a Elián y saluda a Jonathan de abrazo y beso- _ Hola Jon- Jon que guapo te ves. ¿Tons que papá?
_- El humor de Jonathan cambia por el acto de ella- _ ¿Puedo ir con ustedes?
_A decir verdad no quiero ir, prefiero encerrarme y jugar video juegos.
_Hija no debes ser descortés pueden ir, pero no pueden ir lejos y no pueden ir solas. Que vaya Ciro o Darío e incluso Jonathan por si algo pasa.
_Confié en mí su alteza cuidaré bien de las chicas.
_¡Siii! - Emilia toma del brazo a Jonathan- _ Pa, yo confió en Jon-Jon.
_Vayan – ve el reloj de pulso- _ tres horas y los quiero de vuelta y nada de meterse en problemas. - la chica los deja solos una vez más- _ ¿Mejor?
_Mucho. Bueno iré a cuidar lo mío. - no deja reaccionar a Elián sale corriendo con los chicos-
Los jovencitos dejan la casa deciden ir caminando a la cafetería que les queda cerca siendo Jonathan quien va al final del grupo vigilando la zona y vigilando que no se sobrepasen con las chicas.
_¡Jonathan! ir atrás no te hace más importante.
_-El gringo baja la mirada hacia el sonorense- _ Soy el único alfa del grupo si pasa algo debo defenderlos, sobre todo a las chicas.
_ No seas mamón todos aquí podemos cuidar a las chamacas, además todo sabemos que Elena no necesita protección en cambio Emily sí.
_Y para eso me tiene a mi así que aléjate de ella.
_No ve marca por ningún lado así que ella es libre.
_¡Es humana! Déjale en paz.
Llegan a la cafetería piden la orden para llevar y se siguen de largo hasta llegar a un estadio de beisbol privado, todo brincan la barda, Jonathan toma en brazos a Emilia, le da el sombrero y hace gala de su destreza física cae en el estadio como si no hubiera hecho esfuerzo alguno, eso asombra a la chica.
_ ¡Que padre! Se sintió como volar. - Emilia le coloca el sombrero en lo que él la baja-
_Supongo que así se ha de sentir volar.
Todos se sientan en las gradas contemplando el estadio y el atardecer, Emilia baja al campo recorre las bases caminando llega al home y regresa su andar por la tercera base, de ahí al jardín central, baja la cabeza evitando llorar, se estremece cuando siente un brazo que le rodea la espalda.
_ Mamá y yo teníamos pocas cosas en común, pero a las dos nos gustaba el beisbol algún día iríamos a uno de las grandes ligas.
_- Jonathan la rodea con sus brazos haciendo que recargue la cabeza en él- _ Ve tú sola, disfrútalo y cuando se lo platicas a ella.
_Me siento tan sola sin ella. Quiero a mi nueva familia, pero ella...ella era mi mundo.
_ Se lo que es perder a un ser querido, lo único que puedo decir es que recuerdes la bonito, y poco a poco tu herida va a sanar.
_No, si hago eso la voy a olvidar para siempre.
_Créeme no pasa eso tienes que dar tiempo al tiempo.
_Odio mi vida, odio a mi papá, si mi papá se hubiera quedado con nosotras o no le hubiera hecho tanto daño ella estaría viva, ella estuviera casa con Elián, ella...
_Ella ya no está y debes enfrentar esa realidad.
_No quiero, no quiero, la quiero a ella. - no puede evitar llorar-