"El Alpha "

❤Capitulo 16❤

Nick extendió la mano hacia Aimee. Esta inclinó la cabeza y enarcó una ceja al mismo tiempo que
lo miraba a los ojos.
—¿Te ofreces a alimentarme? —preguntó ella.
Este asintió y ella profesó una risa nerviosa. Tras unos segundos mirándolo agrandó la mirada a
causa de la sorpresa de comprender sus motivos.
—¡Te pone! —exclamó.
Volvió a inclinar la cabeza levemente como si buscase los motivos de sus actos y se mantuvo
pensativa unos segundos.
—Has sido el juguete de alguien poderoso y ese era el premio. Es un mal hombre, alimentarnos
no es el fin de la carrera.
Nick negó con la cabeza.
—Lo hago para ayudarte. ¿Lo conocías a él?
—Ligeramente —chasqueó la lengua—, es un familiar lejano —entornó los ojos—, vale, es mi tío,
pero no tenemos demasiada relación.
Chase los miró intermitentemente como si en algún momento fueran a explicarle lo que
escondían.
—¿Qué ha sido eso? —preguntó Nick.
—No me sale mentir.
—Y nosotros podemos detectar la mentira.
Aimee asintió cayendo en la cuenta de ese detalle. Fue entonces cuando su rostro se tornó
adorablemente simpático.
—Que buen equipo hacemos.
Fue el momento de centrar su atención en Chase, el cual casi tembló cuando sus enormes ojos
cayeron sobre él. Era la primera vez que los veía desde que la había sacado de aquel sótano tan
lúgubre. La pobre lloraba y temblaba a causa del dolor, ahora era una mujer muy distinta a la frágil
que habían encontrado.
—¿Seguro que estás listo para que vea tu vida? —preguntó ofreciendo cada una de sus manos a
un Devorador distinto.
Chase la tomó al instante.
—No tengo nada que esconder.
Ella dudó unos segundos, como si estuviera viendo una película y comentó:
—Cierto.
Acto seguido desaparecieron de aquel lugar y aparecieron en la habitación de cuidados intensivos
donde había permanecido todo aquel tiempo.
Ambos Devoradores hicieron ademán de vomitar y se llevamos las manos a la boca evitando que
eso ocurriera. Ella se limitó a sonreír divertida.
—El viaje puede resultar… agotador.
Y más para ella. Había necesitado mucha energía para hacer ese viaje, pero lo ocultó. En
aquellos momentos necesitaban más fortaleza que nunca, ya que la base se enfrentaba a uno de
los golpes más fuertes de los últimos años.
—¿Vas a quedarte? —preguntó Chase cuando recobró el color en su rostro.
—Parece que tenemos un enemigo común y no tengo mucha prisa para estar en otro lado. Si os
parece bien, me gustaría permanecer aquí un tiempo.
Nick asintió y él era el líder en aquellos momentos. Su palabra podía convertirse en ley si así lo
deseaba y su beneplácito la dejaba poder quedarse en aquel lugar tan especial.
Aimee se sentó en la cama y suspiró levemente.
—¿Todo bien?
Sonrió cuando Chase se preocupó por ella.
—Por supuesto, es algo agotador hacer uso de tanto poder, pero me pondré bien pronto. Gracias.
Ella no debía ser el foco de atención. Ahora los Devoradores debían ser más fuertes que nunca.
***
Camino a la base Lachlan se topó con dos coches que rastreaban la señal de los Jeeps en busca
de sus compañeros. Dar la noticia de lo ocurrido no fue nada fácil, pero no podía ocultarla ya que
iban a enterarse en cuanto llegara Doc a la base.
Doc se había encontrado con otro grupo de Devoradores que también habían salido a patrullar y
habían sido escoltados hasta la base. La noticia de la captura de Dominick iba a correr como la
pólvora. Pronto todas las bases iban a saber la noticia y que Nick era el nuevo líder.
Llegar a la base no fue mucho mejor. La comitiva que los vino a ver a la puerta sabía la reciente
noticia y pudo comprobarlo en sus caras, aunque no podía quejarse, ya que les dieron ropa para
cubrir sus cuerpos.
Se llevaron a Ryan al hospital seguido de un Luke muy expectante. Lachlan frunció el ceño, de no
ser porque no lo creía posible, su Sargento mayor sentía algo especial por el muchacho, ya que
había actuado de forma visceral al ser atacado y no se había separado en todo momento de su
lado.
Una Devoradora muy alta se acercó a ellos, su energía fluctuó y supuso que fue a causa del
dolor, no obstante, impuso tal respeto que Lachlan no se atrevió a saludarla más que con un leve
movimiento de cabeza en vez de con palabras.
—Mi nombre es Brie, soy la pareja de Hannah. Vengo a llevaros a casa de Leah para que
descanséis hasta que ella recobre el conocimiento.
—¿No podría quedarme con ella?
Fue entonces cuando la temblorosa voz de Olivia los sorprendió. Se había quedado muda desde
que habían subido al coche y todos los intentos de conversación habían sido en vano por mucho
que lo había intentado.
Brie asintió con ciertas reticencias. Seguramente todos sabían la historia y culpaban a la híbrida
de lo ocurrido. Debían comprender que no había tenido otra opción o sus sobrinos hubieran
acabado hechos papilla esparcidos por su cocina.
—Seguidme —ordenó ella con voz neutra y comenzó a caminar hacia el hospital.
—Quiero que sepáis algo —dijo Lachlan antes de que la Devoradora lo cortase alzando una
mano a modo de silencio, no se molestó en mirar a sus espaldas para saber si la seguían.
—Lo sabemos y comprendemos los motivos, al menos yo… —La última parte había sido
pronunciada como un leve susurro.
Llegaron a la habitación donde habían puesto a Leah a descansar. La pobre humana seguía
inconsciente bajo la atenta mirada de Doc.
La Devoradora los guio hasta la puerta y allí se detuvo en seco.
—Podéis entrar, yo esperaré fuera.
Olivia tomó la iniciativa y entró en la habitación. Lachlan la siguió a pies juntillas y se detuvo en
seco cuando ella lo hizo profesando un gemido. Algo o alguien había trastocado tanto a Olivia que
perdió levemente el equilibrio, pero se recompuso casi al instante.
Lachlan miró en el interior y no vio nada fuera de lo común. Leah lucía buen aspecto y Doc estaba
serio como siempre lo había visto, no era una novedad en aquel hombre. Sin embargo, había una
mujer en aquella habitación que miraba a Olivia con suma sorpresa.
—Alma… —susurró Olivia y el Alfa pudo comprenderlo todo.
Aquella mujer era la viuda de Cody y eso empeoraba la situación. Al parecer, era una buena
amiga de Leah y había corrido a su lado en cuanto las malas noticias habían llegado a sus oídos.
—Puedo salir si lo prefieres —se ofreció educadamente.
La humana negó con la cabeza.
—Eres su hermana, en todo caso soy yo la que debería salir de aquí.
—Podemos quedarnos las dos si te parece bien.
Alma hizo una mueca extraña con la boca antes de asentir, no era de su agrado, pero al menos
comprendió los motivos que la movían a estar cerca de su hermana.
Lachlan reparó entonces en el cansancio de Olivia y le acercó una silla. Ella se sentó sin
necesidad de decirle nada y suspiró cuando sus huesos tocaron la silla.
—Bueno, qué bonita reunión familiar tenemos montada, ¿no?
Olivia se tapó los ojos y negó con la cabeza ante la pregunta que dejó ir el lobo.
—Vale, no era el momento adecuado.
Eran los nervios, fijo que se trataba de eso .




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.