¿ El Amigo o El Cuñado De Mi Hermano? Saga: Nyc N° 2

Capítulo 38

— ¿Que paso Amanda? ¿El ratón te comió la lengua? — dijo Dave con una sonrisa.

—Pedazo de imbécil— dijo Amanda molesta, no sabía qué hacía Dave ahí pero no lo quería averiguar. Hace años que no lo veía y justo ahora que está bien con Jason el aparece —vete de aquí, tú y yo no tenemos nada de qué hablar...

—Claro que si cariño; tú y yo tenemos mucho de qué hablar.

Que dijera eso la enfureció.

—No, Dave. Y será mejor que te marches porque si no pediré que te saquen de mi edificio— grito temblando del enojo. Ella lo odiaba.

—Sé que no lo haría, además. Te guste o no. Tú y yo tenemos que hablar.

—Entiéndelo Dave. Tú y yo no tenemos nada de qué hablar. Llevo años sin verte desde que me colocaste una cornamenta del tamaño del Empire State.

—No te preocupes Amanda, no quiero hablar de eso—dijo con sarcasmo— quiero hablar sobre otra cosa.

— ¡NO! ¡VETE! —grito

— ¿Amanda? ¿Qué está ocurriendo? — Dijo la voz de Nick llegando al pasillo — recibí tu mensaje; ¿Estas bien?

Nick observo receloso a Dave, en ese momento no lo había reconocido, pero le parecía familiar. Pero no entendía que hacia ahí ese tipo.

— ¿Cual mensaje? — le pregunto Amanda; ella no le había mandado nada.

—Ahh, debo llevarme el crédito por eso señor Dolce, déjeme presentarme, mi nombre es Dave Simons, ¿Me recuerda? Fui yo quien le mando el mensaje; quería hablar con usted y con Amanda.

Nick lo observo con cuidado fue ahí donde lo reconoció.

Sabía quién era; el tipo era joven, con cabello claro, pero se notaba en su vestimenta su falta de clase; coloco Amanda detrás de el para protegerla.

El apretó los puños para evitar abalanzarse sobre el imbécil que decidió jugar con el corazón de Amanda.

—Nosotros no tenemos nada que hablar con escorias como tú— dijo Nick.

—Creo que sí, y mucho señor Dolce. Llevo casi dos semanas tratando de reunirme con el gran “Alexander Ambrosetti”— menciono con desdén— pero el muy imbécil se niega a recibirme. Y la única forma de llegar a él sería por su adorada hermanita.

Nick observo a Amanda, los dos estaban confundidos por toda la situación.

—Entonces ¿por qué Nick está aquí?, él no tiene nada que ver...

— Claro que si, en caso de que Ambrosetti no me de lo que quiero, sé que puedo obtenerlo de Dolce, sé que él es tu novio Amanda y no le gustaría ver sufrir de a tu familia.

Ese último comentario los puso alerta a ambos, ¿Ver sufrir a su familia? ¿De qué está hablando?; y Nick y ella no eran nada, de seguro él había leído los artículos del periódico y por eso creía lo que ahí decían.

—Mira intento de hombre; no nos vengas con tus absurdas amenazas, será mejor que te vayas...

—No me iré a ningún lado; quiero que me consigan hablar con Ambrosetti y con Paige, de seguro ella me recuerda— dijo con una sonrisa maliciosa al ver el rostro de confusión de los otros.

— ¿Que tienes que ver tú con Paige? — dijo Amanda entre dientes.

Dave lanzo una carcajada al verlos; eso era más divertido de lo que pensó.

—Mucho...por ese motivo necesitó hablar con Alexander para...

La conversación se vio interrumpida por una persona saliendo del departamento de al lado.

Todos se quedaron en silencio hasta que la persona se alejó.

—Este no es lugar para mantener esta conversación— le dijo Nick a Amanda, ella comprendió y abrió la puerta para dejarlos pasar.

Una vez los tres adentro, Nick giro y le dejo caer un puñetazo de lleno en la cara.

—Eso fue por engañar a Amanda imbécil— dijo molesto

— ¿Sabes?, ya no importa, sé que te tengo en mis manos tanto a ti como al idiota de Ambrosetti— dijo limpiándose la sangre del labio.

— ¿De qué estás hablando? — pregunto Amanda.

—Quiero dinero, y cualquiera de los dos me lo dará.

—Debes de estar loco para pensar que mi hermano o Nick te darán un penique.

—Lo harán Amanda, es muy curioso la cantidad de información de una familia como la tuya se puede obtener de un periódico— dijo riéndose— imagínate mi impresión; al saber que tu hermano precisamente se había casado con la mejor amiga de mi ex.

Nick y Amanda se quedaron callados un momento analizando eso.

—Y que tu hermano haya aceptado adoptar a mi hija junto con Paige es la ironía más grande que he vivido.

— ¿cómo que tu hija? — dijo rápidamente Amanda comprendiendo la situación y perdiendo el color de su rostro.

—Sí, mi hija y de Kate Howard, es una lástima lo que ocurrió con ella; pero sé que la niña está en buenas manos; unas manos que también me ayudaran a mí.



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En el texto hay: romance, amor, cuadroamoroso

Editado: 18.09.2018

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