Yo. .. bueno, yo creó que debería presentarme, ¿verdad?.
Mi nombre es park jimin, nací un trece de octubre, tengo diecisiete años de edad, asisto a la escuela preparatoria.
Terminé la secundaria aproximadamente hace dos años, y afortunadamente sólo tuve que trasladarme al otro extremo del plantel ya que éste cuenta con ambos, el comedor queda justo en medio de los dos y además el colegio también cuenta con un enorme salón de danza y teatro, la danza es una de las actividades que más me gusta hacer.
Amo a mi familia, mis padres son muy cariñosos y comprensibles conmigo y con mi hermano menor.
Mi hermanito es adorable, y es dos años menor que yo, por supuesto a veces tiene sus días en que es insoportable, pero aún asi lo quiero.
Vivo en busan desde que tengo memoria, mi sueño es convertirme en un bailarín de danza contemporánea profesional, y afortunadamente mis padres me han dado todo su apoyo, siempre me animan a seguir mis sueños y lo que me haga feliz.
Mi infancia fue divertida por lo poco que recuerdo, practique esgrima desde los siete años hasta los trece, después lo dejé para enfocarme en el baile.
En el colegio. ... en el colegio no me va tan mal, supongo, algunas veces algunos de mis compañeros de clase me molestan por mi físico o cosas sin importancia, pero supongo que es normal, ¿no?, a todos alguna ves nos a pasado eso.
{Juega con sus manitos nervioso y agacha su mirada con timidez mientras mordisquea sus labios antes de volver a hablar.}
Trató de fingir que no me afecta pero la verdad es que me hacen sentir mal, cuando llegó a casa me encierro en mi habitación y lloró de la frustración, me da pena admitirlo pero... no, mejor olvidenlo, tal vez sólo le estoy tomando demasiada importancia, a veces llego a ser un poco sensible, trató de estar bién por mi familia, sobre todo por mi madre, no quisiera darles una preocupación más.
Ellos son la razón de mi felicidad.
Aunque no todo es malo en el colegio, conocí a una personita que se a vuelto sumamente especial para mi, y hace que todo se vuelva mejor, él me hace reir mucho, cuando estoy con él todo lo malo se desvanece, es como una fuente de felicidad y alegría, su nombre es jungkook, junkookie, kookie, y conejito.
Es alguien adorable y muy, muy lindo, lo conocí en un hermoso día de primavera en que los árboles de Cerezo estaban en flor y danzaban con el viento.
Estaba muy triste en aquel momento.
¿la razón?.
Me había enamorado de mi profesor de danza, él me dió clases durante tres años, él era muy bueno conmigo, era amable y divertido, también era atractivo, y ese fue un buen complemento para desarrollar un amor unilateral por él, en esos treinta y seis meses sólo me dediqué a disfrutar de su compañía y a admirarlo.
Chicos, pasar demáciado tiempo con una persona tiene sus consecuencias.
Había decidido confesarle mis sentimientos cinco semanas antes de conocer a jungkook.
Tarde mucho, lo sé, pero tenía mis razones.
Quería que él tomará en serio mis sentimientos, y no cómo un simple capricho de un niño, o alguien que tal vez estaba confundido, además tampoco es que tuviera el suficiente valor para simplemente hacerlo, tuve que mentalizarme y como ven, me tomo mucho tiempo.
Tampoco es que haya servido de mucho como ya se dieron cuenta, cuándo se lo dije me rechazo, sus palabras de rechazo no fueron toscas ni hirientes, de hecho fue todo lo contrario, dijo que valoraba mucho mis sentimientos por él, pero que lamentablemente no podía aceptarlos ya que al él ser mayor que yo, y además ser mi profesor no sería ético de su parte, que mis padres no estarían de acuerdo y que él no quería provocarme algún problema con ellos.
También dijo que se sentía muy halagado de que él me gustase pero que yo podria estar confundiendo el amor con cariño, o afecto.
Me rechazó de la manera más tierna y amable posible pero aún asi fue inevitable que me doliera, estaba consiente de que tener muchas expectativas estaba mal, pero aún asi no pude evitar tener esperanzas, mi corazón dolió y un par de lagrimas se escaparon en frente de él, sentía vergüenza de que mi amor platónico tuviera que limpiar mis lagrimas después de decirle que no a mis sentimientos.
Después de aquéllo fueron las cinco semanas más largas de mi corta vida, me sentía ridículamente miserable, las horas, incluso los minutos parecían pasar mucho más lentos de lo normal, me la pase llorando y deprimido por dos semanas enteras antes de por fin resignarme.
Supongo que incluso mi hermano se hartó de mis lloriqueos porque una noche irrumpió abruptamente en mi habitación mientras yo lloraba tranquilamente en las penumbras de ella.
Mi hermanito entro cual policía en redada.
{Jimin se toma el tiempo para recordar lo sucedido esa noche y empieza a reír en el proceso, ahora que todo había pasado le daba mucha gracia recordar ese incidente}
Bueno, como sea, después de entrar encendió las luces haciendo que me quedase ciego momentáneamente mientras mis ojos inchados por el llanto hacían el esfuerzo por acostumbrarse a la luz artificial, se acercó y se sentó a mi lado en la cama dónde yo yacía recostado.
Pregunto lo que me pasaba, preguntó por que siempre tenía los ojos inchados de tanto llorar.
Al principio no querría decirle pero su insistencia me terminó fastidiando, prácticamente me exigió explicaciones.
Al final terminé contándole absolutamente todo, le conté sobre mi enamoramiento por mi profesor, el transcurso y el como finalmente me le confesé, también el como me rechazo.