CAPITULO 4

La vida te lleva a situaciones y conclusiones muy devastadoras, pero ciertamente el proceso de vivir depende de ti como persona, el amor lleva el mismo proceso, puedes estar enamorado durante años, depende de ti seguir atado a ello.



Después de un día lleno de trabajo y reuniones ejecutivas, Evangeline se dirigió directamente al restaurante perteneciente a su familia y especialmente personalizado por ella, tanto en diseño, planos y decoración, así como las estrategias para que fuera un negocio productivo, ya que este fue un proyecto que ella encabezó a una edad joven, el restaurante llamado Restaurante LineYa. Se decidió el lugar de reunión ya que el este año ella sería encargada de organizar el evento.

Al bajar de su auto junto a su asistente Line se cruzó la puerta encontrándose con una escena familiar, todos los empleados desocupados en este momento le dieron la bienvenida para dirigirla de camino al tercer piso, que fue reservado especialmente para la ocasión, aunque todo el restaurante esté cerrado al público. La personalidad de Line es sencilla, es una clara expresión de dar lo que recibes, aunque es una mujer de pocas palabras, nadie pierde la oportunidad de acercase a ella y tratar de conquistarla.

Mientras ella caminaba se encontró con una persona bastante familiar, pero que no tenía muchas razones de asistir a esta reunión básicamente informal, se trata de uno de los accionistas de la empresa de su futuro prometido Haime Vasto. Él es una persona joven con un atractivo encantador y generalmente optimista, en cuanto Haime visualizó a Line inmediatamente se le acercó.

- ¡Hola, señorita Yaqus! Nunca creí que vendrías, pero es un placer verla de nuevo -dijo el hombre extendiendo la mano para un saludo casual.

- Hola, señor Vasto. -por mero refleo Line simplemente estiró la mano y se saludaron naturalmente.

- Señorita, escuché que se comprometerá con nuestro presidente, ¿está segura de hacerlo?

- Señor Vasto, no acostumbro a hablar sobre mi vida privada, simplemente vamos a la reunión.

- Si…

Sin más remedió a poder negarse a entablar una conversación con la mujer simplemente la siguió permaneciendo atrás de ella, sin embargo, Evangeline no sabía que el otro atrás de ella le revelaba una mirada de afecto y cariño, un cariño que Haime nunca se había confesado a declararle, puesto que Line prácticamente nunca sale a la vida pública de repente el hombre pensó tener una oportunidad y se negó a renunciar.

- Line necesito decirte algo importante yo en realidad siempre he sentido algo por ti. – diciendo eso, Haime simplemente dejó de caminar y fijó una mirada deslumbrante a la figura que la mujer que tenía delante, Evangeline por otro parte se detuvo en seco sin intención de voltear y dijo sin inmutarse.

- No soy adecuada para usted Señor Vasco, por favor, busque a alguien más. -con eso y dejando las palabras claramente escuchadas por Haime, la mujer que amaba en secreto durante varios años simplemente siguió caminando.

Parado por unos momentos Haime se giró para salir del restaurante con el corazón roto, aunque anticipaba lo que ella respondería aun así le dejó un hueco en el corazón y en la mente, aunque no había interactuado con ella lo suficiente la belleza de Line era innegable y sus habilidades financieras eras exquisitas. Queriendo dirigirse inmediatamente a la puerta, pero, cuando levantó la mirada se encontró con unos ojos bien abiertos y llenos de frialdad dirigiéndose a él haciendo que el hombre con el corazón roto abriera terriblemente los ojos con miedo y sintiéndose un hombre muerto, simplemente sintiera que había actuado en el momento menos oportuno y que era un estúpido.

El hombre parado a no más de 5 metros de distancia claramente había escuchado todo y se sentía por alguna razón completamente molesto con el hombre que tenía enfrente, por su descaro y atreverse a interferir ante una mujer que claramente en unos días estará comprometida y después atada en matrimonio. Su enojo era tanto que incluso le dijo a su asistente.

- Compra las acciones de mi empresa y mándalo lejos de mi vista.

- Si Señor Hallis. -Erik simplemente respondió y usó su teléfono inmediatamente haciendo llamadas y dirigiéndose poco después a Haime.

- Señor Vasco, acompáñame por favor.

- No, Señor Hallis. Por favor deme una oportunidad, lo dije sin pensar por favor -Haime simplemente no podía aumentar el tono de su voz ya que se sentía tan aterrorizado. Aunque era un accionista realmente había cometido muchos errores en su trabajo y siempre culpaba a sus empleados, eso aumentó la furia de Mario.

Mientras el hombre terminó de decir esas palabras Mario simplemente siguió caminando, a pesar de su mal humor solo él sabia lo reconfortante que fue ver a su futura prometida simplemente alejando a todo aquel que se acercaba sin más. Eso le dio una muy buena visión de ella, empezó a crear una nueva visión de ella, pero no quería ilusionarse demasiado, simplemente decidió que él mismo construiría la personalidad de la mujer mientras siguiera viendo su carácter.

Con eso en sus ideas Mario se dirigió directamente a la reunión.

Cuando Evangeline entró a la sala se dio cuenta que había en realidad mucha gente dentro, ya que ignoraba lo que ocurrió anteriormente entre los dos hombres simplemente decidió contemplar el curso de la reunión y festejo. Cuando entró toda la gente simplemente miró a su dirección, ella estaba vestida con si fuera a la oficina, un traje a medida en tonos a juego que hacen resplandecer su piel ligeramente clara y sin imperfecciones visibles, joyería resplandeciente aunque no tan llamativa, su cabello cobrizo claro suelto pero perfectamente peinado y lacio, aunque para su gusto es un atuendo apropiado para todo tipo de ocasiones o incluso un poco simple, sin embargo para el resto de personas en una posición diferente simplemente la vieron tan deslumbrante y en buena forma. Sus ojos cafés oscuro casi completamente negros daba un aura encantadora, aunque con frialdad, pero respetuosa con todos aquellos que se acercaba, no despreciaba a nadie, simplemente no se preocupaba por aquellos que no tuvieran nada qué ver con ella, era elegante y sofisticada. Cada que caminaba reflejaba el tipo de educación noble y empoderada.