El amor es un desastre

Capitulo 5. Locura

ROMINA

—Lo hubieras besado— comenta Cole. Se que se esta burlando de mi, estoy cien por ciento segura de que esta esperando a Natalia para comenzar a molestarme.

—Cállate y concéntrate en manejar.

—Cariño ¿en serio crees que nos mataría antes de soltar un chisme? Este es el chisme del año, mi amiga la tímida con su crush.

Volteé los ojos

—En primer lugar yo no soy tímida, en segundo, no es mi crush, porque mi único y verdadero amor es S.Coups de Seventeen.

—Ya se que no eres tímida, pero debes admitir que fue un momento de película.

—No lo fue, solamente fue un accidente, yo iba corriendo, él volteo, choque, me sostuvo, luego me soltó, listo.

No pude contener la risa, no se exactamente de que me estoy riendo, quizás porque la escena se ha de ver visto muy absurda, o probablemente porque perdí la cabeza.

—Ese golpe te afecto la cabeza, pero ya deja de hablar, no puedo concentrarme.

—¡Eso te he dicho yo, imbécil!

Ahora él es quien se ríe.

Después de un viaje en silencio, llegamos a una cafetería y no es cualquiera, es mi favorita, esta a 30 minutos de la universidad, la descubrí cuando un día de estrés intente despejar la mente andando en bicicleta por los alrededores, yo era nueva en la ciudad y por obvias razones no la conocía, cuando la vi, me enamoré y su frappe original es el mejor.

La cafetería es hermosa, tiene ese estilo rústico y vintage que me encanta, es de dos pisos, todo es de madera, desde las paredes, hasta las mesas, en el techo hay plantas colgadas y muchas flores distribuidas por todo el local, en el segundo piso hay una pequeña estantería de libros y juegos de mesa. Mi parte favorita es justo en el segundo piso, una mesa que está junto a una gran ventana, la cual tiene cojines bordados y puedes ver el paisaje junto a una buena taza de café.

Cole trato de estacionarse lo más cerca posible, pero no fue una tarea fácil, por poco y se pelea con una anciana por un lugar, pero él le gano. Al entrar a la cafetería el olor a galletas recién horneadas y el café me dan la bienvenida. Cole se dirige al segundo piso, yo lo sigo y en mi mesa preferida veo una cabellera rubia que reconocería hasta en el infierno.

—Hola —saluda cole.

—Holis—saludo.

Ambos tomamos asiento frente a Natalia.

—Cole, manejas más lento que una tortuga, llegue hace 10 minutos—reclama—, pero gracias a eso conseguí el número de el mesero guapo.

—En ese caso deberías alegrarte de que sea tan lento.

—No, odio esperar ¿por qué tardaron tanto? Espera, ¿cole volvió a atropellar a una anciana?

—¿Cole atropelló a una anciana? —pregunte confundida.

—Yo no atropelle a ninguna anciana, la señora se atravesó cuando aún el semáforo estaba en verde, pero alcance a frenar.

—Eso no fue lo que dijo la anciana.

—¡Pues miente!

—Oye, tienes un problema serio con las ancianas, hace unos minutos se peleo con una por el lugar pata estacionar.

—Cole, deberían arreglar tus problemas anti ancianos.

—No tengo un problema, h ese no era el punto de estar aquí, llegamos tarde porque como te dije por mensaje, nuestra querida y amada Romina decidió abrazar a Logan.

—Debiste tomar una foto —toma una servilleta para limpiar sus lagrimas inexistentes—dios, crecen tan rápido, ayer fantaseabas con idols de kpop y hoy abrazas a un hombre real.

—Que gran avance Romina, me impresionas.

Le doy un golpe en el brazo a Cole.

—Los odio, no necesito más humillación, he tenido suficiente con las que me di con Logan.

—Cuéntame lo que paso, estoy segurísima de que Cole exagero las cosas.

Les conté detalle por detalle lo que sucedió, lo que causo que ambos se rieran de mi.

—Tal vez esa es tu danza de apareamiento.

Natalia se atraganta con su bebida por quererse reír.

—Si no vas a decir algo coherente mejor no digas nada —reclamó.

Intento seguir contando las desgracias que han pasado, pero ambos comienzan a relatar una historia donde yo soy una damisela en peligro y Logan un caballero que me rescata, nos enamoramos a primera vista, luego nos casamos y vivimos felices para siempre en una casita en el campo con la compañía de una vaca que se llamara Dolores.

Luego de una gran charla y muchas burlas, decidimos regresar a las residencias, Cole quería descansar y Natalia tenía una cita en el dentista. Como Nat traía su carro, decidí regresar con ella.

—Dime que es lo que pasa por tu mente.

Esta ansiosa, no para de mover sus manos en el volante y de mirarme, se que quiere decir algo.

—¿Te gusta Logan?

Por su puesto que preguntaría algo así.

—No, ni siquiera lo conozco bien como para pensar en eso.

—Bien, pero puede que te atraiga.

—Depende, de qué tipo de atracción hablamos.

—Eso deberías saberlo tu.

Suspiré. Maldición, caí en la trampa.

—Es guapo.

—Eso ya lo habías mencionado antes —detiene la música —entonces, es una atracción sexual.

—Yo más bien diría que me parece atractivo y aparte se viste bien.

Siento la mano de Natalia dándome un juguetón golpe en el brazo.

—Bueno, deberías darte la oportunidad de conocerlo.

—No lo creo, no me parece buena idea.

Me mira por unos microsegundos, los cuales son suficientes para saber que me dirá la verdad y yo acabare reflexionando.

—Romina, si es por que dicen que es un mujeriego recuerda que tu misma dices que no se debe juzgar a las personas sin conocerlas, no digo que te cases con él mañana, pero si que lo conozcas más, puede ser que te agrade y se vuelven grandes amigos, no siempre debe de haber algo romántico, solo mira nuestra amistad con Cole.

Si es por esos comentarios, pero no lo pienso admitir, me siento terrible por pensar que eso si es un factor importante para que decida acercarme a él o no, pero nadie debe enterarse, aunque ella ya lo sabe sin ni siquiera decírselo.




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