Alfonso se decidió al fin a ir a investigar, bajo hasta el primer piso y miro a la dueña limpiando las mesas.
─ Ya te despertaste ─ Dijo sin mucha sorpresa ─ Esa sopa es tuya, come ─ Dijo señalando la mesa de al frente, cerca de Alfonso.
─ ¿Gracias...? ─ Hablo algo atónito. Levanto el plato con sopa y dijo ─ ¿Y el señor Nicolas?
─ ¿Nicolas? El fue a ver al panadero por pan ─ Dijo siguiendo su trabajo pero ella paro ─ ¿Por que le dices "señor Nicolas? Acaso ¿él es un noble?
─ ¡Ups! ─ Pensó asustado ─ ¡N-No! ¡¡El no es un noble!! ¡Solo le tengo mucho respeto! ─ Dijo nervioso.
─ Con que eso era, tranquilo ─ Dijo terminando de limpiar la mesa ─ Solo quería saber por que le habla con mucho respeto.
El nervioso Alfonso desapareció lentamente al saber que solo era eso. Nicolas entró a la posada con bolsas llenas de pan, el miro a ambos con curiosidad pero segundos después saludo a Alfonso, le pregunto como estaba y si ya estaba mejor a lo que Alfonso contesto con un sí acompañado de un informe de su salud, la dueña llamada: Alicia; miro con sospecha a ambos ya que su forma de hablar no concuerda con lo que visten o dicen ser.
─ Ya basta de hablar, dame los panes, Nicolas ─ Dijo Alicia agarrando los panes ─ No te paga...
─ ¡Alicia! ─ Interrumpió Nicolas descaradamente ─ Estaba pensando que para la sopa de mañana deberíamos ponerle mas zanahorias.
─ "Deberíamos", me suena a manada ─ Miro con desagrado a Nicolas ─ Me interrumpió cuando empece a hablar sobre la paga... Que intrigante ─ Dijo en su mente.
Para que sepan a detalle lo que paso anteriormente, vayamos al pasado unos minutos... Exactamente treinta minutos antes.
Alfonso aun estaba dormido cuando Nicolas y Alicia discutían sobre el método de pago que el de cabellos negros iba a hacer. Nicolas no tiene el dinero suficiente para pagar la habitación durante mucho tiempo, ni siquiera para comprar una casita para ellos.
─ ¿Y como quieres quedarte aquí si apenas puedes pagar una semana de alojamiento? ─ Cruzó de brazos Alicia un poco indignada.
─ Te pagaré de una u otra forma, solo dame tiempo. Y quiero pedir un favor ─ Agachó la cabeza.
─ Dependiendo del favor, lo haré ─ Dijo algo a la defensiva.
─ ¡Por favor! Déjeme trabajar aquí ─ Se arrodilló ante la dueña de la posada.
─ ¡¡O-oye!! ¡¿Por que doblas rodilla?! ─ Dijo nerviosa ─ ¡No tienes que hacer esto! Y ¿para que quieres trabajar aquí? Donde ni una mosca viene.
─ Por que... no tengo otro lugar que ir. Apenas pude conseguir dinero para pagarle el alojamiento, no tengo mas. Además no sabia que el alojamiento tendría un precio muy alto. Y mi amigo ha sido maltratado y me apena pedirle que trabaje para obtener mas ─ Dijo ocultando su rostro.
─ ¡¡Agh!! ─ Dijo Alicia enojada ─ Bien... Te dejare trabajar aquí.
─ ¡¡¿Enserio?!! ─ Los ojos del cabellos negros se iluminaron al oír eso ─ ¡Gracias!
─ Si, si, si y ya... ya deja de hacer eso. Das lastima ─ Dijo la señora marchándose de ese incomodo lugar.
─ ¡¡Muchas gracias, señora!! ─ Nicolas se levanto del suelo ─ ¡Se lo agradezco de corazón!
Alicia quien ya estaba apenada y avergonzada por el comportamiento de Nicolas, decide ya ponerlo a trabajar, aun que un sentimiento de culpa se apoderó de ella, su posada no ha tenido clientes desde hace mucho hasta que Nicolas y Alfonso llegaron ¿como va a pagarle si no hay clientes? Ella no lo sabe, ni sabe como lo hará. Apenas puede mantenerse y pagar por todos sus gastos, con cincuenta años no se puede permitirse esforzarse mas por conseguir dinero dado que por su edad y su cuerpo ya desgastado, le seria mas difícil.
La señora lo mando a comprar pan al panadero que su tienda esta a varias casas de ahí, camino hacia de cabellos negros y tomando la mano de este, coloco monedas, le dijo que vaya al panadero en su nombre y el sabrá cual es el pedido. Nicolas sonrió y se marcho rápidamente ya que es el primer recado de su trabajo. Cuando el de cabello negro se fue, Alicia suspiro por la ansiedad que de a poco la dominará, para aliviar tensión se puso a cocinar.
En la actualidad y ya pasada la noche y cuando el sol ya salio. En el palacio imperial, en la habitación de Archie y Margaret Chapman, ambos hablaban sobre un asunto del imperio que amenaza a la paz que nació hace muchos años atrás por medio de un matrimonio arreglado entre naciones. Archie habla sobre iniciar una guerra y someterlos antes que sea demasiado tarde pero Margaret no esta contenta con eso. Empezar una guerra apenas coronado, solo demuestra que estuvo esperando ese momento para iniciar algo que se puede resolver diplomáticamente, Archie enfadado decide cambiar el tema de conversación.
─ ¿Sabes el por que Bennet visito el palacio ayer? ─ Dijo cruzando de brazos.
─ Dijo que venia a renunciar a su puesto y también que tu le habías dado un lugar "especial" en la caballería ─ Dijo mirando a su esposo quien esta apoyado en la ventana ─ ¿Por que lo enviaste a la caballería? Ya nadie quiere ser un caballero sino alguien de la marina.
─ Para que aprenda que si le dan un puesto, tiene que aceptarlo aun que le agrade o no... incluso si ese puesto trae consigo un requisito ─ Miro a Margaret que entendió la referencia.
Margaret apretó su puño ya que no podría renegar algo al emperador aun siendo su esposo; todos sus bienes, derechos y las demás pertenencias están bajo el dominio de Archie ya que el es el varón y su nuevo dueño quien puede decidir que hacer con ella. Se calmo y no contesto a la indirecta de este. Con una leve y calmada voz contesto: