El amor puede ser Trágico

Trabajo (Parte final)

Disteffsno Lara reprendió a su hijo, los sorprendidos ojos de Javier miraron con temor ya que su padre nunca lo ha regañado, como un cachorro deprimido y arrastrando sus pies, salió de la recepción del negocio de su padre. Disteffsno comprende la ira de su hijo pero eso no es excusa para tratar mal a una persona ajena a la mala experiencia que sufrió el niño meses atrás.

Nicolas observo todo con mucha vergüenza ajena, el no sabe como reaccionar y sostiene su boina apretando con algo de fuerza debido a su fuerte incomodidad hacia este caso.

 

Disteffsno se había olvidado de Nicolas quien presenció todo lo que paso. El pobre padre se disculpa por el comportamiento de su hijo hacia su persona, el de cabellos negros ya no sabe como reaccionar así que, solo acepta los perdones que el mayor ofrece.

 

─ Así que, no sabe nada de herrería ─ Dijo Disteffsno a Nicolas.

 

─ Correcto ─ Dijo Bennet con pena.

 

─ Y ¿te gustaría aprender el oficio? ─ Ofreció el viejo Lara con una sonrisa ─ Si tienes la disciplina y las ganas de aprender, puedo aceptarlo en este trabajo. Solo que primero quiero ver que tan hábil es ─ Hablo con duda.

 

─ Puedo hacer todo lo que usted me diga, señor. Solo quiero obtener este trabajo ─ Dijo Nicolas esperanzado de poder cumplir las expectativas de Disteffsno.

 

─ Ven conmigo ─ Hizo una seña con su mano para que lo siguiera hacia dentro de la herrería.

 

El señor Lara llevo a Nicolas a la parte de atrás donde están los hornos, yunques, etc. Encendió el horno y empezó a calentar el metal. Le dijo a Nicolas que vigilará el fuego, que no dejara que se apagará, y que tenia que meter mas leña al fuego si veía necesario, debía estar ahí hasta que el hierro estuviera completamente caliente; Nicolas se quito su saco y boina y las dejo a un lado, en los primeros minutos él estuvo de pie, viendo el hierro calentarse, otros treinta minutos pasaron y el ya estaba metiendo leña y soplando al fuego. Nicolas noto que el hierro se volvía blanco y llamo a señor Lara, este volvió a supervisar. El hierro se volvía blanco, lo que significa que esta en el mejor punto para manejarlo.

 

Disteffsno tomo con pinzas el hierro, lo saco del horno y lo puso sobre el yunque. Llamo a Nicolas para que siguiera el trabajo, este nervioso, agarra la pinza sin soltar el hierro, por inercia y por lógica, agarra el martillo y empieza a dar forma al hierro, formando una varilla, algo deformada pero se entiende lo que quería hacer. El viejo Lara no tuvo que decirle mucho, solo mostrarle un poco lo que se suponía que el haría en ese trabajo.

 

─ Dejame terminar a mi, joven ─ Dijo Disteffsno a Nicolas. El de cabellos negros se aparto. Lara agarro la pinza con la varilla de hierro y la sumergió en agua helada para así sacarla ─ Este es tu primer trabajo en una herrería ¿no?.

 

─ Es correcto, señor ─ Dijo Nicolas a Disteffsno.

 

─ Nada mal para ser tu primer trabajo, aun que no te quedo como esperabas, tienes que mejorar ─ Dijo tirando la varilla al caliente horno otra vez ─ Estas contratado, muchacho.

 

─ ¡¿De verdad?! ─ Pregunto Nicolas con mucha emoción.

 

─ Por supuesto. Aunque no tienes talento para ser herrero, puedes aprender sobre la marcha. Eres pro activo y eso es lo que busco cuando contrato personal y tu lo tienes así que ─ Dijo sonriente Disteffsno.

 

─ ¡Muchas gracias, señor! ─ Dijo demasiado emocionado. El no cree que pudo obtener el trabajo ─ Prometo que me empeñare en hacer mi trabajo a la perfección.

 

─ Tranquilo, llevalo con calma. Ya hiciste mucho por hoy, ve a tu casa con tu familia a descansar, mañana te espera un duro día de trabajo ─ Cruzo de brazos, Lara, quien sonríe ya que ha conseguido una ayuda extra.

 

Nicolas se quedo mudo por un minuto, las palabras del señor Lara sin querer tocaron una reciente herida que no se ve curación pronta ─ Gracias, iré a descansar ─ Dijo sin dejar ver su dolor, su sonrisa es su escudo ante esas palabras, no dejara ver esa herida a menos que su sonrisa sea rota.

 

Nicolas se fue de ahí pero con un amargo sentimiento, el huyó de su familia, el esta muy lejos de ellos y aun el mal trato que provoco irse de la morada de sus padres donde el vivía, sentía tristeza, ¿como no sentirlo? El paso veinte años de su vida en esa casa, viviendo junto a sus padres, su familia de sangre. ¿Me será posible permitirme extrañarlos?, se pregunta a sí mismo, pero al agita si cabeza para que esa idea se fuera con el viento; el ya tiene una familia, aun que no sea de sangre, sino del alma y del corazón, y ese hermano es Alfonso, quien ha dado mucho de él por cuidar a su señor. Es lo justo, el tiene que devolver los años de servicio y lealtad que Alfonso, su hermano del alma y corazón, le ha entregado a él sin precio.

 

Llego a la posada, algo deprimido pero no dejando de sonreir, se encuentra a Alicia quien esta barriendo el piso. Ella lo ve y le pregunta:

 

─ ¿Has conseguido el trabajo? ─ Dijo sin dejar de barrer.

 

─ Fui muy afortunado, el señor de la herrería ha sido generoso y me dejara trabajar en su negocio ─ Dijo alegre.

 

─ El señor de la herrería se llama: Disteffsno Lara, pero todos aquí le llamamos por su apellido, que raro que te haya dejado decirle señor después de su encuentro ─ Dijo Alicia dejando de barrer ya que ese simple detalle le ha llamado la atención.

 

─ ¿Así se llama el señor? ─ Dijo sorprendido.

 

─ Ustedes... ¿No se presentaron? ─ Dijo desorientada ─ No me sorprende, Disteffsno siempre olvida presentarse.

 

─ El no fue el único quien no se presento. Ahora que lo recuerdo... Yo tampoco le dije mi nombre ─ Dijo sonriendo nerviosamente.

 

Alicia miro con enojo a Nicolas, su mirada decía que como demonios se le había olvidado presentarse al empleador, ósea, a Disteffsno.




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