Pasados todos estos acontecimientos y después de esta larga y maligna conversación entre Drácula y Jezabel, Manolo continuaba conversando con Edgar sobre las anécdotas especialmente amorosas del colegio.
Manolo,
¿Recuerdas cuando entramos al aula del colegio para empezar el nuevo año lectivo?
Por su puesto Edgar.
Ese día nunca lo olvidaré.
Estaba Tania sentada en el puesto de adelante, ¿Cómo era posible que esta mujer de manera sorpresiva esté en el aula de clases, habiendo cientos de colegios en toda la ciudad tiene que venir justamente aquí?
¿Eso te molesta Manolo?
Pues me incomoda, eso es todo.
Tania se acercó a Manolo y le saludó.
Hola Manolo, ¿qué tal cómo vas?
Pues sorprendido de que este estudiando en este colegio y en esta misma aula.
Si mas lo recuerdo, tú nos dijiste en una conversación que ya te graduaste en otro colegio.
¿Qué haces tú aquí?
Pues he decidido sacar otro título de bachillerato, me gusta estudiar, y también me encanta los chicos lindos como tú jeje jeje jeje,
¡Esa mirada que tienes me provoca muchas cosas en mi cuerpo!
Desde ahí me di cuenta con mayor profundidad que esta chica puso su interés en mí, le gustaba mucho, mi forma de ser misteriosa y oscura combinada con ese rostro angelical no podía evitar su atracción, y además de esto tenía ciertos sentimientos de por medio, más yo no le hacía caso, ella intentó una y otra vez ser mi amiga y con el tiempo mi enamorada.
Yo la evadía e incluso le mostraba a veces un rostro de terror, dándole a entender que me dejara en paz, que las niñas no me interesaban; sino solamente mi música, el billar, mi soledad, los video juegos y la amistad con mis panas.
Hubo una conversación entre los dos el cual la voy a relatar.
-Hola Manolo.
-Hola Tania.
-Quiero hablar contigo, dijo ella.
-De que quieres hablar conmigo, Tania.
-Es a cerca de los dos.
-Yo le dije:
-¿Cómo de los dos?
-Ni siquiera somos amigos y ya me dices para hablar de los dos como que fuéramos algo más.
Yo sé que te gusto mucho, pero lo disimulas con tus comportamientos inmaduros de un niño de 10 años, ¿no crees que no me he dado cuenta como observas mis glúteos y mis piernas cuando vengo en minifalda? o ¿cuándo estoy en short mientras hacemos educación física? o ¿cuándo me ves de reojo al momento de sacarme el buzo y que miras mis bustos?
Tú me deseas tan intensamente como yo a ti y de seguro nos comeríamos vivos, ya que tu mirada, tu rostro, tus labios y de descubrir y probar la fruta prohibida que está entre tus piernas, entraría en un estado de lujuria que llegara al clímax una y otra vez. Y no solo eso, además mi virginidad te la entregaría solo a ti a que pruebes del néctar de los dioses.
Pero tú te niegas, ¡y no sé por qué!, pero no puedo ir más lejos de lo que tú me permitas, así que tú sabes que soy tuya si tú lo decides, y no solo para hacer el amor cuantas veces queramos, sino también para caminar juntos cogidos de las manos como una sola esencia, ya que percibo oscuridad en ti, y yo también la poseo, y no solo eso, también amas el metal como yo, ¿No crees que seríamos la pareja más oscura pero única en el colegio?
No sé qué decirte Tania, solo quiero irme y no conversar más del asunto, adiós Tania, adiós.
Tania se entristeció mucho, yo por mi parte no sentía nada de emociones por las mujeres, aunque si un deseo sexual, pero lo controlaba.
Desde aquella última conversación Tania se alejó de mi vida, quizá para no volvernos a ver más.
Mientras tanto Tania, fue de regreso a su casa con lágrimas en sus ojos, se fue al baño a echarse una ducha.
¡Manolo!, no sabes cuánto te deseo, solo en pensar en ti ya me excito.
Tania mientras se estaba bañando cogió sus bustos con su mano derecha y comenzó a acariciarse, poco a poco comenzaron a escucharse pequeños gemidos, luego su mano izquierda fue deslizándose por su vientre hasta llevar a la Venus, introduciendo sus dedos en su interior, entró en un éxtasis que sus gemidos tuvieron un alto tono de voz.
¡Te deseo! ¡Te deseo! quiero ser tuya, por favor hazme tuya y derrama tu simiente en mis paredes interiores.
Llegó el momento del orgasmo, Tania gemía de placer imaginando que su amado Manolo le introducía su fruta prohibida entre sus piernas.
Luego de aquellos momentos de fantasía de Tania, ella se puso a llorar, sintiéndose rechazada por un amor no correspondido y diciendo las siguientes palabras:
¡Si soy hermosa, inteligente, joven y tan deseada de muchos hombres y aun siendo virgen y él (refiriéndose a Manolo) no me valora, no se da cuenta de lo que se pierde, yo lo amo con un amor eterno, ese amor como que ya lo tuve contigo en otro tiempo, pero que se fue y ahora estoy tratarlo de recuperarlo.
Me da una gran pena que no estés junto conmigo haciendo el amor y amándonos perdidamente.
Pero la vida sigue y mi consuelo es mi música dark y black metal y tomando cervezas hasta olvidarme de todo.
En fin todo esto conversábamos con Edgar.
Ya era principios del año 2.006 y mis experiencias espirituales continuaban, ataques de demonios y espíritus malignos eran ya algo cotidiano en mi vida, pero siempre había la duda en mí, será que estoy mal con mi mente, es necesario que vaya al psiquiatra. Una vez más pensé en hacer eso pese a la aparición en mi vida de esas dos extrañas personas. Pero una tarde vino al trabajo Edgar y me contó que tuvo revelaciones mediante sueños de que en verdad las cosas que me estaban pasando eran reales y no producto de mi imaginación o problemas con mi mente.
Yo le pregunté:
Edgar, ¿qué soñaste? ¿Por qué vienes de esa manera un poco asustada?
Él me contestó:
Tuve unos sueños donde te veía batallando con una mujer que practicaba la hechicería y que debería tenerme más cuidado con este tipo de situaciones.
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Editado: 02.01.2021