Quién sabe por qué es así,
Pero, ¡Qué hermoso atardecer!
Que se pinta frente a mí,
Aunque no lo pueda ver.
Quién sabe por qué me gustas,
Pero creo que es así,
Cuando el poniente se ilustra,
Se dibuja para ti.
¿Por qué brillan los celestes?
Cuando me acuesto a mirar.
Y es que me gustas con creces.
No me dejas de gustar.
Quién sabe por qué son verdes,
Las plantas de este jardín.
Donde me quedé demente
Al recordar cuando te vi.
Quién sabe por qué es así,
Pero qué hermoso atardecer,
Donde pude descubrir,
Que no te dejo de querer.
Recordarte es el solsticio,
Que pinta el cielo sin fin,
No olvides mi sacrificio
Porque me muero por ti
Que las estrellas te perdonen,
Cuando te miren brillar,
Y es que son tan inferiores,
A tu hermoso caminar.
Las golondrinas no alcanzan,
Al tan alto de tu altar,
Donde pese a que te alaban,
Cautivas con humildad.
Tu presencia paraliza,
A los que te miran pasar.
Las galaxias se desquician,
Al no poderte igualar.
Quién sabe por qué es así,
Pero qué hermosa que te ves.
Cuando quedas junto a mí,
Y yo quedo junto a usted.
¿Qué más te puedo decir?
Que no te haya dicho ya.
Mientras más quiero mentir,
Más desvelas mi verdad.
Y es que ser tan deslumbrante,
Como el sol en altamar.
Me ha dejado percatarme,
Que no te dejo de amar.