El Ángel que bailaba con el Diablo 2

Kalir: Capítulo 8

El Diablo apretó los dientes, aquella escena de Zamaron claramente intimidando a Firinea le hacía hervir la sangre, pero aun así trató de moderarse e interrumpió de la forma más pacifica que él podía hacer

- ¿Qué crees que haces? - preguntó acercándose lentamente.

- Kalir... - murmuró Firinea aun asustada.

- Oh... Hola Diablo enano... 

- Más te vale que la sueltes si no quieres que te arranque ese brazo... - amenazó.

- ¿Y qué si no lo hago?... - se burló el Triton.

- No me provoques imbécil, estoy tratando de controlarme porque aun recuerdo lo que hiciste por ella pero no te pases de listo, Firinea ya tiene un hombre en su vida y ese soy yo - declaró.

Zamaron solo lo miro en silencio haciendo caso omiso a su adevertencia haciendo que Kalir inisitiera ya tomando la muñeca de su rival 

- ¿No me oíste? Te dije que la sueltes - continuó el Diablo clavando sus intensos ojos azules en los de él.

Zamaron se soltó de sus agarre y liberó a Firinea, Kalir la colocó detrás de él, tal y como aquella primera vez en que los tres se cruzaron, aunque muchos años habían pasado la tensión por el amor de la sirena seguía intacta.

- ¿Qué es lo que quieres? ¿Acaso después de todo este tiempo no entiendes que Firinea y yo seremos marido y mujer? Nos vamos a casar, entiéndelo de una maldita vez y alejate de ella, si veo que te le acercas de nuevo no respondo de mi...

- Nunca aceptaré que la sirena que estaba destinada a ser mi reina se case con un Diablo estúpido como tú - exclamó Zamaron.

- ¡¿Qué dijiste?!

- ¿Acaso no lo ves? ¿No te das cuenta de la diferencia entre ustedes? Ella es demasiado perfecta para ti, no estás a su altura. Firinea no habrá nacido en una familia de linaje pero merece todo el honor que nuestra raza le puede dar...

- Ja, dices eso solo porque la ves como un arma para tu Clan...

- No hables por mí, no me interesa lo que piensen ni tu ni los demás, te lo dije aquella vez, a mi ella me gusta de verdad... ¿Me oyes Firinea? - preguntó desviando la mirada por detrás de Kalir buscando cruzar sus hermosos ojos - Yo estoy enamorado de ti, te amo Firinea... - confesó el Triton sin dejar lugar a duda.

- ¿Qué?... - murmuró ella mientras Kalir quedó atónito por su declaración, en todos esos años él aun no había podido decirle aquellas poderosas palabras pese a que Firinea sí se lo hacía.

- Deja de decir estupideces, no vengas a jugar al hombre enamorado aquí.

- No te metas, le hablo a ella. Firinea... estoy loco por ti, cada vez que te veo muero por acercarme, eres tan bella, tan perfecta en todo lo que haces... hasta has demostrado un increíble potencial de guerrera, tu destreza con el arco y flecha llena de elegancia es digno de una prodigio... y tu figura parece tallada por los Dioses... la mujer las hermosa que conozco...

Firinea se sentía intimidada por sus palabras, su caracter era demasiado frontal. Por alguna razón, aunque ella era directa y valiente, Zamaron le provocaba una sensación incomoda, ese joven la devoraba con la mirada, estaba lleno de deseo por ella y eso la asustaba, provocando que se aferrase a la espalda de Kalir.

- ¡¿Que dijiste?! ¡¿Acaso la espías?! ¡Maldito pervertido! ¡Vete de aquí o te sacaré los ojos! - exclamó ya furioso el Diablo.

Pero él lo ignoró - ¿Qué dices Firinea? Si vienes conmigo ahora te prometo que jamás tendrás que usar tu poder, podrás vivir cerca de tus padres, te cubriré de honor... serás mi reina... - insistió.

Kalir estalló de furia - ¡¿Cómo te atreves a insinuartele así a mi prometida?! ¡Voy a matarte infeliz! - dijo y transformó su mano libre en aquella grande y monstruosa.

- ¡No Kalir, no pelees! - lo abrazó Firinea.

- ¿Quieres pelear Diablo enano? - provocó Zamaron - te aplastaré.

- Ven infeliz, ¡¿Qué esperas?! - dijo Kalir y cuando ambos se disponían para pelear una voz a lo lejos los interrumpió.

- ¡Zamaron! - era Claus, su padre - deja de perder el tiempo con ese Diablo, no vale la pena.

- ¡¿Que dijiste viejo?! ¡¿Quién te crees que eres?! - exclamó Kalir.

Zamaron apretó los dientes - Ya no soporto más esta situación, estoy harto de fingir tranquilidad, de tener que esperar, quiero llevarla conmigo ahora.

- ¡Inténtalo imbécil! Acercate a ella y te mataré. 

- No hijo, déjalo, ya tendrás tu oportunidad. Eres un Príncipe, conserva las formas - insistió Claus.

Sin dejar de fruncir el ceño Zamaron soltó un suspiro desistiendo de su idea - Esta bien, de acuerdo padre - dijo y se dio la media vuelta listo para irse, pero antes de ello nuevamente declaró - No desistiré Firinea, serás mía... Eres la mujer que amo.

El Diablo endureció su gesto soportando la rabia hasta que vio como ambos tritones se retiraron. Pudo sentir como Firinea también se relajó mientras suavemente lo soltaba, él volteó a verla, tenía los ojos llorosos.

- Firinea... - murmuró - tranquila, ya pasó... - dijo pero ella sólo miro hacia abajo e intentó regresar al Palacio - E-Espera Firinea - continuó y la tomó de la muñeca amablemente - no te vayas, escuchame, por favor...

- Lo siento Kalir... pero ahora no me siento bien... no quiero verte... - dijo aun dándole la espalda.

- No puedo soportar que no me hables... No quiero que estés enojada conmigo...

- Yo no estoy enojada contigo Kalir... no quiero verte porque siento vergüenza...

- ¿Verguenza? ¿Por qué?

- Por mi forma de actuar... siempre lo supe... soy muy pesada contigo... yo solo quiero estar cerca de ti... pero sé que a veces soy un fastidio...

- No... no es así...

- Yo... lo siento Kalir... trataré de cambiar, de ser menos intensa... 

Kalir la abrazó por detrás, aquello sorprendió a Firinea, pues él no era de tomar la inciativa en esas cosas - No quiero que cambies...- murmuró él - eres perfecta Firinea... tu forma de ser es lo que más me gusta de ti... siempre estás demostrando cuanto me quieres y no hay nada que me agrade más que eso... es solo que a veces soy muy estupido y no digo bien las cosas... aun me pones tan nervioso como el primer día... porque no puedo creer que alguien como tú se haya fijado en mi... no sé si te merezco, pero te necesito... por eso... perdóname... - dijo y le ofreció el ramo sin dejar se abrazarla por detrás.

- Kalir... estas flores... - murmuró ella impresionada.

- ¿La recuerdas?...

- Sí... - suspiró ella y volteó a verlo, clavó sus ojos en él y Kalir acarició su mejilla para luego, nervioso, robarle un tímido beso, para el Diablo era más fácil agarrarse a golpes con cualquiera que atreverse a tener esos gestos con ella y eso era algo de lo que Firinea era consciente, lo valoraba. Se separó de la joven y vio sus mejillas sonrojadas, se sentía profundamente enamorada.

- Kalir...

- ¿Entonces.... estamos bien?... - preguntó aun nervioso.

Ella sonrió y se colgó de su cuello - Sí... 
Me acabas de dar un regalo... ¿Sabes lo que significa? - sonrió.

- Eh? - respondió y Firinea lo tomó por sorpresa para darle nuevamente un beso, pero no cualquier beso, este estaba tan lleno de pasión que Kalir apenas sentía que podía respirar, sin embargo no quería que tuviese fin. No pudo evitar retenerla entre sus manos rodeando su cintura pero al separarse ella lo observó con ojos seductores - Te amo Kalir... - soltó llena de seguridad, el Diablo se sonrojó por completo, ella era tan atrevida, sabía que estaba a su merced pero aquello no le preocupaba, siempre supo que la única que podía calmar su locura y aceptar su imperfecto ser era Firinea - ¿Regresamos? - preguntó sonriente.

- Sí, vamos a casa - respondió satisfecho.

- ¿Podemos... ir de la mano? 

- Eh? S-Sí - respondió y la joven ofreció su mano para que este la tomase.

Al caminar de la mano hasta su hogar Kalir no pudo evitar comparar ese momento con su niñez, cuando se tomaban las manos de pequeños, habían cambiado, ella ya no era esa niña bonita que alborotaba su corazón con solo mirarlo, no, ahora era una sensual joven que despertaba miles de sensaciones en él. 
Ahora que Firinea había abierto aquella puerta le era casi imposible no mirarla de esa manera, aún así se resistía a la idea de tomarla antes de la boda y eso era algo que quería dejarle en claro de la mejor manera posible...

Esa misma noche, al saber que todo estaba bien entre ellos, Firinea no pudo evitar sentir deseos de escabullirse nuevamente a la habitación de Kalir mientras este estuviese dormido, pero en aquella ocasión el Diablo la sorprendió pues sólo fingió dormir.

- ¿Firinea?¿Otra vez?

- Kalir... - sonrió nerviosa - sí quieres me voy...

- No... no tienes que hacerlo... puedes quedarte a dormir conmigo...

- Está bien - aceptó felíz y lo abrazó por detrás.

Kalir había aceptado dormir, quería hablarle del asunto pero no se atrevía, prefería simplemente dejarlo pasar pero en cuanto sintió la manos de la joven rodear su cintura y un beso de ella sobre rozar su cuello ya no pudo resistirlo.

- Firinea...- la nombró deteniendola amablemente - hay algo que quiero hablar contigo... tal vez no encuentre las palabras correctas para expresarlo... pero es importante para mi que lo sepas... - dijo y se dio la vuelta para mirarla.

- ¿Qué ocurre Kalir?... - se preocupó.

- Yo... no quiero tomarte aun... pero no porque no me gustes, para mi no existe nadie más hermosa que tu... 

- ¿Entonces?...

- Es porque eres valiosa para mi... tan valiosa que quiero que nuestro día especial sea en nuestra noche de bodas... 

- Kalir...

- Sé que puede sonar estúpido pero me costaba verte como mujer... no quería aceptar que habíamos crecido... porque hiciste mi niñez fuese tan increíble que quería que eso fuese eterno... le temo a los cambios... porque siento que puedo perderlo todo... soy muy básico, me gusta que las cosas se queden tal y como están cuando soy feliz... que nada cambie...

- Pero si es por eso no debes preocuparte Kalir...

- ¿Por qué?

- Porque mi amor por ti no cambiará jamás... al contrarió, todo este tiempo fue creciendo hasta vorlverse deseo también... me gustas Kalir... me gustas en todas las formas posibles.

- Firinea... - se conmovia con su amor - aun así insisto en esperar, tu eres una señorita... una dama para mi... y quiero llevarte al matrimonio con todo el honor que te mereces...

- Kalir...

- ¿Estás... decepcionada?...

- ¿Por qué?

- Porque tal vez esperabas que te respondiese como hombre...

- No estoy decepcionada, creo que eres muy dulce - dijo y le dio un tierno beso - eres perfecto, siempre lo fuiste...

- ¿Perfecto? No hay nadie más desastrozo que yo Firinea... todos lo dicen

- Lo sé, a mi no me importa si eres o no bueno para los demás, eres perfecto para mi y no necesito nada más... - sonrió.

- Firinea...- murmuró y ella nuevamente se acercó para darle un apasionado beso, de aquellos suaves que le hacían volar la mente a Kalir. Perdido en la pasión no pudo evitar recorrer la silueta de la joven con su mano hasta cerrar su agarre en su cadera, apenas podía reprimir el deseo, quería acercarla más a él, explorar su cuerpo, estaba a punto de ignorar sus propias palabras y hacerle amor, pero luego ella se separó amablemente. 

- Está bien Kalir, entiendo tu decisión y la respetaré...

- Eh?

- Así que para evitar la tentación ya no me meteré en tu cama, me portaré bien - dijo y salió de la cama.

- ¿Qué?

- Buenas noches Kalir, te amo - dijo con una sonrisa y cerró la puerta ya yéndose.

- Ah?! - quedó atónito.

El Diablo permaneció un momento sentado en la cama y luego se recostó para mirar el techo en silencio hasta que en un momento se tapó el rostro con una almohada y soltó un grito desesperado 

- Aaaaaaaah!!! ¡Maldita sea! ¡Qué estúpido soy! - se reclamaba, había dejado pasar la oportunidad de estar con Firinea contando con su consentimiento pero ahora que ella había aceptado su propuesta tendría que esperar hasta el matrimonio para volver a compartír la cama con la joven. Ya ni siquiera podría tocar su cuerpo indirectamente mientras dormían - Dos años... ¡Dos malditos años! - continuaba refunfuñando contra la almohada contando el tiempo que tendría que reprimir su deseo. Por un momento pensó que ella podría cambiar de parecer y regresar a dormir con él pero, para sorpresa de Kalir, Firinea cumplió su palabra y nunca más entró a su habitación a la mitad de la noche.

💛Así el tiempo pasó, Kalir estaba a apunto de cumplir los dieciocho años y su padre había determinado cómo sería la división de los Reinos, los hermanos tendrían que enfrentarse en un duelo para designar por puestos el infierno que gobernarían...

- ¿Entonces tienes que pelear con tus hermanos? - se sorprendió Firinea.

- Así es ¿No es increíble? Será emocinante - respondió el Diablo con una sonrisa.

- Pero... ¿Con Loxur también pelearás? 

- No, pelear con Loxur sería un suicidio para cualquiera de nosotros, es una bestia. Los unicos Reinos que ya están asignados son el primero que le pertenece a Loxur y el último que le será otorgado al séptimo hijo de mi padre cuando nazca, decidio dirimir esto ahora para alivianar la carga en Loxur.

- Oh, ya veo.

- El premio mayor en esta competencia será el Reino de la Lujuria, pero lo que a mi me motiva es mostrar de lo que soy capaz - sonrió - estoy tan emocionado, por fin podré demostrar todo mi potencial, ya verás Firinea, venceré a mis hermanos y me volveré el mejor Diablo.

- Sé que lo harás increíble Kalir, tu ganarás, eres mi favorito - sonrió ella.

Los días pasaron y el Príncipe se sometió a un duro entrenamiento por cuenta propia buscando prepararse de la mejor forma para aquel importante combate. Firinea lo admiraba desde los ventanales del Palacio hasta el jardín donde él se encontraba, lo observaba con amor pero a la vez con un dejo de tristeza

- Señorita Firinea... el Señor Kalir no parece haberse dado cuenta....- comentó Ratjá preocupado por su expresión.

- Lo sé...

- ¿No se lo dirá?

- ¿Cómo podría decirle Ratjá? Miralo, está lleno de entusiasmo, se ha esforzado tanto para ser el mejor... jamás intervendría con sus sueños de grandeza y menos por un tonto deseo mío...

- Pero señorita...

- Por favor tu tampoco se lo digas... te lo pido...

- Está bien, como ordene señorita...

- Ahora vamos, la celebración de Kalir se acerca y debemos terminar los preparativos - sonrió y se dispusieron a trabajar.

Así es, la tan ansiada fiesta en la que Kalir celebraría su mayoría de edad estaba a punto de iniciar, era un evento social importante, todos debían asistir llevandose a cabo en el Palacio donde ya vivía el Príncipe. Tanto sus padres como sus hermanos estaban allí, pero no solo ellos, también habian invitado a los líderes más importantes de los clanes de aquel infierno para mantener buena relación con ellos. 

- ¿Y dónde está Firinea?... - preguntó Vittorio.

- ¿Para qué quieres saber? ¿Qué intenciones tienes? - preguntó ya celoso Kalir.

- ¿Tu estupidez no te deja distinguir una pregunta por cortesía de una por interes verdad?... - resopló Vittorio.

- ¡¿Qué dijiste?!

- Tranquilos, no empiecen a pelear, estamos en un evento público - comentó Salomón.

- Miren, ahi viene - dijo Noré y todos voltearon la mirada a la joven sirena que bajaba por las escaleras luciendo un elegante y fino vestido rosa con vuelo. Ratjá la recibió al final de la escalera y ella se dirigió directo a los príncipes.

- ¡Hola chicos!, hace mucho tiempo que no los veía, todos están tan guapos - sonrió divertida ya que los hermanos vestían a juego entre sí con chaquetas y pantalones negros.

- Hola Firinea, estás preciosa, ya eres toda una mujer... - deslizó Hazar.

- Gracias.

- Bueno, ahora que ya está aquí ¿Quien de nosotros bailará con ella primero? - preguntó Noré.

- ¿Qué? - murmuró Kalir.

- Sí, por tradición, como futura señora de esta casa ella debe bailar con los invitados en una muestra de respeto por la mujer de un Diablo... - explicó Vittorio.

- Aah?!

- ¿Podría iniciar yo? Tengo más experiencia - insistió Hazar.

- Esperen un momento - dijo Kalir y nuevamente enfrentó a sus hermanos - Escuchenme bien, ninguno de ustedes va a bailar con Firinea, para eso estoy yo que seré su esposo.

- Lo siento hermanito pero no puedes escapar de la tradición familiar - sonrió Hazar.

- ¿Qué? ¡No sean pesados, dejen de molestar!. - continuó Kalir.

- Mientras tu estás aquí haciendonos berrinche ya hay alguien que decidió ser el primero... - comentó Vittorio y Kalir volteó a ver, era Loxur bailando con Firinea en el centro del salón.

- ¡¿Pero qué ray-

- Bien, ya que el mayor decidió ser el primero entonces lo haremos de mayor a menor ja, ja. Mi turno - dijo Hazar y fue a pedir la mano de la joven.

- Aah! ¡Ustedes me quieren volver loco! - exclamó Kalir.

- Calmate Kalir, luego la tendrás solo para ti, pero ahora esta es la tradición - agregó Salomón - por lo pronto tu vienes después de mi - dijo con burla.

Así, entre risas, la joven sirena bailó con Loxur, Hazar, Noré y era el turno de Vittorio, todo transcurría con normalidad hasta que en la mitad de su baile alguien los interrumpió 

- Disculpe señorita, ¿Sería tan amable de concederme una pieza a mi también? - era Zamaron quien había asistido en compañía de su padre.

- No puede ser - mumuraron los diablos.

- ¡¿Qué hace aquí?! - se sorprendió Kalir.

- Seguramente el consejero de nuestro Padre lo invitó, recuerda que las invitaciones estuvieron a su cargo y esto es un evento social también, no se puede ignorar el Clan de las Sirenas - comentó Salomón.

- ¿Qué dice señorita Firinea? Es la tradición ¿Verdad? - insistió Zamaron.

Vittorio percibió la tensión en las manos de ella - Firinea, no estás obligada a hacerlo si no quieres... - comentó.

- No Vittorio, esto es muy importante para tu familia... si lo rechazo será un escandalo... no quiero traerle problemas a tu padre... es sólo un baile - se forzó a sí misma.

- Bien... - terminó Vittorio, le cedió la mano de la joven al triton y se dispuso a regresar con sus hermanos, Kalir estaba indignado.

- ¡Vittorio! ¿Cómo pudiste darle a Firinea? A ella no le agrada ese imbécil - exclamó.

- Ella fue quien lo decidió... Firinea sabe de la importancia protocolar de este evento y no quiso exponernos a un escándalo, valora su esfuezo y no cometas una estupidez - le advirtió.

Mientras tanto Zamaron disfrutaba del tener a la hermosa joven en brazos mientras que ella se enforzaba por disimular su incomodidad, pues aquel joven no dejaba de mirarla con intensidad 

- Así es como debe ser, Firinea... - soltó él.

- ¿Qué?...

- Me refiero a nosotros... ¿cuando lo entenderás?... 

- ¿Y tu cuando desisitiras?... estoy a punto de casarme... en cuanto cumpla la mayoría de edad yo- intentó decir pero sintió como el triton la acercó más a él para hablarle al oído 

- Estoy harto de contenerme... algun día perderé la paciencia y te arrebataré de las manos de ese Diablo... me vuelves loco... ya no quiero seguir observandote desde la distancia, quiero tocarte, besarte... que seas mía ...- dijo mientras tomaba con su fuerte mano la cadera de la joven - entiéndelo, estoy enamorado de ti...

- Ese pecesito se está pasando de la raya - comentó Hazar al ver su accionar.

- Voy a matar a ese imbécil - dijo Kalir listo para intervenir pero sus hermanos lo detuvieron.

- Déjamelo a mi - se ofreció Salomón y se acercó a él - Creo que ya es mi turno ¿No es así señorita Firinea? 

- S-Sí - respondió nerviosa ante el duro gesto de Zamaron.

- Pensé que el Diablo enano intervendría - deslizó el Triton mientras Salomón tomaba la mano de Firinea - ¿Acaso viniste en su ayuda?

- ¿Qué pretendes? ¿Quieres una guerra? No te metas con la esposa de un Diablo.

- ¿Esposa? Ella aun no está casada, así que bien podría ser la mia, dile esto a tu hermano, podrá ser su prometida pero siempre será mi mujer - declaró y se alejó.

- Gracias Salomón... - respiró ella.

- Tranquila Firinea, estás asalvo con nosotros. ¿Quieres descansar?

- Debo ir a prepararme, ya es hora de la sorpresa - sonrió y se marchó a otra habitación.

- ¡¿A donde fue Firinea?! ¿Está bien? - preguntó Kalir.

- Dijo que tenía que preparar una sorpresa.

- ¿Una sorpresa? - repitió y de repente todo el salón se obscureció para luego encenderse una luz en el centro, era Firinea con el arpa que Kalir le obsequió, miró al Diablo que estaba atónito y se sentó al lado del instrumento lista para interpretar una melodía dedicada para su amado Kalir.

Todos admiraban en un respetuoso silencio el talento de aquella hermosa joven, sin duda destacaba en todo lo que hacía. 

Zamaron y Claus se disponían a retirarse cuando el Príncipe triton se detuvo un momento a admirarla una vez más 

- Mirala Padre, esa mujer tiene que ser mía... - suspiró.

- Y lo será hijo, la naturaleza siempre regresa las cosas a su lugar, ya lo verás... - deslizó y se marcharon a su hogar. 

Al terminar la melodía, Kalir se acercó a la joven para besar su mano ante la vista de todos, la rodeó con sus brazos y empezaron a bailar clavando una mirada de profundo amor el uno al otro.

- Te amo Kalir...

- Te amo... Firinea...- soltó por primera vez el Diablo rendido ante su belleza y robándole un beso en un giro.

- Vaya... si alguien me hubiese dicho que aquel enano desquiciado que era se vería así algun día no lo hubiese creído - comentó Hazar.

- Es verdad, Firinea definitivamente fue una buena influencia...- agregó Vittorio.

- Por supuesto que sí - intervino su Padre - a ver cuando siguen el ejemplo de su hermano y eligen a una mujer, ustedes son mayores que él, por lo menos deberían tener una esposa cada uno ya.

- Danos un tiempo Padre, no es tan fácil como lo haces ver - respondió Salomón.

- No se tarden tanto, quiero nietos antes de los mil años, por lo pronto el día de mañana será decisivo, den lo mejor de ustedes - terminó por decir Satanás y así fue como el tan anciado día del enfrentamiento llegó.
El mismo se llevaba a cabo en el Reino de su Padre, volviéndose un evento sin precedentes que llamó la atención de los habitantes. Enseguida una inmesa cantidad de público se reunió alrededor de la arena de combate.
Kalir explotaba del entusiasmo, al fin tendría la oportunidad de demostrar su poder. Por ser una sirena, Firinea no podía asistir por obvias razones, así que en su lugar fue Ratjá a acompañar a su señor en aquella hazaña.

- Wow, sí Ratjá ja, ja - al fin llegó el momento, ya no puedo esperar - dijo preparándose para salír.

- Señor...

- ¿Qué ocurre?

- ¿Sabe de las consecuencias de todo esto?

- ¿Qué? ¿De que estás hablando?

- Se trata de la señorita Firinea... Creo que hay algo de lo que no se a dado cuenta y lo debe saber... 


Continuará...



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En el texto hay: angel, amor, diablo

Editado: 18.01.2024

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