Capítulo 6 - Pacto

Diciembre 11/2023

Los días nevados en Colby eras los favoritos de toda la comunidad, salían a sus patios y jugaban horas y horas entre todos; otros hacían fogatas y asan malvaviscos o beben chocolate caliente arropados de mantas calentitas. Como sólo cae nieve en diciembre todos aprovechan los días y por eso se vuelve su festividad favorita. Cada persona de Colby ama la nieve y pasar horas en ellas.

Es por eso que Tarana está con sus dos primas y su hermana en el patio de su tía Monick jugando guerra de nieve -juego que consiste en hacer un fuerte y esconderse ahí mientras se tiran bolas de nieve, la persona que reciba tres bolas de nieve pierde-. Ese juego es una tradición que han tenido desde niñas y la persona que salga invicta recibe una bolsa de malvaviscos, gomitas y bombones de chocolate y, para suerte de Tara ha sido la que más ha ganado.

Sin embargo, hoy va perdiendo. Ha recibido dos bolas de nieve, su hermana una, su prima Patricia ya salió derrotada y la hermana menor de Patricia, María, no ha recibido una bola por lo que lleva la delantera.

- ¡No! -Chilla Marcela al recibir su tercera bola de nieve, dejándola así por fuera.

- Adiós, hermanita linda -Tara se ríe al ver a su hermana salir pisando duro y refunfuñando. Cosa que ella ocasionó al cogerla desprevenida.

- ¡Es tu oportunidad de ganar María, derriba a Tarana!

María asiente tan feliz ante las palabras de su prima Marcela que no ve venir la bola de nieve de Tarana, la cual le cae en su pecho haciéndola caer en la nieve.

- ¡Tara! Te aprovechaste del momento.

- Quien te manda a desconcentrarte del juego, querida. ¡Todo se vale!

La castaña satisfecha con haberle dado a su prima se volvió a meter en su refugio y comenzó a hacer bolas de nieve.

- Dos más y ganamos este año, bebé. Tenemos que ganar y obtener nuestros dulces -Boticas le ladra moviendo la cola feliz.

Tras haber creado cinco bolas y dejarlas amontonadas, se asoma por un lado del árbol y ve a María haciendo bolas también, cosa que aprovecha y le lanza la bola más pequeña que hizo y sin fallar le da de lleno en la cara, haciendo que parte de la escarcha blanca caiga dentro de la boca de su prima. Se lleva las manos a la boca y suelta una estruendosa carcajada, la cual le saca algunas lágrimas y cae sentada en la nieve.

- ¡TARANA!

- Lo siento, Mar, no fue mi intención que cayera en tu boca -dicho eso suelta a reír nuevamente y así todas las demás se ríen, hasta María lo hace de su propia desgracia-. Estamos empatadas, prima. Hora de jugar a muerte y ganar esta batalla.

Patricia y Marcela aplaudían y vitoreaban a sus hermanas mientras las ven lanzarse bolas sin llegar a darse. Todas sabían lo competitiva que era Tarana, y más si estaba en la final; ella era una mujer decisiva y nada ni nadie haría que quitara el ojo de su partida. Le sonrió a su hermana y volvió a lanzarle nieve a su prima.

Media hora después, las dos finalistas todavía se lanzaban bolas de nieve. Ya habían lanzado miles de bolas de nieve, pero cada una de ellas habían fallado; ambas presentían cuando la nieve estaba cerca y se escondían a tiempo.

- Uff, ya estoy cansada, chicas, y el frío está cada vez peor -se quejó Patricia.

- Es cierto, terminen el juego y déjenlo empatado. Quiero entrar y tomar el chocolate que la abuela nos mandó -murmuró Marcela.

- ¡No! -Chillaron las dos finalistas al unísono.

- Pero ya me aburrí viéndolas jugar media hora.

Tarana volteó a ver a su hermana ante sus quejidos, la fulminó con la mirada cruzándose de brazos.

- Agh, está bien. Dejémoslo así, Mar. Compartimos los dulces entre ambas.

Su prima se encogió de hombros estando de acuerdo y tras darse ambas una sonrisa comenzaron a lanzarle a sus hermanas las bolas de nieve que les habían quedado.

- ¡No! Son unas bobas -dijo Marcella entrando a la casa quitándose la nieve.

A Patricia como todo le da prácticamente igual, solo se quitó la nieve y entró tras su prima. Tarana y María se rieron y entraron también.

Las cuatro se sientan en el sofá de la sala frente al televisor, el cual está trasmitiendo El duodécimo día de navidad; todas beben del chocolate caliente que su abuela les mandó junto con galletas de navidad, las favoritas de ellas y arropadas con mantas calientes para apaciguar el frío que hace. Se acurrucan más juntas y se concentran en la película, la cual trata de un dúo de trabajadores que deben crear una búsqueda del tesoro por la ciudad, pero al hombre no le gusta mucho trabajar en equipo y al principio se la pone difícil a la chica; los dos son diseñadores de juegos.

Tras finalizar la peli Tarana decidió irse con su perro a su casa para darse un baño de agua caliente. Entró a su casa y fue directamente a su habitación, caminó al closet y sacó unos pantalones de lana negros, un suéter manga larga con cuello de tortuga de color azul y un abrigo negro y obviamente sus preciadas botas afelpadas negras y medias gruesas navideñas. Dejó todo en la cama y fue al baño, puso a llevar la bañera mientras se despojada de su ropa. Al estar la bañera con el agua suficiente cerró la llave y busco en uno de los estantes de la pared un tarro de sales y un jabón para burbujas con olor a lavanda; echa una buena cantidad de sal y jabón a la bañera, tras dejar los frascos en su lugar se mete en el agua.

Tara suelta un suspiro de satisfacción al hacer contacto con el agua. Se acomoda bien en la bañera y cierra los ojos para relajarse. Su cuerpo se llena de las burbujas y del exquisito olor a lavanda, haciendo que su cuerpo deje atrás el cansancio y la tensión. La castaña toma estos baños cuando su cuerpo está súper agotado del cansancio o ya sea por el frío, pero casi siempre lo hace por el cansancio.

Una llamada entrante hace que la canción As it was en la voz de Harry Styles se detenga, dejando solo el sonido de la llamada inundando el baño. Se sienta bien en la bañera y agarra el celular, mira el indicador y ve que es una llamada de su madre.