CAPÍTULO 22 | Al borde del abismo.
"No digas que ya nada puede ser peor porque...si que puede"
Samantha
—Entonces, ¿Enserio lees esto?
—Claro, es lo que marcó mi entrada al mundo literario, el señor Darcy es mi crush de por vida —respondí, abrazando el libro contra mi pecho. Logan sonrió, quitándomelo de las manos.
—Pero él la trataba mal.
—Trataba mal a todo el mundo.
—Así que te gustan los chicos malos —dedujo— Supongo que eso me resta posibilidades.
Solté una carcajada. Llevábamos rato así, chistándonos y haciéndonos bromas sobre que, ahora que estábamos solteros gracias a las mismas personas, lo más lógico sería que nos juntáramos entre nosotros para hacer más dramática la situación. Seguro que la Sam de hace unos meses habría saltado de la emoción, tomándose muy enserio el juego de salir con Logan, pero la de ahora no podía verlo como lo que era, un chiste, un buen chiste con un amigo.
—Tendré que dejarte en la friendzone, lo siento —me encogí de hombros— Pero hey, hay más peces en el mar.
—Seguro.
—Y ya verás, capaz que en tu fiesta de cumpleaños encuentras a alguien.
—No sé si quiero conocer a alguien todavía. Lo de Scarlett es muy reciente y quiero un espacio para mí —asentí, comprendiendo el punto— ¿Irás a mi fiesta?
—No creo, Asher va a estar ahí.
—Con mayor razón debes ir. Que su presencia no te detenga de hacer lo que quieres.
—Me lo pensaré.
—De acuerdo, pero enserio quisiera verte ahí, es importante para mí —me guiñó un ojo.
Honestamente, no me hacía gracia tener que ver a Asher en la fiesta de Logan, menos cuando las cosas estaban tan tensas entre nosotros y tampoco cuando era casi un hecho que iría con Scarlett, pues Logan no había retirado su invitación para ella. No creo que estuviese lista para enfrentar ese escenario.
En medio de nuestra platica, Emily llegó casi corriendo a mi habitación, que era donde estábamos Logan y yo. Tenía la respiración agitada y el pelo hecho un desastre, parecía desesperada.
—¡Sam! ¿No te enteraste? —preguntó rápidamente. Negué con la cabeza.
—¿De qué?
—Asher está en el hospital.
Abrí los ojos de par en par, entrando en pánico.
—¿Qué? —cuestioné, levantándome— ¿Le pasó algo? ¿Está bien?
—No, él está bien —sacudió la cabeza. Suspiré de alivio. Menos mal— Es su papá, llegó grave al hospital.
Mierda.
—¿Qué le pasó?
—No sé, pero creo que deberías ir, parece que necesita a alguien. Megan y Axel se acaban de ir para allá, pero debemos darnos prisa.
Ni si quiera me lo pensé dos veces antes de tomar todas mis cosas y disponerme a caminar, siendo seguida de Logan y Emily. Salí de casa y llegué al auto, tiré todo en el asiento trasero y me volteé hacia Logan.
—Lo siento, Logan, ¿Podemos hablar luego?, tengo que verlo —expliqué— No puedo dejarlo solo.
—Oye, lo entiendo —sonrió— Pero no me quedaré al margen, voy con ustedes.
Fruncí el ceño. ¿Logan quería ir? ¿Por Asher?
Dios, debía dejar de ser tan perfecto, ya no era normal.
—¿Estás seguro?, sé que Asher y tu...
—Creo que en este momento no tiene nada que ver lo que pasó entre nosotros. No tienes cara de estar en condiciones de conducir y entre más apoyo, mejor, ¿no?
No estaba muy segura de que Asher quisiera tener su apoyo, pero bueno. Sería su karma.
Al final, aunque no muy segura, acepté. Nos subimos los tres al auto y llegamos en tiempo récord al hospital. La entrada fue un desastre, porque no había ni un solo lugar donde estacionar y la frustración de eso me hizo perder la paciencia. Afortunadamente, Logan tenía suficiente paciencia para los dos y me sonrió amablemente para tranquilizarme.
—Tranquila, Sam, entren, yo buscaré donde estacionar y las alcanzaré luego.
—¿Enserio?
—Por supuesto, te necesita más a ti que a mí, ¿No crees?
Ni siquiera me lo pensé dos veces y salí del auto. Lo único que quería era llegar a Asher y asegurarme de que todo estaba bien. Emily me siguió mientras atravesaba el estacionamiento plagado de gente, recibiendo empujones e insultos por chocar con las personas que iban y venían sin parar.
¿Desde cuándo había tanta gente en un sitio así?
Una vez que estuve frente a la puerta se me quitó lo valiente y viéndolo en perspectiva, comenzaba a hacerme a la idea de que, quizá, Asher no quería verme ahí.
Es decir, ¿Por qué querría?
—¿Qué haces, Sam? ¡Muévete! —me espetó Emily, jalándome del brazo.
—No sé si sea buena idea que entre, a lo mejor él no...
—Déjate de tonterías. Él te quiere ahí.
Sacudí la cabeza, negándome a seguir analizándolo y me decidí. Debía dejar de pensar tanto las cosas antes de hacerlas.
Cuando finalmente entré, lo busqué por toda la sala de espera hasta que lo vi. Tenía la cabeza apoyada contra la pared, escuchando lo que fuera que Ethan estaba diciéndole. Megan, Diego y Axel aguardaban a unos pasos de ellos, esperando pacientemente a que Asher se tranquilizara.
Se veía desesperado, exhausto y al borde del abismo. Jamás lo había visto tan preocupado antes y eso me rompió el corazón.
Se pasó las manos por el cabello, casi como si jalar fuertemente las hebras pudiese activar alguna palanca universal que arreglara las cosas. Ethan notó que Emily y yo entramos y suspiro de alivio para luego decirle algo a Asher al oído. En cuanto levantó la cabeza y me vio, se quebró y rompió en llanto. No lo dudé ni un segundo antes de acercarme y envolverlo entre mis brazos. Su cuerpo temblaba por cada sollozo y su respiración pesada inundó el ambiente. Me aferró con fuerza a él, mientras yo lo apretaba haciéndole entender que estaba ahí para sostenerlo, que no lo dejaría caer.
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Editado: 19.03.2023