CAPÍTULO 31 | Voces del pasado
"El pasado nunca muere, permanece ahí, observando, a la espera de que bajes la guardia para romperte un poquito más el corazón"
Samantha
—¿Qué haces tú aquí?
Verle fue extraño, sobre todo porque llevaba dos semanas sin cruzarme con él. Hank carraspeó, rascándose la nuca con una mano. Parecía algo nervioso.
—Perdón que venga sin avisar, Sam. ¿Está tu madre?
—No, salió hace un rato. ¿Pasa algo?
—Necesitaba hablar con ella. No sé si sabes, pero terminó nuestra relación hace algunos días, no puedo sacármela de la cabeza —sonrió débilmente.
—Hank, lo siento mucho, he hablado con ella y yo...
—¡Sam! —el grito proveniente de una voz que conocía muy bien nos interrumpió. Era Asher y venía prácticamente corriendo hacia mí.
Ni siquiera se fijó en Hank cuando atravesó la puerta y me envolvió entre sus brazos.
—¿Asher? ¿Qué estás...?
—¿Está aquí? —me preguntó separándose y tomándome el rostro con ambas manos.
—¿Quién?
—¿No ha venido nadie extraño a tu casa, Sam? —negué con la cabeza— Mierda.
—¿Qué pasa? ¿Quién tenía que venir?
—Es Hannah, Sam. La mancha rosa es Hannah, lo ha sido ella todo este tiempo. Trabaja con alguien más, no sé bien quién es, pero dijo que vendría a tu casa.
Un cosquilleó de pánico me invadió el pecho. Sabía perfectamente de quien estábamos hablando.
—Patrick. Patrick trabaja con Hannah —solté de repente. Me frunció el ceño, sin comprender de lo que hablaba.
—¿Muchachos? —intervino Hank, que prácticamente parecía pintado en la pared— ¿Puedo saber qué está pasando?
—Hank, en verdad siento mucho lo tuyo con mamá —le dije sinceramente— No puedo decirte que la esperes, porque sé que va a demorar hoy, pero le diré que viniste a verla. Le pediré que te llame.
—Gracias, Sam, enserio. ¿No necesitas qué me quede?, parece que necesitan un adulto.
—No, gracias, hermano —le dijo Asher— Un amigo mío viene conmigo, está en el auto, estaremos bien.
Hank, poco convencido, asintió. No lo culpaba, había salido con mi madre un año y convivido conmigo más de una vez. Se preocupaba por mí.
—Estaré bien, Hank. Gracias —le aseguré.
Después de pedirme que lo llamara en caso de que las cosas se pusieran feas, se despidió y salió de casa, dejándonos solos.
Bueno, solos es un decir, Scarlett seguía allí y tanto Ethan como Emily habían salido del auto de Asher para venir a saludarme. Incluso habían traído a John, que parecía sumamente serio una vez que lo saludé.
—Oh, genial, la fiesta se mudó aquí —comentó Scar, en tono irónico. Esbocé una sonrisita.
—Oh, genial, la bruja está sentada en mi sofá —murmuró Emily, mirándola mal.
—Es de Sam este sofá.
—Es mi mejor amiga, somos como uña y mugre, una sola alma, lo suyo es mío y, por ende, ese sofá también me pertenece.
Enarqué una ceja. ¿Cuándo habían reducido a ser dos nenas de cinco años?
—Es mi novia y, por lo tanto, el sofá es mío. Aparta —le exigió Asher a Scar, dándole un empujoncito que la sacó del asiento. Ella se cruzó de brazos, enfurruñada y se situó en el sofá gigante con Ethan, Emily y 3.John. Yo aproveché y me subí al regazo de Asher, que sonrió complacido y me rodeó la cintura con los brazos.
Se veía malditamente atractivo con ese disfraz de época victoriana. El traje negro lo hacía ver mayor y el chaleco gris se ajustaba a su torso, resaltando su trabajado cuerpo. Quise babear al notar la corbata. Él las odiaba, como cualquiera, pero le quedaban de infarto.
—¿Van a contarme qué pasó? —habló John, viéndose inquieto— Me tienen preocupado, chicos, en cuanto recibí el llamado de Asher imaginé que algo muy malo estaba sucediendo.
—Es lo que te conté —le respondió Asher— Esa chica, Hannah, confesó ser ella. Publicó el vídeo y me mandó un mensaje diciendo algo de que un rey vendría a lastimar a las princesas. Supuse que se aparecería aquí.
—Es Patrick —dije yo— Scarlett y yo estábamos hablando de eso, llegamos a la conclusión de que es él, debe estar trabajando con Hannah o algo parecido.
No me entendieron al principio y por eso tuve que dedicar la siguiente media hora a contarles toda la historia. Para ese punto, ya ni siquiera la vergüenza tenía cabida aquí, solo quería comentarles lo que sabía y que eso sirviera de algo para acabar con esta pesadilla. Una vez concluí mi relato, me miraron sorprendidos, sobre todo Emily, que abrió exageradamente la boca con sorpresa.
—¿Saliste con un mayor y no me los presentaste?
—¡Rubia! —protestó Ethan— Céntrate.
—Tu ni me hables.
—¿Sigues molesta por lo del disfraz?, ya supéralo.
—Vete a la mierda.
—¡Basta! —exclamó Scarlett— Un psicópata que quiere hacernos daño está suelto, ¿Pueden centrarse en un drama a la vez?
—Scarlett tiene razón —concordó John— A la chica ya se la ha llevado la policía, el oficial Anderson tiene a cargo el caso, pero si hay un tipo suelto necesitan protección, chicos. Esto ya no es un juego.
—¿Anderson? —preguntó Scar— ¿El padre de Logan atiende el caso?
—En la fiesta no podíamos dejar que Hannah se fuera, fue más rápido que Logan le avisara a su padre. Se fue con él una vez detuvieron a Hannah, Andrés y Diego también están en la comisaría, van a dar el testimonio de lo que ocurrió esta noche. Pero el oficial Anderson lo ha tomado personal a causa de Logan, se hará cargo —nos informó Asher— Aún así, John tiene razón. No puedes quedarte en tu casa hoy, dulzura.
—Voy a estar bien —puse los ojos en blanco.
¿Acaso nadie se creía que podía defenderme yo solita? Por Dios.
—¿No has dicho que tus padres llegarán tarde hoy? No quiero que te quedes sola esta noche. Dormirás en mi casa.
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Editado: 19.03.2023