-valla espectáculo-
Susurre a Esteban al escuchar la última notas de la pieza, mientras el chico desconocido suspiraba más que satisfecho por el mediocre resultado que presento, en realidad no me interesaba en lo más mínimo.
-hola chicos-
Sara sonrió mientras correspondíamos el saludo con las manos, ese porte que ella daba al momento de tocar simplemente era algo peculiar, tendía a hacer expresiones al tocar, algo gracioso si no escuchaba la música, mientras que el del chico era descuidado, encorvado en realidad.
-solo vine a despedirme-
Liz hablo tranquilamente mientras revisaba curiosa las partituras.
-¿lista para tu presen tentación?-
-todavía falta 1 mes, aparte tenemos que practicar más-
En realidad no era nada sorprendente que alguien como Sara en realidad tocara en público, incluso para mí era algo evidente, aunque incluso a mí me daba un poco de curiosidad el escucharla tocar en público.
-en realidad creo que lo aremos bien Sara-
El chico hablo alguien con un cabello ondulado, mas distinciones que esa no podía encontrar a simple vista que lo diferenciaran en realidad.
-bueno practicamos para eso-
Ella se veía tranquila apacigüe ente todo lo que estaba sucediendo, como si en realidad no fuera consiente o no quiera aceptar el hecho que la combinación de ellos dos tocando era mediocre.
-hola, perdón soy Daniel-
-un gusto soy Esteban y el Gabriel-
Era increíble como Esteban lograba leer mi mente sabiendo que ni siquiera quería dirigirme a él, aunque era bueno el saber el nombre de ese chico.
-bueno nos vemos-
Liz se despidió. Aunque quisiera decir que no me gustaba la idea que me fuera solo como un mal tercio sinceramente no tenía ningún motivo para no hacerlo, caminamos hacia la entrada principal, como si fuera el destino queriendo molestarme un poco más un mensaje llegara a mi celular, mientras decidía verlo podía apartarme discretamente de Liz y Esteban.
<No estaré en casa, el trabajo se atrasó, hay comida en el refrigerador o dinero en la mesa por si quieres pedir algo>
Aquel mensaje proveniente del contacto “padre” no era muy alentador mientras una frase recorría mi mente “estas desperdiciando tu potencial”, un golpe directo a mi ego, un golpe que todavía no podía entender el cómo tratar de sanar o esquivar, mientras intentabas buscar una solución en realidad no podía pensarlo con claridad, tal vez, tal vez tenía que simplemente reflexionarlo, aunque el estar en una casa vacía no pensaba que fuera lo mejor.
-Gabriel ¿estás bien?-
Esteban me saco de mis pensamientos, involuntariamente había parado mi andar, tanto el cómo Liz simplemente me observaron.
-adelántense, se me olvido que tenía algo que revisar en biblioteca, el internet de mi casa a estado fallando prefiero usarlo-
-está bien, diviértete en tu búsqueda, solo por favor no uses el modo incognito-
-ja ja ja, váyanse mañana los veo-
Les di la espalda mientras empezaba a caminar en dirección a la biblioteca escolar, e realidad no olvide nada, simplemente prefería no regresar a casa, tal vez perderme en el internet podría ayudarme. Mientras más pasaba el tiempo y simplemente usaba mi celular en la biblioteca, tampoco encontraba alguna respuesta de como poder mejorar o tal vez escoger otra carrera, simplemente fue una tontería pensar que la respuesta vendría mágicamente.
-demonios-
Antes de darme cuenta ya había pasado 1:30 desde que Esteban y Liz se fueron, tal vez era momento de aceptar que no serviría de nada intentar pensarlo, posiblemente solo necesitara experimentar más materias hasta encontrar una en la que fuera bueno. Rindiéndome me levante de mi lugar y abandone la biblioteca, no siempre era común que me quedara mucho tiempo en la escuela, usualmente cuando no quería estar solo terminaba hablando o siendo arrastrado por una tontería de Esteban, era a veces tan predecible como impredecible, nunca sabia como terminaría la situación.
-supongo que tengo que hacer más amigos-
Susurro eso para mí, la idea de hacer más amigos tampoco me gustaba del todo, esas inquietudes me acompañaban mientras caminaba para salir del instituto. Un sonido impidió que siguiera mi caminar, en realidad ese sonido sonó muy familia, alguien intentaba apagar un llanto, alguien lloraba, ese sonido que tan bien conocía impidió que siguiera.
-¿que demonios voy a hacer?-
No pude detener mi andar, en un solo momento mi cuerpo había decidido ir a responder al sonido, antes de estar consiente estaba en el salón donde Sara practico, entre discretamente para verla, frustrada y ansiosa. Una sola guitarra, un solo atril, un solo juego de partituras y una sola guitarrista en dolor.
-lo siento-
No supe en que momento ella me vio, sin embargo el que se disculpara e intentara ocultar su cara tal vez no ayudo mucho, tal vez mi sola presencia era un error, ella no me conocía, en realidad ¿Qué pensaba hacer?, fuera quien fuera seguramente nunca me hubiera conocido, no podía ayudar, era algo extremadamente lógico, aunque para parte de mi ser eso solo sonaba como una excusa vaga y sin fundamentos.