El arte de soñar

Capítulo 8 apoyo mutuo

-bien es momento de irnos-

Sonreí un día más concluido con un esfuerzo constante, Sara parecía más feliz de lo normal aunque no la apodia juzgar así era su forma de ser.

-sabes me equivoque un poco en ti-

-entonces descubriste que no soy una rata de biblioteca, porque si es eso te tardaste-

-ja ja ja, me equivoque al pensar que eras normal, resulta que eres algo más extraño de lo que pensé-

Alce una ceja en confusión mientras sonreía, mi mente todavía no podía procesar si eso era un cumplido o un insulto, tal vez un poco de ambas, a veces hablar con Sara tendía a ser una mezcla de halagos, insultos, burlas y una pisca de sarcasmo. Entregamos las llaves para por fin poder irnos del instituto.

-¿Qué te hizo percatarte de eso?, el hecho de que odio el arte, no ya se tal vez que es mi gran habilidad social o incluso que expreso sin ninguna contención mis comentarios acerca de lo mal que tocas-

-aun que digas eso sigues viniendo por voluntad propia, ahora vámonos aunque tú en partes resuelvas y termines tus tareas yo no, necesito terminar lo antes posible-

- solo faltan 3 semanas para que tu gran concierto que tanto esperas, ¿emocionada por demostrar que mis consejos burlescos sirvieron de algo?-

-todavía no y tal vez nunca, aunque si estoy emocionada, aunque en mi grupo tenemos un profesor en realidad más nos apoyamos en nosotros, quiero demostrar que puedo dar lo mejor de mí-

Un autobús llego y ambos nos subimos de nuevo tendría que presenciar como ella tocaba una guitarra invisible pero esta vez no pude soportar mis ganas de burlarme y hacer que mi mano para fingir tocar una nota invisible.

-o no, desafine en la guitarra invisible-

Ella me voltio a ver solo para bajar las manos y dar una pequeña risa, mi sentido del humor y sarcasmo era algo que muy pocos podían gozar sin embargo esa sonrisa mientras la luz lograba iluminarla era algo que no dejaba de sorprenderme.

-¿no puedes evitar demostrar en cada momento tu sarcasmo?-

-podría intentarlo pero vamos, dame crédito-

Cada vez llegaba un momento que no apreciaba, regresar a mi hogar, posiblemente mi padre no estuviera así que estaría de nuevo solo.

-oye, ahora que lo pienso hasta el momento no me has pasado tu número de teléfono-

-perdón, tienes que pasar una prueba para tener mi numero-

-por eso no tienes amigos-

Aunque fuera una simple broma, no era mentira seguía siendo de la idea que prefería tener aunque fuera un verdadero amigo que 100 falsos y mi celular era la prueba de ello, mi círculo social o mejor dicho con las únicas personas que hablaba era mi padre y Esteban no necesitaba en realidad a nadie más, o eso siempre creí.

-lamento decepcionare pero no soy de esperar a que las pruebas lleguen, préstame tu celular-

-buen, bien-

Así un nuevo contacto más fue agregado a ese estrecho círculo, y antes de darme cuenta su destino llego, volviendo a estar solo, esa sensación en realidad era algo agotadora, pero no significara que no pudiera superarlo. Un pensamiento deprimente para alguien deprimente, o eso quisiera argumentar, mi celular vibro para ver un mensaje. 

<como dije no soy de esperar pruebas, tú me ayudas yo te ayudare, así que prepárate para superar tus odios>

-jajaja-

Una risa salió de mi mientras revisaba el mensaje, Sara tal vez no era el estereotipo que pensaba, aunque si mostraba ser obstinada, incluso se atrevió a ponerse como contacto “amo la música”, tal vez debería de haberme enojado o simplemente no tomarle importancia, pero no, ella puso ese nombre simplemente como una burla, si yo podía odiar abiertamente la musía ella podría mostrar su amor por ella.

-hoy llegas de nuevo tarde ¿por fin tomas mis consejos?-

No había ni siquiera cerrado la puerta de mi hogar, sin embargo mi padre ya hacia presencia, esta vez estaba solo se levantó y empezó a servir la comida.

-ven, hoy me dejaron hacer el trabajo de escritorio en casa, es bueno me costó un poco conseguir eso pero tengo más tiempo para pasar contigo-

-te explotas en ese trabajo-

-intento hacer lo mejor para los dos, ya lo sabes, no estoy tan viejo todavía puedo seguir con este estilo de vida-

Sirvió la comida, esta vez seria espagueti, nunca fue el fuerte de mi padre la cocina siempre mi madre se encargaba de eso pero bueno cuando ella se fue él tuvo que hacer ambos roles aunque yo lo apoyara en ocasiones él se esforzó para mejorar en la cocina y poder tener un tiempo más hogareño en la hora de la comida.

-¿Cómo vas en la escuela?-

-lo mismo de siempre, aunque el taller de literatura es divertido y pasar más tiempo en la escuela me ayuda a concentrarme y terminar las tareas rápido-

-me alegro ¿Cómo esta Esteban? Por favor dime que no se pelearon-

-no para nada, él se está enamorando y pasa más tiempo con la chica intentando conocerla mejor-



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En el texto hay: romance, musica arte, sueño

Editado: 27.11.2021

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