Jueves, 18 de abril de 2019
El autor de esta nota se encontraba sentado en el patio de su hogar, viendo desde lo lejos a su pequeña flor que daba indicios de nuevos movimientos en cuestiones del amor.
Hace mucho se había confesado, acercándose sigilosamente y contándole lo que sentía por ella, con la esperanza de ser correspondido.
— También siento lo mismo, pero por alguna razón estoy confundida.
Sonrió, acarició uno de los pétalos contrarios y se marchó para continuar admirándola desde lejos. Dándole tiempo para que esta aclare sus sentimientos.
A medida que los días transcurrían, su pequeña flor, conoció a alguien más. Las Gardenias eran las que habían florecido, creciendo silenciosamente y mezclándose en el jardín de las Camelias que él mismo denominó suyo.
No se acercó.
Se mantuvo observando.
No se acercó.
Solo comenzó a odiar las nuevas flores.
Ahora, ¿qué era lo que planeaba el Autor? Últimamente se encontraba encerrado en casa soltando maldiciones y teniendo un dolor en el pecho al ver el descaro de como dicha Gardenia se atrevía a siquiera hablar con su Camelia.
Coqueteándole frente a sus ojos, tocando y acariciando con confianza los pétalos contrarios. ¿Y lo peor de todo? Siendo correspondidos por esta que solo sonreía y mostraba un pequeño rubor en sus mejillas.
Coqueta entre ellas.
Algo que nunca consiguió el Autor.
— Solo cálmate.
¿Es acaso que su pequeña flor se olvidó de él?
— Cállate.
Chasqueó la lengua molesto por lo que veía cada noche desde su ventana, con los brazos cruzados y una mirada que perdió ese brillo característico en él.
Sonrió.
¿Qué piensas hacer ahora?
— ¿No es obvio?
A tu pequeña Camelia no le va a gustar esto.
— ¿Eh?
Carcajeó.
Mientras sacaba lo necesario para su misión, recordó la vez que encontró a su pequeña flor solitaria, sin Gardenias alrededor que los pudiera molestar.
— ¿Sientes algo por ella?
Su Camelia no respondió.
Él no insistió más.
[…]
El autor de esta nota se encontraba sentado en el patio de su hogar, viendo desde lo lejos donde alguna vez estuvieron dos flores de combinación.
Tanto en nombres como en clasificación.
Admirando ahora como los pueblerinos se encontraban apagando el fuego ocasionado por él hacía minutos antes. Sonriendo y relamiéndose los labios al saber que siempre esas dos estarían eternamente juntas.
A este punto del relato, el Autor no tiene idea de lo que está escribiendo o haciendo.
— No, claro que sí lo está.
Había enloquecido.
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Significado
- Hablar de la flor de la Camelia es hablar de belleza en estado puro. Símbolo del nacimiento de algo nuevo o el renacer.
- La flor de la Gardenia simboliza la pureza y dulzura. También estas flores nos indican que hay un amor secreto.