Capítulo 16

"Suave"
Bailey
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Por ser fin de semana baje a desayunar en pijamas con el pelo hecho un nido de pájaros y sin lavarme la cara. Con Jade pisándome los talones entre en la cocina para servirle su desayuno y preparar el mío. Abriendo una lata de comida para gatos la vuelco el contenido en el plato de Jade. Mis padres estaban desayunando tranquilos lo que hizo que solo tuviera que servirme una taza de café y sentarme en la mesa.

– Buenos días – saludo entre un bostezo para luego estirarme para tomar un trozo de torta de coco.

– Buenos días cielo – me responde mamá viéndome a los ojos tomando un sorbo de su café. – ¿Cómo estuvo la fiesta anoche? – mamá había llegado durante la madrugada intentando no hacer mucho ruido, pero es algo torpe y termino haciendo un ruido terrible al romper el jarrón de la entrada.

– Divertida pero no me quede mucho tiempo estaba algo cansada – dando una gran mordida a la torta de coco mire a mi padre que no me había saludado.

– Buenos días princesa – por el tono algo seco que uso mi padre supe que algo lo estaba molestando. Trague con dificultad el mordisco de torta de coco que había en mi boca. Mire a mi madre que observaba a su esposo con una ceja alzada, la misma expresión que pongo yo cuando no entiendo algo y quiero una explicación.

– ¿Pasa algo corazón? – mire con amor a mis padres por la forma en que se trataban. Hacía muchos años que estaban casados y la rutina no pudo matar esa llama de amor joven que ambos tienen por el otro.

– Nuestra pequeña princesa está creciendo demasiado rápido y sé que llego el momento de hablar con la verdad acerca de las abejas y las semillitas. – al demonio con el desayuno, yo me iré de aquí antes de que comience la clase de educación sexual. – Bailey siéntate – carajo. Voy a salir traumada de esta cocina o tal vez no salga más por el trauma.

– Corazón no creo que el desayuno sea el mejor momento para decirle a Bailey como vienen los bebés – asiento de acuerdo con las palabras de mamá por lo menos quería tener el estómago lleno antes de escuchar lo que ya me dijeron en bilogía.

– De acuerdo, pero no te escaparas de esta charla jovencita – el ambiente relajado volvió al comedor y pude desayunar tranquila. No me esforcé en inventar ninguna excusa porque sabía que no papá no me dejaría escapar de esta charla.

Con mi pijama puesto me senté en el sillón de la sala abrazando uno de los almohadones como un escudo que podía usar para esconder mi cara en momentos incomodos. Mi padre estaba en su sillón favorito y mi madre se sentó a su lado en el respaldo de ese mueble. Sentada en posición de loto mire a mi padre que parecía algo nervioso, mamá tomo su mano entrelazando sus dedos para que él comenzara a hablar.

– Bailey estas creciendo y comenzaras a salir con chicos que te gustan – me hundí en mi asiento comenzando a temer lo que venía con esas palabras – Hija no voy a pretender que llegues virgen al matrimonio, tu madre y yo no lo hicimos pero supimos cuidarnos – papá estaba tan rojo como la nariz de Rodolfo el reno de santa – Existen muchos métodos anticonceptivos que puedes usar como tomar pastillas, condones, condón vaginal... – escondí mi cara en la almohada negándome a salir.

– Papá entiendo a lo que quieres llegar y te aseguro que no tengo planes de acostarme con ningún chico – declare a mi almohada que amortiguo un poco mi voz. – Iré al ginecólogo cuando quiera explorar mi sexualidad – en estos momentos dudaba de querer tocar ese asunto en algún tiempo. No me da miedo ver a un chico desnudo, en las fiestas de Chloe siempre había alguien que terminaba cantando desnudo en el patio de la porrista.

– Entiendo princesa, pero teníamos que tener esta charla. Te eh visto pasar mucho tiempo con Alec y antes de que pase algo por accidente prefiero tener una charla contigo. – baje la almohada de mi cara al escuchar la sola mención de Alec. ¿Papá piensa que salgo con Bann?

– ¿Alec Bann? ¿el hijo de los empresarios ricos del pueblo? – pregunto mamá que no estaba al tanto de que su hija conociera al niño rico del pueblo. Papá asintió con la cabeza y mi madre pareció extrañarse, pero no dijo nada.

– Mamá no estoy saliendo con Alec, lo de nosotros es... complicado – rasque mi nuca algo incomoda por tener que aclarar una vez más que entre yo y Alec no pasa nada. – Somos compañeros de salir a correr, es todo – mi padre soltó la mano de mamá y saco algo de los bolsillos de su pantalón.

– Toma guarda estos siempre se tiene que tener una reserva – delante de mí cayo una pequeña caja cuadrada roja que con letras plateadas decía "Suave". Era una caja con condones, la tome con algo de curiosidad, vienen diez preservativos con sabor a frutilla y su tamaño es grande.

– Esto es incómodo – levantándome del sillón observo a mis padres que parecen divertirse con mi cara de horror. – Gracias por los condones papá, pero dudo que los valla a necesitar – aun con la caja en la mano salgo de la sala casi que corriendo hasta mi habitación donde me encierro. Arrojo los condones dentro de mi cajón de la mesa de noche y me tiro en la cama.

Quiero envolverme en las sabanas como un burrito, pero el sonido de mi celular me obligo a sentarme en la cama. Eve me mandó un mensaje para avisarme que una nueva cafetería se abrió en el pueblo. No era muy común que nuevos locales vengan a este pueblo tan pequeño y algo extraño, pero cuando pasaba era todo un acontecimiento. Contestando al mensaje con un emoticón me dirijo al baño para prepararme.

Viéndome en el espejo de la sala acomodo mi gorro blanco sobre mi cabeza. Me puse un buzo de lana gris holgado con vaqueros y botas negras. Estaba lista para irme a conocer el nuevo local del pueblo y ver si es tan bueno como lo valoran en Instagram.

Alec
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