Capítulo 30

No quiero perderla
Alec
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Vi a Demian salir de la habitación de Angelic y correr como loco a la suya, por lo que deduje que Angelic estaría allí y Bailey en el cuarto de esta. Entre en la habitación viéndola acostada en la cama hecha un ovillo envuelta en sabanas y con una almohada cubriendo su cabeza. Me acerque a la cama llamando la atención de la castaña que se quitó la almohada de la cara y se sorprendió de verme. Casi de inmediato ella se sentó en la cama queriendo alejarse de mí, detuve mi andar y le hablé de manera calmada solo quería asegurarme que ella estuviera bien.

– Se que no quieres verme, pero quería asegurarme de que estés a salvo, lobos de una manada enemiga quieren lastimar a Angelic y lastimarían a cualquiera que este con ella – Bailey sale de la cama caminando despacio y pasa de mi sin siquiera mirarme para ir escaleras abajo donde habla con la madre de Angelic y esta le dice que no sabe que está pasando. Hasta que vemos al padre de Demian bajar las escaleras con una cara que denota que nada bueno está pasando.

– Secuestraron a nuestra bebé – dice el hombre al tiempo que la madre de Angelic se abalanza sobre este pidiéndole que le dijera que estaba mintiendo. El alfa abrazo a su esposa diciéndole que no era mentira que en verdad Angelic desapareció.

Bailey cayó al suelo de rodillas con sus ojos vidriosos por el llanto y no tardó mucho en ponerse a llorar mientras intentaba secar sus lágrimas con violencia de sus ojos. Me acerque a ella para levantarla del suelo y al contrario de lo que esperaba ella se aferró a mi apretando mi ropa con sus manos en forma de puños. La rodeo con mis brazos y ella continua llorando pronunciando apenas en un susurro que Angelic regrese. El alfa se recompone para llamar a la manada y junto a Bailey salimos a esperar a los demás ella se aleja de mi secando sus lágrimas y mira el bosque con algo de tristeza.

– Bailey...

– No me digas nada Alec, este no es el momento mi mejor amiga fue secuestrada ante mis narices y yo no pude hacer nada. Se de peleas cuerpo a cuerpo, se de defensa y aun así no pude ayudar a mi amiga. Ni siquiera la escuche pedir ayuda y eso me hace sentir muy mal, Angelic es la hermana que nunca tendré y no quiero perderla – su voz se fue quebrando poco a poco, solo que esta vez Bailey se mantuvo fuerte. No derramo lagrimas a pesar de tener sus ojos algo vidriosos por el llanto, ella respiro hondo y continuo con su mirada en el bosque.

– Solo iba a decirte que recuperaremos a Angelic, a pesar del poco trato que tenemos la quiero como si fuera mi hermanita y te prometo que la traeremos de nuevo a casa – ella se giró a verme con sus ojos de color chocolate cargando con tristeza y esperanza a la vez. Asintió aun con sus ojos llenos de lágrimas y se giró a ver de nuevo al bosque hasta que Crystal salió de la casa abrazando a la chica que le correspondió el abrazo.

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Los valius y vampiros que eran aliados del clan New Moon vinieron a apoyarnos. No sé si ellos presentían que estando del lado de Haider perderían o si por el contrario decidieron ponerse del lado seguro. El caso es que los tres grupos nos preparamos para ir donde se piensa pueda estar Angelic. Se trataba de ser rápidos en estas situaciones pues no sabemos el nivel de paranoia que maneja Leo. Tenemos que ser cautelosos o de lo contrario Angelic podría ser ejecutada sin tener ni el más mínimo gramo de piedad. Yo que me mantuve alerta por Bailey la vi escabullirse y escapar al bosque donde la seguí a plena luz del día.

– ¿Bailey a dónde vas? – le pregunto cuando logro alcanzarla y ella se gira a verme seria.

– A salvar a mi amiga, ustedes no sé qué están esperando ella puede estar sufriendo – habla enojada señalándome y señalando detrás de mi donde se encuentra la casa de los Black.

– Tenemos que planear el asalto Bailey, si nosotros cometemos el más minino error Angelic será ejecutada – mis palabras fueron duras pero tenía que hacerla entender que si ella se metía en esto ambas saldrían muertas.

– Yo no puedo abandonarla Alec sé que ella no lo haría conmigo es mi hermana de la vida – nuevas lagrimas brotan de sus ojos y me acerco a contenerla. Bailey cae al suelo de rodillas gritando hasta casi desgarrar su garganta, aprieto el abrazo y ella continúa llorando con dolor. Mi lobo se siente impotente por no poder hacer nada para consolarla, pero también se siente tranquilo de estar junto a ella conteniéndola. Soy consciente que las cosas entre nosotros no se solucionaron, pero tenía la esperanza que con el regreso de Angelic pueda tener la oportunidad de hablar con ella.

– Te prometo que la encontraremos y la traeremos con vida – le digo en un susurro al oído y ella se aferra a mi como si su vida dependiera de ello – Solo déjanos hacer el trabajo a nosotros no quiero que nada malo te pase a ti también – Bailey se separa un poco de mi para verme directamente a los ojos, los suyos están rojos y algo hinchados por el llanto. Pero su expresión seria hizo que la soltara pues se notaba que no me quería tener cerca o eso parecía dudando su mano tomo la mía sin dejarme alejarme de ella.

– Debes hacer que ella vuelva, se la llevaron por mi culpa si yo no hubiera actuado como una llorona quizá estaríamos juntas – su agarre se apretó en mi mano y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas – Yo sé del secreto y nadie vino por mi antes Alec, esto lo hicieron personal, si no se apresuran mataran a Angelic – nuevamente ella me abrazo escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello.

Bailey
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Caminaba de un lado a otro en la sala de la casa de los Black, me prohibieron salir y me dejaron al cuidado de la madre de Angie. Ella estaba preocupada y no dejaba de apretar un collar que no me fije bien que era, pero tampoco es que le haya prestado mucha atención. Les había dicho a mis padres que pasaría la noche otra vez en casa de mi mejor amiga y como ya me quede otras veces aceptaron. Nadie contacto a la policía, dicen que el asunto es algo que no debe involucrar a los humanos o sangre inocente correrá.