A las 6:00 am empezó a timbrar el smartphone de Brian. Con mucha pereza Brian se levantó, y empezó su rutina de siempre:
1) Duchare
2) Vestirse
3) Desayunarse
4) Irse en el metro para su trabajo
Pero este día no sería como todos. Una ves Brian estuvo sentado en su caja, empezó asonar la alarma de reuniones. Brian se levanto de su silla y se fue a la sala de reuniones, como lo establecían los protocolos del banco.
- Compañeros –Empezó el supervisor en la sala- no les traigo muy buenas noticias. La mayoría de nuestros clientes, ya hacen todas sus transacciones a través de la app, y los pocos clientes que vienen al banco físico, no son suficientes para mantener las instalaciones. Lamento informarles que todos están despedidos. Pueden retirarse.
Todos los empleados salieron del banco. En la calle Camilo se acercó a Brian.
- ¿Que piensas hacer ahora? –Preguntó Camilo- Si no encuentras nada háblame por telegram, necesito gente en la mina que te hablé.
- Lo tendré en cuenta –Respondió Brian.
Después de la conversación, Brian se desplazó hacia la casa de alquiler en la que vivía con su padre.
Editado: 27.02.2023