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En los libros no había descripciones específicas sobre los "bufones" es más, nunca había leído sobre que un Rey Demonio tuviera uno, pero no estaba tan mal como creyó.
Le habían llevado a una habitación decente, con muchos libros y trajes coloridos, la cama era grande y mullida con un pequeño escritorio al lado.
Tenía entendido que un bufón era una especie de comediante, sin censura que todo lo podía decir de forma graciosa o con sátira ¿Cómo iba a desempeñar aquel puesto? No consideraba tener ni una pizca de payaso en su ser.
— Bufón — Sin cortesía, el guardia entró tirándole encima un traje color blanco bastante brillante — El Rey te quiere junto a él.
Si bien, estaba "asustado" de alguna manera, estaba curioso sobre su nuevo puesto en la corte real, pues aunque no era lo que se imaginaba, seguía vivo.
Cuando entró al gran salón vestido con el llamativo atuendo color blanco brillante, los demás seres se le quedaron viendo, pero no dijeron nada, en cambio, el Rey se vio complacido indicando que se parará junto a él.
Biel se sintió perdido, parado junto al Rey como si fuera uno más de sus nobles, bromeando sobre todo y tratando de hacer reír al otro mientras hacía su trabajo ¿A si sería toda su vida?
No sabía si era algo bueno o no.
— Majestad — Entró a audiencia un orco con vista decaída, empezó a explicar su problema, uno tras otro, iban entrando seres con problemas parecidos.
Territorio.
Los seres más grandes y poderosos exigían más tierras que razas menores con la excusa de que les era un derecho al ser "líderes naturales" lo cual a Biel le sacó una leve risa, la que llamó la atención del Rey y con lengua filosa se dirigió a él.
— ¿Tienes algo que decir Bufón?
El rubio se quedó helado sin saber que decir, pero sabía que era su primera prueba como bufón. Un bufón siempre influía en la política con comedia, diciendo lo que nadie quería decir o escuchar.
— Oh su Majestad, en realidad yo no entiendo nada ni se nada — Río levemente, tratando de no parecer nervioso moviendo las manos — Hace mucho mucho tiempo, en la cocina el gato amenazaba al ratón...
Tanto los presentes como el Rey no entendieron por qué empezó a contar un cuento ¿Evitaba el tema?
— Cuando el ratón se cansó, se reunió con sus amigos ratones, ¿Sabe qué sucedió entonces Majestad? — Con cautela, pero sin pensarlo se acercó al Rey hasta tocarle el hombro de forma amigable, como si estuviera contando un cuento a un niño, el Rey, entendiendo el punto complacido negó con la cabeza.
— ¿Qué sucedió?
— Entre todos acabaron con el gato — Su sonrisa, fingiendo inocencia con toda la satisfacción al ver que a algunos se les bajaba el color del rostro.
No era muy inteligente, tampoco un experto en el asunto, pero ¿Cuántas veces no había estudiado ya sobre esos movimientos de los menos contra los más? Sentido común.
— Pero ¿Qué voy a saber yo Majestad? Solo soy un bufón — Su acto terminó con un leve giro haciendo sonar los cascabeles de su cintura y una sonrisa infantil.
Lo siguiente que supo entonces Biel, fue que a causa de ese "cuento" corto, la sala se quedó en silencio, muchos desistieron de su petición, y a quienes seguían exigiendo más...
El Rey los mandó a callar.
Editado: 12.11.2022