El Bufón del Rey Demonio

Cascabeles


.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Mientras caminaba, su mente estaba algo dispersa, tenía muchas dudas e inseguridades respecto a esa misión, pero al mismo tiempo sentía unas enormes ganas de aprovecharla al máximo.

Lo único que no había cambiado desde que había llegado a ese mundo era su insaciable curiosidad. Por lo que jugar el nuevo tablero de su Rey le resultaba bastante interesante y esperaba que fuera entretenido.

Cuando los guardias le vieron acercarse desviaron la mirada incómodos, quizás con algo de repugnancia a su persona quien sabe, hace no mucho se había corrido la voz de que su majestad le había otorgado permiso para tomar a uno de los presos como su mascota personal y aunque nadie estaba de acuerdo, era una orden real, nadie podía quejarse. Aunque en realidad había sido algo bueno, algunos extremistas salieron a la luz al declarar que era una abominación por tener de mascota a un simple humano "comida o basura", por otra parte, también saltaron los que tenían fe en la justicia y con buen corazón le detestaban por tomar de mascota a un ser vivo tan inteligente y razonable como los demás y era una grosería tratarlos así.

¿Sería parte del plan de Eider? Quizás si, a veces tenía una mente muy retorcida.

Cuando llegó a la celda donde se encontraban los humanos inmediatamente recibió miradas cargadas de odio y un poco de temor.

Cuando quedó justo frente a las rejas fue tomado del cuello de su ropa y atraído hasta los barrotes.

 

— Oye, relájate, maltratas el traje — Sonrió algo hipócrita mientras trataba soltar la tela azul satín de las manos ajenas, el sujeto, de cabellos plateados y fuerte mirada volvió a atraerle con fuerza contra los barrotes causándole un leve golpe en la frente.

 

El estruendo alertó a los guardias que entraron inmediatamente y picando con sus lanzas dieron una ligera descarga eléctrica al preso para tranquilizarlo.

Cuando cayó y la chica del grupo corrió a auxiliarlo, Biel se acomodó el traje sonando sus cascabeles sin mirarlos sacando una sonrisa ladina.

 

— Que pésimos modales, definitivamente él no será — Miro a los guardias para que se retiraran, pero no lo hicieron. Quizás no era algo que se gritara a los cuatro vientos, pero con solo ver el traje de tela fina y repleto de joyas y cascabeles brillantes todo aquel que veía al bufón del rey sabía que no era un simple bufón.

 

Era una de las joyas de la corona, y si algo le pasaba, el rey acabaría con todos.

 

— Perdone la negligencia, pero nos quedaremos a su lado hasta que escoja, Bufón.

 

Biel resopló fastidiado para después volver a la celda, era no muy grande, pero oscura y nada más se veía poco más de medio metro de los barrotes en adelante, después era una oscuridad siniestra. Revoloteo un poco haciendo sonar sus cascabeles y sonrió cuando otra figura se acercó a los barrotes.

 

— Ese tintineo me era bastante familiar.

— ¿Lo recuerdas? Que tierno, pensé no me recordarías y yo que con tanta ilusión vine a verte — En tono burlón se acercó a los barrotes hasta quedar frente a frente con el prisionero de la vez pasada.

 

Sabía que tenía que ser él, alguien inteligente como Kanu no desaprovecharía la oportunidad de salir y estar cerca del Rey demonio aunque tuviera que llevar el título de "mascota"

 

— ¿Qué le trae por aquí Bufón?

— Biel, que cruel olvidarlo Kanu — Algo indiferente miro a los guardias dándoles indicaciones con las manos, se movieron rápido hasta abrir la celda y de un jalón sacar al humano.

 

Los otros 3 se amontonaron en los barrotes gritando y pidiendo saber que querían hacer, la mujer lloró y los hombres amenazaron con matarle.

Biel miró a los 3, sintiendo algo de lástima fingió su sonrisa para no levantar sospechas y miró al humano que los guardias habían apresado entre sus lanzas.

 

— ¿Cuál es mi nombre? 

— ¿Disculpa? 

 

El ambiente cambio de pronto, Kanu estaba hincado en el piso por las lanzas, pero no esperaba que Biel, ese tonto y extraño bufón, le mirara desde arriba sonriendo arrogante haciendo esa pregunta en un tono algo escalofriante.

 

— ¿Cuál es mi nombre humano?

 

El de cabellos oscuros noto cierto tono de arrepentimiento en los ojos del rubio, pero sintiendo el miedo en los guardias rápidamente entendió que no debía tentar a su suerte.

 

— Biel ¿Verdad? 

— ¡Correcto! — Efusivo y risueño nuevamente el elfo cambió el ambiente lanzándose a abrazar al humano sacando de sí a los guardias que apenas lograron quitar las lanzas.

 

Kanu parpadeo confundido al sentir los brazos del elfo rodear su cuello en un abrazo inesperado, en shock se quedó inmóvil sin entender qué estaba pasando.

 

— Me alegra que lo recordarás Kanu — El rubio no se alejó de él, quizás hasta se aferró más al contrario mientras escuchaba de fondo los gritos de los otros humanos.

 

Un "clic" resonó en las celdas, los guardias se relajaron y dieron unos pasos atrás mientras el humano abría y cerraba la boca sin decir nada sintiendo "algo" en su cuello mientras el elfo se separaba quedando sentado frente a él aun agarrándolo de los hombros con ambas manos.

 

— Después de todo... — El elfo se acercó peligrosamente, tomando el mentón del humano con una mano, sonriendo mientras inclinaba un poco la cabeza a un lado — Después de todo, es mejor que sepas el nombre de tu amo ¿Verdad mascota? 



#15529 en Otros
#2367 en Humor
#11578 en Fantasía

En el texto hay: comedia, amistad, boyslove

Editado: 12.11.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.