El caballero celeste 4: tic toc

La guerra se acerca

Entre un sinfín de cosas por las que tendrían que pasar, justamente en los países cercanos el encontrar un punto que les pudiera dar paz sería algo casi imposible. En estos precisos momentos todos se estaban reabasteciendo y alistando sus tropas para iniciar con la invasión y así poder llegar a engrandecerse tras derrotar a todos aquellos que se opusieron a ellos.

La codicia que emanaba de todos los reyes era tan grande que ni siquiera podían pensar en sus propios pueblos y como ellos terminarían sufriendo las consecuencias de cada uno de sus actos.

Estando entre los altos mandos, se escuchó el chirrido de una puerta que se abría lentamente. Aunque no pudiera decirse que esto era un lugar tan secreto y que nadie pudiera tener acceso, se podía notar que aquella frase de “a veces el lugar más visible de todos, puede ser el mejor para poder esconderse” era aplicado.

En aquella habitación, que parecía ser un simple lugar donde se podían reunir para tener alguna actividad social, incluso aquellas personas de bajos recursos podían permitirse el poder ingresar ahí para poder tener alguna clase de festejo un poco lujoso para ellos, es donde ahora se reunían dos personas.

Estas dos sólo se encontraban un poco “relajados” mientras admiraban su entorno mientras pensaban en olvidar alguna de las penas que tenían luego de una larga jornada.

Uno de ellos, que tenía puesto una gran capucha el cual no dejaba identificar su rostro desde lejos, tenía los codos en la mesa, la cual se encontraba justamente a un lado de aquella habitación en la cual podían estar como máximo 6 grupos de hasta 6 integrantes cada uno compartiéndolo.

Si se dijera que era muy destacable que sólo dos personas estuvieran en una misma mesa, no podía ser así, ya que en ocasiones una mesa puede ser compartido por personas que no tienen ni un fin en común y con tal de poder tomar asiento mientras disfrutaban de tomar algo mientras comían algunas boquitas y trataban de olvidarse de todo, aunque sea por un minuto.

Los dos, que se miraba de frente el uno al otro, guardaban silencio. La otra persona era más bien un hombre robusto con una espada a su costado. Las características de esta persona era que tenía una cicatriz en el ojo izquierdo, el cual debió de habérselo hecho durante alguna pelea. Aunque no era calvo, el corte de cabello hacia aparentar que si lo era por lo corto que lo tenía. Sus ropas, aunque estaban un poco harapientos, eran simples a primera vista, pero en realidad estas eran de una alta calidad. Esto era debido a que no eran ropas cualesquiera, sino que estaban hecho de materiales un poco raros de conseguir, como eran sus guantes que eran hechos con la piel de algún Viol Soliller que era una de las criaturas más difíciles de encontrar y matar, sobre todo que estos no eran tan comunes en el reino y el capturarlo significaba hacerlo con varias personas. Estos guantes, además de proteger sus manos, eran capaces de resistir los golpes filosos de varias espadas, por supuesto que si terminaba recibiendo algún tipo de ataque de un guardia de alto nivel también serían destrozados, pero podrían darle alguna clase de oportunidad de resistir por lo menos ataques de otras personas de un nivel más bajo.

En el caso de su chaleco, este estaba hecho de varios materiales especiales que le daban una gran dureza. Sin siquiera poder ser capaz de notar todos estos materiales tan preciados con el cual iba uniformado, se debía a que tenía un brazalete que lograba camuflar estos materiales en un cierto porcentaje de un 50%, por otro lado, se ajustaría la poca información de la mayoría de las personas en reconocer estos materiales al ser que para obtenerlos no sería algo sencillo ni barato.

Los dos personajes que se encontraban uno frente al otro, se encontraban con un gran vaso de agua, se podría esperar que estuvieran bebiendo, pero por cuestiones de estar seguros de lo que iban a compartir, el tomar agua en lugar de vino o alcohol, podría decirse que era alguna clase de contraseña con el cual identificarse y así poder darse la información correspondiente.

Justamente el de la capucha empezó a murmurar algunas frases – de verdad, todo esto es un asco – con un tono sarcástico – pero creo que debería de brindar por estos grandes reyes que nos están dirigiendo hacia un futuro brillante, en la que podré ser considerado como alguien con un gran estatus – para luego dejar ver una sonrisa burlona, pero con una mirada pesada y casi sin aliento.

En el caso del otro, que llevaba su equipo de combate con su robusto cuerpo, respondió – Ahhh, no puedo creer que todo este lugar pueda ser más vivaz que cuando llegué la hora de que nuestro reino pueda ser el más próspero a causa de su majestad, sólo falta que seamos un poco pacientes. Sé que la gloría le sonreirá siempre a su majestad, así que por hoy beberé mientras pienso en eso – y con esto los dos confirmaron sus identidades.

Sin siquiera hacer mucho ruido o alboroto, ambos tomaron sus jarras para luego beberlo hasta el fondo y dejar escuchar un débil golpe al bajarlas y golpear la mesa. Dejando salir una breve risa, como si ya estuvieran borrachos, sin lograron intercambiar la información sin destacar en lo más mínimo.

Aunque trataran de preguntarse el como fue posible esto, fue debido a que lanzaron unas canicas que le llegó al otro, en estas se encontraban inscritas la información que necesitaban. Aunque en realidad podían hacerlo sin tanto detalle, pero la cuestión era que podrían estar rodeados por varios espías a sus alrededores, por lo que esta era la forma más segura de hacer.

Es por ello que, pidiendo otra jarra, pero ahora de ron botran, sólo pudieron dejar que el alcohol fuera la parte que finalizara su reunión. Aunque quisieran decir algo más, ni una sola palabra más salió de ellos, sólo unas carcajadas que se dejaban escuchar debido al efecto del alcohol.

Después de un rato, terminaron retirándose, mientras que aquella mesa en la que se encontraban solos al principio ahora estaba llena, al igual que el lugar. Pagando la cuenta a la mesera, cada uno tomo su camino para poder retirarse del lugar.



#6804 en Fantasía

En el texto hay: fantasa

Editado: 07.06.2023

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