Mientras estamos sentados en la cocina no hemos compartido ni una palabra después de indicarle dónde estaban las llaves para que me habra. El silencio es muy incómodo entre los dos, jamás me gustó comenzar una conversación, siempre era la que respondía o me quedaba callada. Incluso este momento no va ser la excepción.
Algunas veces ladeó el rostro en su dirección, pero me avergüenza que mi cuerpo me vea y yo lo vea a él vestido en pijama, ahora que me doy cuenta no es bonito verme recién despierta. Cansada de esperar a que hable me levanto de la silla y preparo desayuno, algo simple : tody con pan de batalla ( mi mayor especialidad ) .
— ¿Qué haces?– mi voz suena tan distinta a lo que imaginaba.
— Preparando desayuno– contesto pasándole una taza con tody super caliente – toma.
— Gracias, y ya llegaste a alguna conclusión de lo que pasó.
— Ummm no, verás que aún estoy saliendo de mi trance y en tu situación ni mencionarlo.– menciono de firma irónica
— Ya veo, te ves algo inteligente, lo resolveras.
—¿ Esperas que lo resuelva y tú te quedes muy pancho?
— No es lo que quise decir, pero ahora que lo mencionas me parece una exelente idea.– lo dice muy pancho, como si no le afectara nada.
— No sé si te das cuenta pero no nos conocemos, yo jamás te ví en mi vida. Somos completos desconocidos que están en el cuerpo del otro. Si me entiendes o ¿no?.
— Claro que lo hago, pero yo a ti si te conozco. Eres la de la frente partida en la fiesta.
— ¿Qué? – lo que dijo no me gusta para nada y menos en la forma divertida en que lo dijo
— Que yo si te conozco, te ví cuando te levantaste del suelo con la cara ensangrentada. Encerio que asustaste a Miguel.– suelta una risita como si lo estuviera produciendo la escena en su cabeza.
— Ya cállate, no quiero recordar aquello.
— Pero fue como ver a ...........
— CALLATE , mejor ayúdame a resolver esto.
— Se ve que tienes muy poca paciencia, al menos avisaste en casa qué estaba saliendo ¿No?
— Ummmmm no
— Y cómo rayos viniste hasta acá.
— Pues no me fijé en aquella parte , además mi mayor preocupación era venir aquí y resolver esto. Pero puedes enviar algún mensaje a alguien de tu familia.– le entrego su celular.
— Como si fuera fácil, estoy castigado y más ahora que salí de la casa sin avisar.
— Eso ya no es mi problema....
— Claro que lo es , porque ahora tú eres yo.
— Si estaremos de esa forma , al menos dime tú nombre.– pregunto indignada por la forma en que me habla , como si yo ahora tuviera la culpa de todo.
— Mi nombre es Julián y ¿ el tuyo ?
— Cristina.
_ ¿ Cuántos años tienes ''Cristina''? – dijo haciendo énfasis en mi nombre
— Pues tengo 17 "Julián"
— Pues no pareces de 17 Cristina, te ves como una mocosa de 14 años.
—Pues tu pareces un camello de 18 años salido bajo el puente y que se baña en el río Rocha.
— Que chistosita me saliste.
— Y tú que copión saliste, hasta tenemos el mismo tamaño de cabello con la diferencia de que el mío es justificado.
— Jajajaja que chistosa.– agarra su taza de tody y lo toma. Al probarlo lo escupe todo a la mesa.
— ¡Que demonios! Esto está ardiendo.
— Pues deberías fijarte antes de probar cualquier cosa, te lo sugiero. – le digo en mi forma más calmada.
— Pues muchas gracias por el consejo.
— Volviendo a lo de antes , lo que pienso es que.....
— Sabe pensar que milagro , debemos darle un premio a la niña por pensar.
— Cállate , lo que decía es que , a las historias que escuché estas cosas no se resuelven en un abrir y cerrar los ojos. Sino que todo tiene tiempo y debemos decifrar como resolverlo.
— Y qué es lo que propones.
— Propongo que tomemos la vida del otro y aprender como vivirla.
— ¿Quieres que sea tú ?
— Obviamente, pero tenemos que contarnos todo sobre el otro, tener información y intentar ser esa persona y llevar su vida.
— Me parece comprensible tu plan , pero yo no quiero tu vida ni tampoco ser tú.
— Yo tampoco lo quiero, pero es la única forma de resolver por ahora.
— Está bien....– contesta resignado.
— Bien, haré reglas para que se nos sea fácil manejarlo.
— ¿No lo estás llevando muy al extremo con tus reglas?
— No y tú lava los platos.
— Eres mandona... Segunda cosa que ya sé de ti.
— Silencio que pienso....