El camino perfecto

19. ¡Virgen santísima de los doctores!

-¡Ahhhhh!- grito Sam desde el otro lado de la pared. No pude aguantarme y comencé a reír, despegando la vista del libro que leía. El calentador aun seguía dañado, pues el plomero no podía venir sino hasta mañana.

Por otra parte yo dormía en el cuarto de Sabrina. Ya que estaban remodelando mi closet, haciéndolo mas amplio. Y como hay mucho polvo en mi cuarto, y mi tos no ha hecho mas que empeorar, tuve que mudarme a este cuarto. Claro que Sabrina aun no tiene ni idea. Y tampoco tiene idea de que he estado tomando sus libros. Me he visto tentada de tomar de una sección especifica de su biblioteca. Cualquiera estaría inmediatamente tentado, al verla, ¡Por Dios! Tiene una cinta policial amarilla que dice: "prohibido" ¿Quien no estaría tentado a tomar uno y hojearlo? Se de sobra que entre esos libros esta la saga de 50 sombras de Grey pues Sabrina no dejaría ese tipo de libros a la mano.

Tal vez no me creas pero no he leído aun ninguno de los libros. Se los pedí hace un tiempo a mi padre cuando los vi en una librería pero dijo que "eran para mayores de 18 años" lo que me molesto, pero luego le reste importancia. Sabrina al parecer piensa lo mismo, pues todos los libros que tienen esa frase están allí.

La susodicha no se encontraba. Estaba en casa de otras de sus amigas, pues tenia un tiempo sin verlas. No dudo que no haya visto en ese tiempo a Louis. La verdad es que no se que sucede con esos dos, nunca lo he entendido y nunca lo entenderé. Para mi deberían simplemente amarse, pero como se que clase de chascos se ha llevado Sabrina con el, a veces pienso lo contrario. Lo cierto es que su tensión sexual nunca se disimula. Por lo que verlos juntos es entretenido.

-Oye tu- llamo Sam entrando a la habitación. Aparte la vista rápidamente de la biblioteca, fijándome en ella.- Levántate, vamos al doctor.- me ordeno.

-Noooo- lloriquee.

-Siiiii- se burlo- Tienes una tos horrible, ademas tienes mucho tiempo ya con gripe, no me parece saludable- dijo ajustando la toalla amarrada a su cuerpo.

-No-o - conteste enfurruñandome.

-Si-i – contraataco- Levanta tu culo de allí y muévete- dijo saliendo de la habitación y dejándome sola.

-Rayos- me queje. Aunque nadie podía escucharme. Luego de un rato, me levante de la cama, llevando conmigo el libro. Tome la ropa que iba a utilizar de mi cuarto y una pequeña bolsa de lona, metiendolas dentro, junto con mi jabón y mi cepillo de dientes. Tome mi bata de baño y cambie mi pijama por la tela aterciopelada rosado chillón. Mis pantuflas de conejito y baje las escaleras.

-¿A donde vas?- pregunto Sam desde la cocina. Ya vestida con un blue jean y un suéter blanco con la inscripción "Not my problem" en el.

-A bañarme, duh- respondí obvia.

-¿En donde?- pregunto.

-En casa de Chase- dije alzando la voz y cerrando la puerta detrás de mi. Camine los pocos pasos que me separaban de su puerta y toque tres veces, suaves pero firmes. Poco después Chase abrió la puerta. Solo que este Chase se veía un poco diferente, su cabello castaño oscuro, era ahora unos tonos mas claro y sus ojos avellana, eran un tono mas claro, casi miel.

-Hola- saludo sonriendo. Devolví la sonrisa.

-Hola Chase, quería saber si podía usar tu baño. Ya sabes que mi calentador esta dañado. Y el plomero no podrá venir hasta mañana- dije. Su sonrisa se amplio cuando dije su nombre. Era una sonrisa como de diversión. Me habría parecido rara si no fuera tan natural en el molestarme.

-Por mi esta bien- respondió el susodicho obteniendo de vuelta toda mi atención- Pero como no es mi casa, debo preguntarle- añadió.

-¿Ah?- pregunte confundida- ¿Como que no es tu casa? ¿De que hablas? ¿Preguntar a quien?- pregunte cada segundo mas confundida. Luego lo comprendí. Estaba jugando conmigo- Chase deja de jugar. Voy tarde al doctor- me queje.

-No soy Chase- respondió el- Oh, ¿por que vas al doctor? Espera, si tienes prisa voy a llamarle- dijo girándose, pero al hacerlo otro Chase se paro junto a el. Esta vez igual al que yo conozco, sus ojos avellana y su cabello marrón. Se frotaba los ojos y su vista se alternaba entre el falso Chase y yo.

-¿Que esta pasando?- pregunte atemorizada.-¿Tienes un gemelo?- pregunte al verdadero Chase, o eso creía yo. Los dos Chase's comenzaron a reír.- ¿Alguien va a decirme que rayos sucede? Me estoy asustando aqui- añadí.

-El es mi hermano,Charlie- dijo el verdadero Chase señalando a no-Chase. No-Chase sonrió divertido con la situación. Mi boca hizo una O.

-Ya entiendo todo- respondí- Un gusto conocerte al fin Charlie. Lamento la confusión, y esto- dije señalando mi bata de baño (que de paso es corta) y la bolsa de lona en mi mano.



#47752 en Novela romántica
#31550 en Otros
#4581 en Humor

En el texto hay: karma, drama, comedia humor

Editado: 29.10.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.