El gran día había llegado, por fin el día que todos habían estado esperando se hacia presente.
Era el día en el que todas las bandas lucharía como gladiadores, con sus instrumentos como armas de guerra y sus voces como cánticos de batalla.
Freddy y Fred se vestían con suma rapidez, tenían que darle prisa para llegar a la escuela.
Las últimas semanas estuvieron practicando sus voces con Golden, fue agotador pero las largas horas de práctica habían valido la pena.
—Apúrate hermano —mascullo Freddy mientras se preparaba.
—¿De verdad tengo que usar esto? —dijo con pesar al ver el gorro de copa que Chica, la líder de Los Animatronicos le había preparado.
Este era el atuendo que Chica había echo para todos los miembros de la banda, tanto Freddy como los demás se sorprendieron al saber que su amiga tenía talento para la costura.
Su gorro de copa era algo simple, pero las orejas de oso negro que tenía pegadas la hacían resaltar. Freddy también poseía un sombrero parecido, la diferencia era que las orejas de oso eran de color gris.
Los dos sombreros eran elegantes y lindos a primera vista, pero tanto Freddy como Fred tenían sus dudas.
Chica fue muy insistente respecto a la vestimenta, pues ella se había esforzado en crear un conjunto para todos Los Animatronicos.
Freddy y Fred aceptaron los sombreros, tendrían que usarlos quisieran o no, conocían a Chica y cuando ella se enojada no era nada bonito.
Los dos ya estaban listos y preparados para la música, se habían esforzado en practicar y mejorar, era hora de subir al escenario y demostrar de que eran capaces, pero no estaban listos todavía, alguien hacia falta.
—Hermano tenemos que irnos —grito Freddy desde el piso de abajo.
Freeze bajo de las escaleras con prisa, miro a su hermano Freddy y este se estremeció, la mirada de Freeze era fría y gélida como el hielo, desde el día que fueron descubiertos revisando los secretos de su hermano, Freeze les había echo la ley del hielo.
No sólo a ellos, si no a todos y cada uno de los miembros de la banda.
No había tiempo que perder, tenían que apresurarse o no llegarían a tiempo, este día era especial para todos y Freeze lo sabía, de mala gana acompañó a sus hermanos hacia la salida de su hogar donde un vehículo los estaba esperando.
Más que un vehículo era un limusina, esta le pertenecía a nada más y nada menos que a Toddy, ella se ofreció de manera muy amable a llevarlos a la escuela, a un pequeño espacio que se había creado para este día especial.
Toddy se había sorprendido a si misma esta vez, ser amable con la chusma no era algo que ella acostumbrara, este acto de buena voluntad no fue más que una acción para tratar de agradarle al chico de cabello blanco.
Desde ese día en la cafetería Toddy no había podido sacárselo de la cabeza.
Los tres hermanos entraron, Freddy miro a Toddy, era muy linda en verdad y no pudo evitar sentirme un poco nervioso.
—Gracias por el gesto muñeca —le alago Fred.
—¡Qué desagradable! —mascullo —no te me acerques.
Fred entró a la limusina derrotado, al parecer sus encantos no funcionaban con esta chica.
Por último Freeze se disponía a entrar, su mirada era triste y vacía, como si toda la felicidad hubiera sido drenada de su alma.
—¿Estas bien? —le pregunto Toddy.
En otras ocasiones Toddy hubiera dicho esas palabras por simple interés, o por cumplir con la etiqueta de ser una señorita amable y atenta, pero esta vez era diferente, las palabras que lanzó de preocupación eran verdaderas, desde lo más profundo de su corazón estaba preocupada por Freeze, en verdad quería agradarle, en verdad quería.
Freeze levantó la mirada para verla por un momento, Toddy pudo sentir como si una estaca de hielo atravesará su corazón, los labios de Freeze se curvaron para formar una sonrisa, una forzada, llena de dolor y tristeza.
Freeze quería sonreír, tenía que agradecerle a Toddy por su gesto de amabilidad, un acto que el estaba seguro que no merecía, pero le resultaba imposible.
Le habían traicionado de nuevo, en un día del pasado se había prometido no volver a confiar en nadie. El faltó a su palabra y ahora estaba pagando el precio, Freeze había levantado un muro de espinas al rededor de su corazón, cualquiera que se le acercase sería herido por las filosas y venenosas púas.
Toddy no lo resistió más, se abalanzó sobre el y lo atrapó en un abrazo, Toddy no sabía por que había echo eso, pero ver a Freeze de esa manera le dolía en el alma.
Freeze la brazo lo mejor que pudo, su corazón estaba muerto, apuñalado y desangrado por el acto de la traición, no estaba en las condiciones para dar amor y afecto, aún así se esforzó para corresponder el abrazo.
Toddy se lamento cuando se separó de el, y aún más al ver que una lágrima recorría la mejilla de Freeze hasta llegar al suelo.
—Me duele tanto verte sufrir —le dijo con pesar en su corazón.
Freeze abrió sus ojos como platos cuando Toddy hizo algo que no se esperaba, antes de que pudiera detenerlo este ya se había acercado lo suficiente para besarla en los labios, fue un beso corto, el cual llenó de júbilo el corazón de Toddy.
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Editado: 23.08.2019