Capítulo 1 *un nuevo hogar*

_ ¿Tienes todo?

Era la sexta vez que mamá me lo preguntaba y eso aumentaba mis nervios. Pensar que en unas horas estaría viviendo en otro país, a miles de kilómetros de distancia de ella, estaba emppezando a hacerme dudar de mí decisión.

_ Sí, mamá, tengo todo lo que necesito.

Lo solté en un suspiro cansino. Cerrando mí valija lentamente.

Ya había verificado que mí ropa y libros estuvieran en orden. No llevaría mucho. Quería empezar de cero. Pero a la vez sentía nostalgia de dejar a mamá.

_ Ni sé te ocurra cambiar de opinión, Alissa.

Me retó como si hubiera leído mis pensamientos. Algo que admiraba de ella. Pues con solo verte ya sabía que te sucedía. Súper poder de mamás, diría ella.

_ ¿Y si no es la mejor decisión?

_ No me hagas enojar, niña. O soy capaz de llevarte a rastras al aeropuerto.

_ Pero sí...

_ Pero nada. Yo estaré bien. Aún me quedan cuatro hijos. 

Pues eso era cierto, pero aún así, tenía la impresión que ninguno la cuidaría o daría la atención que yo. 

Era la mayor, única hija mujer y cuidar de mis padres era lo que mejor hacía.

_ Alissa. Deja de pensar cosas que no van a suceder... Mereces ir a un lugar diferente. Cumplir tus sueños. Ser feliz. Así sea lejos de nosotros. Pero recuerda, siempre habrá un lugar aquí cuando desees regresar.

No lo pude evitar y me giré a abrazarla. Dejando que las lágrimas bañaran mis mejillas. Ella sólo acarició mí cabello, mientras decía palabras tranquilizadoras.

Me parecía injusto que el irme sea la única solución.

_ Aún sin saber que sucede aquí. Me uniré al abrazo.

La voz de Papá, proveniente de la puerta me hace observarlo y en cuestión de segundos ya tenía sus brazos en nosotras 

No sé cuánto pasó, pero ya estábamos no sólo los tres, sino todos mis hermanos que llegaron a ver qué pasaba y se unieron al abrazo familiar.

Jamás imaginé que subirme a ese avión me costaría tanto, mucho menos que lloraría como una sentimental. Y como no hacerlo, si fueron a despedirme con carteles y todo. Me tocó la mejor familia del mundo y tenía que dejarla. Porque mí sueño estaba en otra parte. Australia para ser precisa. Allí comenzaría algo nuevo. Era necesario ir tan lejos posible.

Mí sueño era vivir tranquila. Y siguiendo en el mismo país que él, no podría.