◀Capítulo seis▶

[Eran preguntas que la gente se hacía pues era difícil saber quién era quién porque] Alana es demasiado curiosa.

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Los días pasan cada vez más lento, se siente como si el mundo quisiera detenerse en cualquier momento. Como si la muerte se paseara buscando un nuevo juguete que la entretuviese por horas minutos o segundos, no por días, meses o años. 
Sin embargo me gustaría decir que; La policía es una mierda. MIERDA, en mayúsculas y en negritas, perdona si ofendo alguien que tenga por familiar a un muchacho de azul, no obstante, es cierto, la policía apesta. Y no hablo por hablar o por dármela de intelectual diciendo eso como otros seres que tuve la oportunidad de conocer, sino porque se de lo que hablo, lo sé mejor que nadie ya que siempre estoy rodeada de agentes,  todos los días de mi vida tengo que verle la cara a un policia, cada uno es más insoportable que el anterior.

A los trabajadores de la prisión femenina de Santa Mónica solo quiero decirles que; LOS ODIO. No es nada personal pero en serio los aborrezco al no hacer bien su trabajo. Hace unos días una chica llamada Brandy  llego, sus cargos eran similares a los míos y estaba condenada a la cadena perpetua, su celda queda al frente de la mía y  al hablar con ella me dijo que conocía a varios miembros de la dinastía Dante.  Tal vez sea falso pero eso no deja que sea muy cierto que mi odio a los oficiales y tampoco negare que más de una vez he deseado que a todos les dé una diarrea crónica  que no les permita levantarse del escusado, no obstante, eso no va hacer posible. Es imposible que 350 trabajadores se enfermen el mismo día.

Bueno no es tan imposible pero sería demasiado agotador para mí hacerlo. 
 

Les aseguro que mi odio no es tan ciego y sin sentido como el que le tenía a cierto piojo con ojos verdes y tatuajes si no tiene una  buena causa para existir; y es que cada uno de “los muchachos de azul” se creen de lo mejor  por tener un ridículo uniforme cuando en realidad son menos que los demás. Se alimentan de que hacen el bien y no saben que tienen presa a la persona que les salvo el pellejo y libre a los idiotas que atormentan a la humanidad.

Pero bueno, estoy molesta pero trato de no lucir sorprendida por el retraso de mi juico para la postulación de liberta condicional porque desde hace mucho sabía lo mierda que son esta clase de personas, son tan capaces de todo  por el cochino dinero y también conozco bien que esos  imbéciles con placa sólo aparecen cuando la situación les combine.

Oh Dios mío, hay tanta corrupción en un cuerpo de protección que ya no me sorprende nada de lo que ocurre; ni siquiera  que hace unos días injustamente me tiraron al hoyo porque alguien les está pagando para hacerme sufrir un poco más, o adelantando mi muerte.

Creo que lo que estoy viviendo ahora tiene algo que  ver con la historia que les estoy contando, ya que según Brit hay una editorial interesada en mi obra gracias a mi familia,  es probable que no quieran que el relato de Alana salga a la luz pero bueno, mejor término de contarte las cosas porque mientras más rápido termine más rápido moriré.

Sí has leído bien,  cuando tus ojos lleguen a la parte titulada “Epílogo” por fin podré olvidar toda esta mierda y enterarme en el pasado, no sean dramático no me voy a morir pero si podre ser otra versión de mí. Una no tan ingenua y con más inteligencia.

Carajo, lo siento, me he vuelto a salir del tema, mejor sigamos antes que llegue la gritona de la oficial Cross y me saque de aquí para hacer trabajos horriblemente forzados.

En los antiguos textos nos dice que una vez hubo una guerra entre el bien y el mal, en donde un tirano fue derrotado, se dice que el Dios del primer testamento no es el mismo que el nuevo y que por eso son tan diferentes, se dice que el que está sentado en el trono no fue el creador original. Pero los creyentes pese a que  basan un 80% de lo piensan en ella niegan la existencia de esos textos. Vaticano, lo has vuelto hacer, bravo has lavado una nueva tanda de tres millones de cerebros.

El Vaticano dice que Dios envío a sus mejores guerreros para pelear contra los hijos de Luzbel y así liberar la tierra de la  maldad que la estaba cubriendo. Ellos dicen que Dios ganó y que el diablo se retiró jurando que algún día regresaría más fuerte ya que encontraría la forma de corromper a los mejores ángeles de Dios. Fue allí, luego de varios intentos del supremo en purificar al mundo cuando Jesús llegó al mundo pero su sacrificio sólo retraso la guerra que el Vaticano trata de ocultar.

¿Sabías eso no? Pues, mi persona antes no lo sabía.

  Era tan ignorante que pensaba que eso de la Santa Guerra solo era una forma de hacer una novela juvenil bien vendida que le permitía  a viejos cuarentones que viven en mansiones hechas por los mejores arquitectos recibir más  dinero del que tenían. Ay que ingenua y patética era.

La manera en la que me enteré que hay una verdad detrás de cada fantasía no fue la mejor, fue como si Canelo Alvares o Cesar Chávez me diera  un golpe directo a la cara. 
Para ponernos en la misma sincronía.

Era el primer día de verano, el sol brillaba con fuerza, el cielo estaba azul y libre de cualquier clase de nubes grises, las aves de distintos colores danzaban por el cielo cantando sus hermosas canciones, todo se veía tan pacífico y relajante.

Esa mañana me levante más temprano de lo usual y  cuando arranque la hoja del almanaque, me imaginaba como Ciudad del Viento estaría comenzando con su fiebre veraniega puesto a que el agua salada de las playas a lo mejor estaba a buena temperatura para dar un chapuzón, me imagine la cantidad de esas personas que invirtieron cantidades exageradas  de dinero para obtener buenos cuerpos se encontraban de compras para conseguir los mejores trajes de baños de los locales playeros.

Esa mañana había visto como un gran número de turistas comenzaban a llegar a la ciudad pues los  concursos; de carreras, surfs y windsurfer y otros deportes acuáticos iniciaban en tres semanas y nadie quería perdérselo. Sobre todo, las finales de hockey estudiantil que  estaban cerca.