-Lo siento Raúl, tendrás que trabajar por las tardes en la lavandería de tu tía María, se que no te gusta la idea, pero ella me prometió que si tú la ayudas ella nos dará algo para tus estudios, sabes bien que no me alcanza el dinero corazón, ¿cuento contigo entonces?
-si mamá, lo haces. ¿Puedo irme a dormir?
-Claro mi cielo, descansa.