-Entonces ¿ya te sientes toda una mujer, no?
-No es eso mamá, lo único que necesito es un poco de espacio.
-siendo así, quiero que sepas que ya no te cocinaré, ni te lavaré la ropa, desde ahora tu te prepararas de comer y verás si llevas tu ropa a la lavandería o lavas en casa, será toda tu decisión.
-No me refería a eso, pero esta bien mamá.
-Que sepas que si vas a la lavandería también tendrás que llevar la ropa de tu hermano Gustavo.
-Vale, ¿puedo irme a dormir?
-si, descansa hija.
-Igual.