5: Miércoles por la tarde

Hoy por fin la vería,  no lograba sacarse de la mente a Sofia, la chica le agradaba, pero él nunca penso que sería de esa manera. Ella era tan distinta y a la vez tan parecida a él. 

Había pasado los dias pensando en la causa del por qué la chica no había ido a la lavanderia las dos últimas semanas, no quería admitirlo pero la hechaba de menos. 

La extrañó tanto. 

Sofia se había convertido en parte de su vida, aunque fuese solo cada miércoles. 

Y hoy es miercoles.

Esperaba verla entrar con su cesto apoyado en la cadera y su mirada fija en algun punto lejano a él. 

Sofia recogio rápidamente la ropa y la coloco en el cesto, corrió a la habitación de su hermano y tomó la ropa sucia que se encontraba tirada por allí.  A paso apresurado se dirigió a la lavanderia donde esperaba Raúl estuviera.

Raúl continuó doblando ropa y lamentándose el no haber visto a la chica aún.  La campanilla que anunciaba la entrada de un cliente sonó al tiempo que él giraba su cabeza dirigiendo su vista a la entrada del local, entonces la vio.

Ahí estaba ella, con una sonrisa fija en sus labios.

Sintio como su estomago se comprimia, estaba perdido... hasta entonces lo supo. 

Raúl la observó fijamente mientras ella llegaba hasta él y lo saludaba, sintió un movimiento extraño en su estomago. Él se había metido disimuladamente en su vida y eso era solo dar detalles menores.

Ambos se miraron como si fuera la primera vez que lo hicieran. Quizás lo era.