El chico de la lavandería

8: Miércoles por la tarde

Tres miércoles habían pasado ya y ella no había regresado a la lavandería. Se sentía demasiado triste como para aceptarlo, pero la realidad apuntaba a que ya no la volvería a ver.

Sabía que cerca de la casa de sofia habían inaugurado una lavandería que cobraba un poco mas barato de lo que su tía lo hace, probablemente ella llevaba su ropa allí.

 

Se había acostumbrado a verla...aunque fuese tan sólo una vez a la semana.

 

Sofia estaba molesta. 

Su madre le había dicho que llevara la ropa a la nueva lavandería por que allí cobraban mas barato, a ella no le importaba pagar un poco mas con tal de volver a verlo, pero sabía que desafiar a su madre era como desatar la tercera guerra mundial.

 

Necesitaba ver a Raúl ...pronto.

 

Los ojos de Sofía escanearon el local mientras ella trataba de controlar sus nervios, se sentía tonta, pero era consciente de que si no actuaba ahora las cosas simplemente no pasarían. Los minutos transcurrieron y sus ojos se llenaron de tristeza al ver como cerraban el local, no había ni una mínima señal de Raúl. 

Raúl recorrió varías calles con la esperanza de toparsela por accidente, incluso había echado un ojo en las lavanderías de la competencia con tal de verla. Al no encontrar ningún rastro de ella el desanimo se había apoderado de él. 

Sofía sintió calentarse su rostro y su corazón se acelero en un instante. 

Raúl se detuvo en seco y trato de controlar sus nervios, obligó sus piernas a caminar hasta donde ella se encontraba. 

Una sonrisa. 

Un simple hola. 

Dos corazones latiendo al mismo ritmo... 



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En el texto hay: amor a primera vista, chicos timidos

Editado: 26.02.2018

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