HOLA, POETA.
Sabes que me gusta la idea de conocernos, pero tristemente ahora no podemos. Estoy pasando por un mal momento y por lo mismo dejaré de ir al instituto por unos días. Sin embargo, tu presencia en mi corazón seguirá siendo una luz en la oscuridad.
Solo hay que tener paciencia, y yo prometo que valdrá la pena. No sé ni cómo, pero ya terminé hablando como tú, bueno, escribiendo. ¡Debes estar contagiendo tu poesía!
Gracias por tener paciencia y por entenderme. Si tranquilo, el aceite ya no molestará; gracias por tus notas, las extrañaré, pero tengo que darme un tiempo para ordenar un poco de mi desastre interior.
Pero no te preocupes, pronto volveré renovada y lista para nuestra aventura. Y cuando salgamos, me tienes que invitar un helado de guanabana.
PD: Es un sabor raro, pero me encanta. Me recuerda a nuestra conexión: única y especial.
PD2: No te preocupes por mí, estoy bien. Solo necesito un poco de tiempo para recargar mis energías y volveré con más fuerza que nunca.
Con cariño y gratitud,
GRUÑILDA.
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Editado: 30.10.2024