Capitulo 1

Agnes

La vida es injusta lo único que pido es por lo menos unos minutos de atención por parte de mis padres, pero como siempre su excusa de trabajo.

__Agnes quiero que te portes bien, que no hagas travesuras blah blah blah_lo mismo todo el tiempo.

__de acuerdo_ruedo los ojos.

__¿A donde van esta vez y por cuanto tiempo?_preguntó.

__París hija está vez tenemos muy buenos negocios, vamos por siete meses_responde mi padre.

__de nuevo se van tanto tiempo. No me quieren nunca pasan tiempo conmigo sólo por estar en su maldito trabajo_gritó.

__basta Daniela no hagas otro berrinche, sabes que lo hacemos por tu bien, para que cuando seas mayor tengas todo lo que nosotros no tuvimos_mamá se cruza de brazos.

__¿De que sirve tanto dinero eh? Si el amor y cariño que quiero no me lo dan_lágrimas caen de mis mejillas_¿Cuando fue el último cumpleaños que estuvieron en casa?_silencio_ven hace mucho, mucho tiempo_doy una carcajada amarga.

__princesa prometemos que este año será diferente tendremos para tu cumpleaños_Papa trata de acercarse, pero yo me alejo.

__todos lo años es lo mismo jamás cumplen, saben pueden irse al demonio_subo corriendo las escaleras.

Llegó a mi habitación y me arrojó a mi cama, me acurruco en mi almohada mientras mis lágrimas no dejan de caer.

Siento que para ellos soy un estorbo por eso no me quieren. No tengo amigos los chicos sólo se me acercan porqué soy hija de millonarios, pero jamás por sinceridad. Todos  son falsos.

Luego de unos minutos me levantó y tomó mi libro favorito, paso mi mano por su portada, ya estoy harta de leer libros, pero que más puedo hacer.

Lo he leído unas cincuenta veces, sin embargo es el único que no me aburre, cada vez que lo leo me imagino que mi amor platónico Asher Evans es real.

Que viene, me abraza, me besa, esta conmigo, me hace compañía. Su actitud de chico malo lo hace más atractivo.

¿Cómo sería ver ésos hermosos ojos azules grisáceos de verdad? Poder tocar su su cabello castaño. Maldición otra vez imaginandolo.

Aprieto el libro a mi pecho, cierro los ojos deseando que Asher Evans sea real, que exista, que venga a mi.

Siento una suave ráfaga de viento entrar por mi ventana. Suspiró.

Cuanto desearía que el existiera. Con ese pensamiento me quedo dormida.