Al llegar a mi casa rese tres padre nuestros y le hice dos plegarias a la rosa de guadalupe para que me ayudara entonces giré el pomo de la puerta. Atravesé el umbral lo más sigilosa posible y cuando me di la vuelta para cerrar la puerta despacio una mano en mi hombro me heló los huesos.
—Ya estas aquí. —Era mi madre, seguro ya traía en la mano la soga para colgarme. Trague en seco y utilicé mis dotes actorales para poner cara de inocente al darme la vuelta.
—Ya llegué —Murmuré como si fuera no era obvio.
Sin más pasó por mi lado y me dijo antes de desaparecer en la salida —Voy al súper, en el microondas está tu almuerzo por si no almorzaste en casa de Lía.
Y se marchó. Me quedé ahí de pie como una piedra sin poder mover mis músculos y sin entender por qué no me interrogaba.
Tlink
Sonó mi celular y lo saqué de mi pequeño bolsillo.
Mi odioso vecino : No me agradezcas por decirle a tu mamá anoche que te quedarías en casa de Lía. Luego me das las gracias 😏😉.
Pestañeé tres veces y fui hasta los mensajes con mi madre. Si que había un mensaje de la noche anterior.
Mise : Mamá, me voy a quedar en casa de Lía, estamos cansadas. Si quieres llama a la mamá de Lía para comprobar que es verdad. Te quiero.
Mi mamá : No te preocupes, ya la mamá de Lía me dijo que te ibas a quedar con ella. Besos 😘.
Literal sentí como el airesito de la rosa de guadalupe batió contra mi rostro. Miré a mi lado y me percaté que la puerta aún estaba abierta. La cerré y me fui a mi cuarto, no tenía hambre, sólo quería tirarme en la cama y tomarme una pastilla hasta que el dolor de cabeza pasara.
Al entrar a mi habitación y ver mi cama no pude evitar sonreír. A mi mente llegó un Alex sonriendo mientras saltaba junto a mí y sus palabras resonaron en mi mente como si todo hubiera sido parte de una alucinación. «Si Miseria, estoy enamorado de ti. No creí que alguna vez diría algo tan cursi pero es la verdad. Ahora más después de ver que noqueaste a otra chica por mí»
—¡Eres tendencia en redes sociales tía! —Chilló mi hermano sacándome de mi ensoñación y de paso logrando que pegara un salto.
—¡Piter cuántas veces te he dicho que toques la puerta antes de entrar!
El chico me ignoró por completo, su rostro de excitación era innegable y no despegaba el rostro de su celular.
—#MiseriaDestruyeaRita# #TíaAplastada# #ChicaSúperPoderosa#
Fruncí el seño —¿Qué es eso?
—#LocaNoqueaRita#
—¡Piter qué es eso!
—El vídeo de tu pelea, eres famosa.
Me quedé en shock. El vídeo, la pelea, los flash. Le arrebaté el celular al chico y reproduje el vídeo. En el dos chicas se peleaban como locas. Claramente se veía que éramos nosotras dos y al final el detonante. El puñetazo en su rostro.
—Mierda, mierda, mierda —Salí corriendo en busca de mi celular. —¡¿Donde está mi celular?!
—Lo traes en la mano.
—Ah—Dejé de dar vueltas y lo encendí para llamar a mi amiga. —Lia, por tu vida contesta.
Salí de mi cuarto seguida por la sabandija de Piter.
—¡Ethan! —Grite entrando a su habitación ( o sea a la de Piter ) no estaba en su cama. Revisé en el baño y tampoco estaba ahí.
Volví la vista hacia un Piter abducido por su celular. —¿Donde está Ethan?
—No durmió aquí.
Mi mente empezó a funcionar como un engranaje y lo llamé por el celular. Tras tres largos tonos contestó.
—¿Si? —Se escuchó un bostezo.
—¡Me grabaron anoche! ¡Mi mamá me va a asesinar!
—¿Qué? ¿Cómo que te grabaron? ¿Estabas desnuda o algo cuando lo hicieron?
—¿Qué? ¡No! —Puse los ojos en blanco —¿Se puede saber donde pasaste la noche?
Por un segundo permaneció en silencio. Pareció observar a su alrededor —Estoy en...una habitación... hay..una chica a mi lado... espera, es Lía. Si estoy en casa de Lía.
—Voy para allá.
Colgué y antes de salir le hice prometer a mi hermano que no le robaba mas su comida y le debía un favor que luego me cobraría si no le decía nada a nuestra madre sobre el vídeo. Entonces fui a la casa de mi amiga y para su fortuna su madre no estaba ahí y al parecer tampoco había visto el vídeo. Todo quedó en calma por unas horas en las que me di una ducha caliente y volví a mi cama para dormir aunque no lo logré. Media hora después se apareció Lía con una prueba de embarazo aunque no se la hizo porque su madre la llamó de urgencia y se tuvo que marchar. ¿Por qué no podíamos tener una vida tranquila sin tantos problemas? Literalmente teníamos alguna maldición o algo.
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De pronto entró mi madre por la puerta de mi habitación irrumpiendo mi calmada tarde. —¡Miseria Elizabeth Aslan!
Pegué un salto y me incorporé en la cama.
—¿Qué hice ahora? —Pregunté recelosa esperando su reproche por lo de dichoso vídeo.
Mi madre se dispuso a hablar pero fue interrumpida por mi padre que llegó sin aire con los ojos agrandados. En su brazo colgaba una cartera del mismo color de su vestido, azúl.
—¿Se puede saber por qué me tube que enterar de esto por Piter? —Preguntó él con el ceño fruncido mirando a mi madre.
—Recién me entero ahora, igual si estuvieras más presente en la vida de tus hijos lo sabrías.
—Pero... qué está pasando.
—No lo ocultes mas Miseria que ya lo sabemos. —Murmuró mi padre con la mano en la cabeza —Nunca imaginé que fuera a ser abuelo tan pronto.
—¡Qué! —Grité y me puse de pie junto a ellos.
—¿Por qué gritan? —Preguntó Piter entrando por la puerta. Otro que no tocaba antes de entrar.
Miré a cada uno de los que se encontraba en mi habitación y me llevé las manos a la boca. —¿Piter va a ser papá? ¿Voy a ser tía?
Los tres me miraron, mi hermano más rojo que un tomate con el ceño fruncido resopló y negó con la cabeza —¡Claro que no!
—¡Miseria ya vasta! Sabemos que estás embarazada. —Sentenció mi madre.