Para escribir esta historia, al principio no me encontraba del todo segura, sin embargo quien no quiere recordar la dulzura e inocencia del primer amor, algo por el cual todos pasamos alguna vez en la vida. Asi que porque no alegrar el día recordando aquellos días dorados. Me gustaría añadir que esta historia va dedicada a mi difunto padre que siempre insistía en que publicase las historias que escribía y bueno aqui estoy cumpliendo su deseo, espero que esta historia sea de su agrado se despide.
-La estrella que alumbra tu cielo