El Chico Menos Probable

Siempre quise ser golpeada por un balón

 

— ¡Ey, Karlie! —Jason me saluda mientras pasa a un lado.

Rossy levanta una ceja. —¡Karlie! Es el tercer chico que te saluda, no puedo creerlo.

Melanie sonríe. —Y todos se verían tan bien contigo, amiga, ¿Cuál escoges?

Suspiro. —Oye Mel, no empieces —entrecierro mis ojos—. Sé que ayer tú hiciste eso para que Erick y Mason se sentaran con nosotras, tú los llamaste y salió tan mal.

— ¿Mal? —Rossy niega—. Tuvieron un momento tan especial.

Resoplo. —Pues a como Mason reaccionó ayer, dudo mucho que le agrade verme de nuevo —ya les conté todo lo que sucedió en el restaurante—. Tal vez ahora le caigo mal.

—Es imposible que eso pase —Melanie contesta—. Le caes bien a todo el mundo, eres la chica más popular de este lugar.

—Si claro —ruedo los ojos—. Oigan, ¿Alguna de ustedes puede ayudarme con algo? ¿Pueden ponerme un poco de maquillaje?

Mel frunce el ceño. — ¿Maquillaje? ¿Para qué te pondrías eso? No te gusta, dices que te sientes rara.

Me encojo de hombros fingiendo que no es nada importante, que el hecho que haya despertado con el enorme deseo de cambiar todo en mi aspecto no tiene nada que ver con Adam y mi eterno enamoramiento por él. —Porque quiero intentarlo.

Melanie me mira con sus ojos acusadores. — ¿Solo por eso?

Me conoce tan bien. —Bueno, bueno —levanto las manos—. Solo quiero ver si funciona, es parte del plan, ya se los dije. Tengo que verme diferente.

Rossy tuerce un poco la boca. —Karlie eres muy bonita sin maquillaje pero si quieres hacerlo, te ayudaré.

Melanie suspira. —No lo hagas solo por Adam, Karlie.

Niego. —No es solo por él, es por mí —contesto—. Quiero verificarlo por mi cuenta, ver si puedo ser esa persona que siempre he querido ser.

Melanie mordisquea su labio. —Karlie.

Levanto una mano. —Lo sé Mel, déjame intentarlo por favor, ¿Acaso no harías algo así por Rossy?

Rossy asiente. —Yo lo haría —la mira—. Por ti, lo haría.

Melanie se encoje de hombros. —Bien, entonces supongo que podemos hacerlo, solo un poco de todas formas. Así no te sientes extraña.

Sonrío y las abrazo con un brazo rodeando su cuello de cada una. — ¡Gracias! —me separo—. Son las mejores.

Rossy sonríe y Guido pasa a nuestro lado, levanta su mano hacia mí y yo devuelvo el saludo. —Vaya, cuatro. Chica, eso que no te han visto con maquillaje, llegarás a robar su corazón.

Rio mientras pienso en que el único corazón que me interesa robar, es el de Adam. —Gracias.

 

En clase de matemáticas me senté como siempre al fondo, aun no comenzaba la clase y unos segundos después, llega Mason y se sienta a mi lado —Hola Karlie —sonríe.

Yo sonrío de vuelta, más tranquila ahora que confirmé que no está molesto conmigo —Hola Mason.

Mason se inclina un poco hacía mí. — ¿Qué tal todo?

Juego con mis dedos —Oye Mason, perdón si ayer yo…

Él coloca una mano sobre mi brazo —Ey, Karlie, yo tengo que pedirte perdón —sus ojos se conectan con los míos, me estoy empezando a dar cuenta que él es del tipo de personas que te ven siempre directamente—. Lamento mi actitud, solo estaba teniendo un mal día, no es tu culpa ni de los demás.

Sonrío agradecida. —Está bien, lamento si no estabas pasándola bien.

Mason resopla. —Fue divertido, hablaré con los demás, no quiero arruinar el humor otra vez.

Él acerca su silla un poco hacía mi cuando se inclina para tomar algo de su mochila.

 —Ah, ayer hicieron un grupo pero no tenían tu número ni el de Erick, tal vez deberías dárselo a uno de ellos —aviso.

Mason asiente —Claro —toma su teléfono—. ¿Me das tu número? Ya sabes, por cosas del club.

Asiento y se lo recito, él lo guarda y luego me llama para que su número quede registrado, lo guardo.

—Entonces —digo luego de unos segundos en silencio—. ¿Cuál es tu miembro favorito de One Direction?

Él sonríe. — ¿Quién crees que lo es?

— ¿Harry? —pregunto—. Todos aman a Harry.

Niega. —Supongo que me cae bien pero no, segundo intento y si fallas, tienes que hacer algo.

Junto mis cejas. — ¿Algo? ¿Cómo qué?

—Pues —acomoda su cabello por la parte de enfrente—. ¿Invitarme algo? Después de la escuela, un helado tal vez.

—Podría llevarte al restaurante de mis padres pero eso sería hacer trampa porque como sabrás, no pago nada —afirmo y luego suelto unas pequeñas risas cortas.

Mason asiente dos veces, casi en cámara lenta. —Claro, tienes que gastar en mí.

—Bueno, segundo intento —lo pienso unos segundos—. ¿Zayn? No sé si él cuenta porque dejó la banda.

—Creo que tendrás que comprarme un helado de vainilla esta tarde —acerca su rostro un poco, mientras sonríe de lado.

Aunque Mason está bastante cerca de mí, no

Bajo mis hombros. —Ah, bueno, me gusta el helado de todas formas —lo miro—. ¿Quién es?

—Es un secreto —contesta antes de reacomodarse en su asiento.

El profesor entra y ya no me deja seguir la conversación con Mason.

 

Cuando la clase termina, me acerco a Mason quien está guardando sus cosas. —Entonces, ¿Quién es tu favorito? —insisto.

Él me mira e intenta no sonreír. —No me digas que has estado toda la clase preguntándote eso.

Me encojo de hombros. —Digamos que es una cuestión de vida o muerte, me gusta saber todo así que.

— ¿Todo? —Asiente y espera a que yo guarde mis cosas también—. En ese caso, comenzaré a decirte historias a medias para que te quedes con la duda.

Tomo mi bolsa y la cuelgo de mi hombro. —Oye, eso no es justo.

—Cuando tenía como siete años vi que un hombre se estaba entrando en la casa del frente —relata—. Yo pensaba que era mucho más fuerte y le empecé a gritar.

Asiento con los ojos abiertos. — ¿Y qué paso?

Mason pasa los dedos entre su cabello. —Es un secreto.




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